Naruto y todos sus personajes pertenecen a Masashi Kishimoto, solo los tomé prestados para esta historia sin animo de lucro.
Este capítulo contiene pequeños spoilers de Naruto Gaiden, por ende también de Konoha Hiden: El tiempo para una Celebración de Boda y Sakura Hiden: Los Pensamientos de Amor, que cabalgan sobre una Brisa de Primavera. Nada realmente importante, pero prefiero avisar de ello.
Te veré luego, gracias.
Era lo que le había dicho aquella vez, al frente de la gran puerta de Konoha, Sasuke a Sakura. Había pasado un poco más de dos años desde la última vez que la pelirosa vio al Uchiha en Konoha y desde aquella ocasión, las cosas habían cambiado mucho, en todo el sentido de la palabra, en la aldea donde se habían criado.
Naruto y Hinata se habían casado después de una gran celebración, la cual él no asistió, muy seguramente porque creyó que no era realmente muy importante su presencia en aquella ceremonia aunque sin duda alguna, cuando Naruto lo viera de nuevo, le pelearía por ello. Unas semanas después del evento, varias parejas habían formalizado su relación, aunque ya muchos se veían venir aquello.
Ino y Sai se paseaban por la aldea orgullosos con sus manos unidas, mientras que Shikamaru y Temari, cuando la Kunoichi de la arena estaba en Konoha, caminaba al lado del Nara con un ambiente claro de que algo pasaba, aunque ninguno de los dos lo había dicho era implícito en sus comportamientos su relación.
Mientras que ella seguía sola y esperando por él. Sakura soltaba de vez en cuando suspiros bajos cada vez que los miraba, mientras organizaba los papeles que debía que entregar al hospital sobre los progresos de su Clínica de Cuidados Mentales para Niños. Iban por buen camino pero sentía que se podía hacer más por ellos.
— Según los resultados, suponemos que en un par de meses podremos recibir a niños de las afueras de Konoha — Comentó la ninja médico, de a poco se había ido acostumbrando a la presencia de Sakura y por ello, su sonrojo ya no era tan evidente— Todo ha ido de maravilla gracias a usted, Sakura-Sama. —Completó la joven.
— Ha sido gracias al trabajo de todos. —La corrigió Sakura de forma amable y con una agradable sonrisa. Observó el pequeño reloj que tenía encima del escritorio, ya era hora del almuerzo. ¿Dónde carajos se había metido Ino?— Se puede retirar, Natsuki-San.
Sakura estiró su cuerpo fuertemente una vez estuvo afuera del hospital, había estado completamente ocupada toda la mañana y sentía los nudos del estrés molestarle en su cuello, aunque era algo insignificante para una ninja medica como ella, era inevitable que algunas veces apareciera a causa del esfuerzo de más. Se suponía, que luego de su trabajo iba a almorzar con su rival y mejor amiga de la infancia, Ino Yamanaka pero no había encontrado a la rubia por ningún lado.
— ¿Dónde carajos se ha metido Ino? —Se preguntó de nuevo en voz alta, mientras empezaba a caminar hacia el lugar acordado donde almorzaban siempre. Ya la rubia la alcanzaría cuando le diera hambre.
Aunque caminar sola siempre provocaba que su mente se disperse y empiece a pensar sobre su vida, más exactamente sobre su no-relación. Aquel pelinegro que no había visto hace un par de años ya, aquel que le prometió volver un día. '¿Cuándo será ese luego, Sasuke-Kun?' De a poco iba perdiendo las esperanzas. No, eso no se lo iba a permitir. Estaba segura que él volvería, algún día.
— ¡ESPERA, SAKURA-CHAN!
Una voz conocida la sacó de su ensoñación mientras veía como un rubio de ojos azules corría para alcanzarla. Detuvo sus pasos, esperando que su amigo llegara a donde ella.
— ¿Qué haces aquí, Naruto?
— Me acabo de encontrar con Ino, y me dijo que no podía acompañarte almorzar. —Naruto se sostenía su pecho con su mano derecha, intentando así recuperar el aire— Tendrá una cita con Sai.
