TE GUARDO UN BESO

Primer beso: Beso de Buenos días

Por Okashira Janet

Sasha me ha retado y soy tan increíblemente débil para los retos, de cualquier manera debía escribir un NaruHina ahora que somos canon (OkaJan salta chillando eaaa, eaaa).

Como mi vida cada vez está más enredada en esta ocasión será un doble reto, no solo serán veinte besos, si no que en esta ocasión serán viñetas (a ver si soy capaz de escribir historias cortas de una buena vez).

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Naruto abrió los ojos despacio, no porqué quisiera, ¿qué ninja en su sano juicio despertaba antes de las diez de la mañana en su día libre?, el caso es que le picaba la nariz, ¡que daño en la nariz!, irritado se froto con fuerza, casi hasta hacerse daño.

—Naruto. —Kiba a un lado de él le gruñó pateándolo aun enredado en las cobijas y aterido por el frio matinal—. Deja de removerte.

—No lo hago porque… —El rubio tuvo que detenerse para soltar un estornudo, Shikamaru que fue el receptor de su saliva apenas frunció el ceño sin alcanzar a despertar y demostrándole con su dedo medio que era lo que pensaba de tener que dormir a su lado.

—¡Aquí hay mucho polen! —El rubio se quejó ruidosamente en algo que era queja y a la vez disculpa, no que Shikamaru le estuviera haciendo mucho caso.

—Por supuesto genio, estamos durmiendo a la intemperie. —Kiba lo fulminó con la mirada—. ¿Ni por qué solo tienes un brazo te puedes estar tranquilo?

—Hacer bromas de mi falta de brazo es cruel. —Naruto chilló, pero Kiba simplemente le dio la espalda abrazándose a Akamaru, el rubio pensó en picarle las costillas, pero por desgracia su mano izquierda no era muy buena haciendo bromas (aun). La guerra había acabado, pero no así el desastre que había quedado después de eso; dormir todos apelotonados en el suelo era apenas uno de los inconvenientes de toda la miseria que había arrastrado la última gran batalla shinobi.

—Ahora se me ha ido el sueño. —El rubio refunfuño y miró al cielo, era un lindo amanecer (frío y lindo amanecer), quiso hacer platica con alguno de sus compañeros, pero sabía que si seguía de parlanchín solo se ganaría un capo en la cabeza—. ¿Uh? —Al levantar la mirada hacia arriba chocó con la cabeza de alguien más y tuvo que doblar a extremos increíbles su cuello para ver de quien se trataba, solo hasta entonces recordó que las chicas dormían con la cabeza pegada a la de ellos (Sakura había dicho que todos se llenarían de piojos en tres días, pero nadie había querido oír sus quejas sanitarias).

—¿Hinata?

—¿Ah? —La chica que tenía el sueño muy ligero abrió los ojos con sorpresa—. ¿Naruto-kun?

—Deja de molestar. —Ino, que era la siguiente chica en la fila le pegó con la almohada en la cabeza—. Son las seis de la mañana.

—No te estaba hablando a ti. —El rubio intentó retener la almohada (que ni por ser el héroe de la aldea le daban semejantes consideraciones), pero Ino se la arrebato.

—Pero me has despertado. —La joven de ojos celestes se arremolinó tapándose con una delgada sabana como si así pudiera escapar de la voz del jinchuuriki.

—Hoy todos están muy dados a molestarse. —Naruto alzó la respingona nariz con aires de suficiencia y luego volvió su infantil sonrisa a Hinata—. Pero tú no, ¿eh, Hinata?

—Hum… —La joven se echó un mechón de cabello tras la oreja, parecía incomoda de despertar tan cerca del rubio—. No hay problema Naruto-kun.

—Me ha despertado el polen. —Naruto se ladeó aplastando a Shikamaru para poder ver mejor el rostro de la joven, verla de cabeza era difícil y además estaban muy cerca, el cabello de Hinata estaba enredado y sus mejillas muy rojas, Naruto se preguntó si él se vería igual.