— Entiendo…. —Sakura ladeó la cabeza, buscando a alguien— ¿No viene Hinata contigo?
— No, Kakashi la mandó a una misión —Una pequeña sombra de tristeza se reflejó en el rostro del rubio, antes de que su rostro apareciera una sonrisa de oreja a oreja— ¡Así que decidí acompañarte a almorzar, dattebayo!
— ¿Acompañarme o a que te gaste la comida?
— ¡Ey! No debes de pensar tan mal de mi, Sakura-Chan
Sakura quiso pelearle pero no fue capaz, hace mucho no había pasado algo de tiempo con Naruto como en los viejos tiempos. Principalmente, porque ahora Hinata tenía la mayor parte de atención del rubio y ella no quería entrometerse cuando se veían tan cómodamente juntos, disfrutando de sus primeros meses de casados. La segunda era, cuando Naruto no se encontraba con Hinata, solía estar en misiones, no solían ser peligrosas pero lo ocupaban por varios días.
— ¿Cómo te ha ido la vida de casado, Naruto? —Preguntó Sakura con una pequeña sonrisa, realmente se alegraba profundamente que su mejor amigo fuera feliz.
Inicialmente iría a un restaurante a comer pero conociendo al rubio, sus pasos se encaminaron inmediatamente hacia Ichiraku, sabiendo que Naruto iría por su anhelado y precioso ramen. A veces Sakura creía profundamente que Naruto amaba más el ramen que su sueño de ser Hokage.
— Todo va bien, Sakura-Chan. Soy un excelente esposo, dattebayo —Se dio un golpe en el pecho queriendo darle más credibilidad a sus palabras.— De veras, estoy intentando hacer las cosas bien.
— Estoy segura que Hinata esta muy feliz por ello —Sakura no mentía, todos en la aldea podía notar la sonrisa de boba enamorada (una más grande de lo normal) que tenía Hinata todos los días desde que se casó.
Una vez llegaron a Ichiraku Ramen ambos pidieron sus órdenes, aunque Naruto no lo necesitaba, Teuchi, dueño del lugar, sabía perfectamente lo que le gustaba a su cliente número uno y se lo sirvió, sin olvidar del Naruto gratis, como ingrediente en su ramen.
Ambos comieron sin apuros, comentando una que otra cosa que había sucedido en la aldea. '¿Te has dado cuenta que Kiba esta saliendo mucho con esa chica Tamaki?' 'Ino me ha comentado que Choji se la ha pasado yendo mucho al rayo a visitar a Karui' 'Creo que Shino está pensando convertirse en sensei en la academia' Era mucho de los temas de los que se hablaban, junto a la clínica que Sakura manejaba y las misiones que Kakashi-sensei les había colocado en el último tiempo.
— Sakura-Chan…. —Murmuró Naruto una vez terminó su quinto plato de ramen— ¿No sientes que hoy nos han visto mucho?
— ¿Eh?
— Me he sentido incómodo desde esta mañana —El rubio se acercó más a su amiga— Como si me estuvieran ocultando algo. Lo mismo me paso cuando iba contigo, pero a mayor medida.
Sakura intentó hacer un retroceso de todo lo que había hecho hasta ahora. Se había despertado temprano, salido a la hora que normalmente salía todas las mañanas hacia el hospital. Había trabajado fuertemente y peleado con Ino sobre qué color era el mejor para el recinto de niños más pequeños. Había leído todos los papeles de finanzas y por último, había decidido salir a comer con su amiga, que terminó siendo con Naruto.
— Pues no, todo en mi día ha sido normal… —Comentó ella luego de pensarlo detenidamente— A ti te admiran mucho, Naruto, toda la gente donde llegas te miran y comentan sobre ti y tus batallas ¿No crees que es por eso?
El rubio negó suavemente con la cabeza— No, es otra sensación la que siento —Murmuró y luego de unos segundos de un silencio pensativo se levantó.— Me encanto hablar contigo, Sakura-Chan pero tengo un par de cosas que hacer, dattebayo. ¡Nos vemos!
Y en menos de un parpadeo Naruto se había perdido de vista en medio de las calles, dejándola a ella con la curiosidad sobre sus palabras. Por más que le daba vueltas, había estado tan ocupada todo el día que no se había puesto analizar la actitud de todos y mucho menos, cuando salió del Hospital.
— Señorita, la cuenta.
— ¿Qué?
El idiota de Naruto se había salido con la suya y ahora tenía que pagar su parte también.
Una vez pagó todo lo que ella y Naruto habían consumido sus pasos fueron lentos a través de la aldea. El atardecer ya estaba dejando a un lado las motas rojas y amarillas para tornarse en un azul oscuro, en un indicio que el anochecer estaba cerca de llegar. Las luces de la aldea poco a poco se iban prendiendo y la sensación de añoranza se instaló en su cuerpo, como tantas veces le había sucedido en los últimos años. Varios niños corrían con sus padres mientras parejas felices paseaban y se detenían a ver a través de las ventanas de los locales, era un buen tiempo de primavera aunque ella no pudiese disfrutarlo con plenitud.
Te veré luego, gracias.
¿Cuándo sería ese luego? ¿Ella podría aguantar tanto tiempo? ¿Dos, cuatro, diez años? Se sentía emocionalmente exhausta aunque a la vez, muy en el fondo, sabía que por más que quisiera aquella sensación de esperanza nunca se iría de su cuerpo. No lo había podido odiar cuando tenía muchas razones para hacerlo, así mismo nunca dejaría de esperarlo por más que lo intentara.
No se dio cuenta cuando superó la parte más congestionada de la aldea para caminar por calles solitarias donde apenas y pasaban una que otra persona. Iba en dirección a su casa pero apenas allí se dio cuenta de lo que hablaba Naruto antes. Por donde caminara, fuera una o varias personas, la miraban con poco disimulo y susurraban a sus espaldas.
Se sentía incómoda porque sin duda se trataba de algo acerca de ella pero no quería saber las incoherencias que muchas veces los aldeanos decían. Una vez lo habían intentado, junto a Hinata, Ino y Tenten, y dieron con el resultado de que el hecho de que los aldeanos jueguen a 'Emparejemos a las Kunoichis con los ninjas' no era una conversación que ellas quisieran escuchar.
Después de unos minutos se dio por vencida. Estaba cansada, fastidiada y perdiendo la paciencia. Los murmullos no paraban y en vez de rebajarse parecían que iban en aumento. Contó hasta diez intentando tranquilizarse y reforzar su oído para lograr escuchar mejor lo que estaban susurrando. Si era una idiotez, ya ella se encargaría de detener cuantos chismes estuvieran rondando.
Parece que Uchiha Sasuke llegó al pueblo.
¿Qué? ¿Estás segura?
Mi padre dijo que hoy al salir de la oficina del Hokage estaba allí.
Pero nadie sabía nada de él.
El hombre es raro ¿vale? Ojala venga con buenas intenciones.
¡Lo recuerdo! ¡Era tan atractivo!
¿Crees que ellos lo saben?
No tengo ni idea, pero no seré yo quien les pregunte.
El cuerpo de Sakura se paralizó por completo sin poder creer lo que había escuchado. ¿Sasuke en la ciudad? ¿Desde cuando? ¿Dónde? ¿Naruto lo sabía? ¿Por qué nadie le había dicho nada? Un escalofrío curso su espalda y sintió que no podía moverse por unos segundos e incluso minutos, sin saber realmente qué hacer y cuando su cuerpo le pudo responder se encontraba saltando de tejado en tejado hacia la torre del Hokage.
Su mente era un sinfín de preguntas mientras su corazón martillaba fuertemente en su pecho. No sabía si Naruto había dejado de ser tan lento y se había dignado a escuchar a los aldeanos y darse cuenta de los rumores, pero ella personalmente se iba a encargar de confirmarlos o negarlos. Se sentía nerviosa, había esperado mucho tiempo para ese momento y ahora que sentía como sus esperanzas estaban al tope, rezaba a todos los dioses para que no fuera aquello una terrible mentira.