—¡Cállate Naruto! —Alguien gruño a lo lejos y otro más aventó una lata vacía.

—Gente después de la guerra. —Naruto susurró por lo bajo—. Son muy irritables. —Hinata sonrió tapándose la boca para no reírse, sus ojos plateados brillaron con los tenues rayos del amanecer, Naruto se sintió repentinamente bobo, pero un bobo feliz, como si tuviera la fuerza para hacer el pino por toda Konoha mientras cantaba.

—Me… aplastas… —Shikamaru bufó, pero Naruto pasó de hacerle caso.

—¿Dormiste muy tarde?, no vi que estabas aquí anoche.

—Hum, ya estaba muy oscuro… —Hinata pensó que no era buena idea decirle que había buscado su chakra con el byakugan, él pensaría que era una acosadora y hasta ella sentía que había momentos que se comportaba como tal, pero lo cierto es que la guerra y su final le habían causado un terrible temor de perderlo, mientras pudiera quería estar cerca de él.

—Si hubiera sabido que estabas aquí podríamos haber conversado anoche. —El rubio parpadeó ingenuo, a Hinata le ardieron las mejillas.

—¡Deja dormir Naruto! —Esa puntería era de Tenten, el rubio se frotó su adolorida cabeza y tanto él como Hinata tuvieron que ahogar una risita que rayaba en lo absurdo.

—Ayer todos se durmieron muy tarde. —Hinata intentó disculpar a sus amigos en una serie de susurros ahogados.

—Ya, y la pagan con el manco. —Naruto frunció el ceño, un mohín que se le antojó berrinchudo como el de un niño pequeño, pero contrario a sus expectativas los ojos de Hinata se llenaron de lágrimas, fue tan repentino que no supo que hacer, él había hecho una broma porque creía que era mejor ver con optimismo todo lo que le pasaba en la vida, no quería que Hinata se compadeciera de él, si había perdido un brazo en su pelea con Sasuke era por decisión propia y no se arrepentía.

—Uh. —Hinata se talló un ojo avergonzada, una lágrima se derramó de sus orbes plateadas y corrió por su muñeca—. Yo no…

—Yo tampoco… —Naruto se atrabanco con las palabras y justo cuando quería disculparse por hacerla sentir mal Shikamaru finalmente se rebeló contra el aplastamiento del que estaba siendo objeto y arrojó a Naruto lejos de él.

Lejos de él que significaba muy, muy cerca de Hinata.

El rubio sintió un agudo y espantoso deja vu cuando sus labios entraron en contacto con los labios de la joven y casi se quedó helado de espanto pensando que ella podría reaccionar igual que Sasuke (llevándose las manos al cuello y escupiendo/vomitando/odiándolo en el proceso).

Se retiró al instante con los ojos como platos solo para encontrarse a Hinata en la misma posición, tan asustada y avergonzada como él.

—Yo.. Uh… Eso… —El rubio estaba temblando, ¡temblando de verdad!

—Eso se llama beso de buenos días. —Kiba se asomó por debajo de las mantas interrumpiéndolo y sacándole un susto de muerte a los dos—. Váyanse acostumbrado.

—¡¿Pueden callarse de una vez?! —Ino que, después de dormirse a las tres de la mañana, no estaba por la labor de chismorreos volvió a hacer uso de la almohada esta vez dirigida a Kiba.

—¡Oye!

—¡Dejen de armar jaleo!

—¡Esto es tu culpa Naruto! —Y en medio de la refriega general Naruto miró de reojo a Hinata, a la chica de mejillas sonrojadas y cabello desordenado por la mañana a quien le había robado su primer beso de buenos días. Kiba tenía razón, habría que irse acostumbrando.

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Notas de Okashira Janet: No sé quién es más fan del NaruHina, Kiba o yo. En fin, espero que les haya gustado. Besitos

Martes 18/11/2014