Un fuerte golpe hizo estremecer la oficina del Hokage y el que alguna vez fue 'El ninja que copia' estaba seguro que iba a tener que mandar a colocar varias puertas nuevas. Ya que un chico de cabello rubio había dañado la última, ese mismo día.
— ¡Kakashi-Sensei ¿Sasuke volvió?!
El nombrado soltó un suspiro al ver a la kunoichi que tenía al frente ¿Por qué sus ex alumnos no podían ser personas normales al entrar a su oficina?
— Ummm sí, pensé que te darías cuenta antes que Naruto —Comentó con tranquilidad, cerrando sus ojos en una sonrisa de disculpa.— Pero ya no está aquí.
— ¿Cómo qué no está aquí? —Los hombros de Sakura decayeron por completo igual que su estado de ánimo, hasta podía jurar que sentía que iba a llorar en cualquier momento, si fuera ella la antigua Sakura.
— Sí —Kakashi se rasco su cien suavemente con su índice— Se fue justo antes de que Naruto derrumbara mi puerta —Al menos Sakura no le estaba haciendo una escena por no haberle avisado antes de la noticia, como lo había hecho el rubio.— Volverá mañana, tengo un par de cosas que hablar con él.
— ¿Mañana? ¿Volverá? ¿Estará en la aldea? —Preguntó Sakura con nerviosismo.
Su maestro simplemente se encogió de hombres.— Supongo. Ya sabes como es Sasuke, nadie sabe donde realmente está.
Algo en el corazón de Sakura no supo si alegrarse o decepcionarse. Si bien, ahora sabía que Sasuke si había estado en aldea y que al menos, estaría por los alrededores hasta mañana. Pero el sentimiento de tristeza que el embargaba era el hecho de que no fue capaz de verlo. Había tenido la leve esperanza de que al regresar, se iban a encontrar por casualidad en la calle, la saludaría y le diría que estaba de regreso. Quizás, la buscaría a ella y a Naruto para avisar de su llegada a Konoha. Pero no podía esperar mucho, al final y al cabo era Sasuke, y si no había querido ver a Naruto, mucho menos iba a querer verla a ella.
Soltó un suspiró cuando ya estaba llegando a su hogar, con la cabeza gacha y sintiendo frío aunque el clima estaba bastante cálido. La sensación de tristeza que sentía por dentro era casi igual como aquella vez que él se había ido y la había abandonado para irse con Orochimaru. Aunque este era un caso completamente diferente al entonces.
— Sasuke-Kun….
Murmuró para sí misma pero su voz se fue cortando cuando sintió una presencia atrás de ella. Su cabeza se irguió en acto reflejo y sus ojos se agrandaron. Su corazón se detuvo por unos nanosegundos mientras recordaba el cómo volver a respirar.
— Tadaima, Sakura. —Dijo la voz masculina detrás de ella.
Unos segundos pasaron mientras que su mente pudo procesar de quién era la voz, superar aquella primera impresión y poder responderle. Aunque su voz salió entrecortada.
— Okaeri, Sasuke-Kun.
Debo decir que estaba bastante insegura de escribir este proyecto pero dije ¡Qué diablos! Escribamos a ver que pasa y bueno, aquí yace el primer capítulo. Como ven, quiero adaptarme lo más que pueda a la historia y a los personajes mismos, para crear así un fanfic que no se salga de lo que ya han escrito pero completando la línea del tiempo que Kishimoto se ha dignado a no mostrarnos.
Esta historia no será muy empalagosa, ya que Sasuke no es nada empalagoso (No me comprometo con Sakura). Pero, el caso, es quiero mostrar a mi perspectiva, del cómo fue que estos dos terminaron juntos así que no esperen 'te amo(s)' de repente, abrazos cariñosos y besos bajo la luz de la luna. ¡No! ¡Va ver sangre! Muajaja
Pero no se preocupen, SI será SasuSaku y bastante.
Terminando con esto ¿Se merece un review? Estoy iniciando así que cualquier 'Síguela' será felizmente recibido.
¡Gracias a todos por leer! ¡De veras!
