Hola lectores ¿Como se encuentran? Bueno, empezando quiero contar que quiero empezar a escribir una historia que no tendrá menos de siete capítulos. Tengo que aclarar que estoy un poco, muy, nerviosa ya que es mi primera historia larga y no se realmente como me va a ir (;_;) *Respira y exhala* Espero que le guste D: y si no les gusta, pueden pegarme T_T HAY DIOS Dx! Bueno lean...
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Numb below the rain
~This worl will never be what i expected~
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Gire nuevamente en la cama tratando de buscar alguna posición cómoda para poder dejarme llevar por los brazos de Morfeo.
Lleve mis manos hacía mi celular para verificar la hora. Suspire al darme cuenta de que eran ya las cinco de la madrugada, en pocas horas comenzaría un nuevo día, pero pensándolo mejor ¿Ya había comenzado... o no?
Otro día sin cerrar mis ojos y viajar a ese mundo que yo tanto añoraba, donde mis sueños más bizarros y locos se hacen realidad "¿Sera que la misma adolescencia provoca que ya no sueñe y duerma con tranquilidad como antes lo hacía? "Pensé. En fin la vida a veces no es un color de rosa como todos lo deseamos. Otra vez seria tener que tomar alguna pastilla para que mi dolor de cabeza desapareciera.
Me di vuelta para quedar boca abajo en la cama, con mis dos brazos hice contrapeso para poder estirarme "Dios, si sigo viviendo de esta manera moriré en cualquier momento" Me levante de mi lecho para luego colocarme las pantuflas de color negro
"Mi color favorito"
Baje las escaleras eludiendo pasar al baño para poder asearme. Me encontraba algo mareada ya que seguramente necesitaba mi batería del día, el café humeante que tan delicioso me salía; me fije en la ventana que había a un lado de la escalera para poder ver como estaba el tiempo, la abertura tenía pequeñas gotas dibujadas que se escurrían con lentitud.
"Amaba esos días" Pose mi mano sobre la superficie de este y observe el cielo gris de aquella mañana, el sol teñía algunas nubes más cercanas del alba de blanco, ciertos nubarrones tenían la textura y la asimilación de un boceto artístico por sus formas tan maravillosas. Abrí la ventana con rapidez, aspire con fuerza el aire puro y limpio cerrando mis ojos "Es tan exquisita esa fragancia a tierra mojada"
Me detuve un momento para observar el paisaje para seguidamente bajar las escaleras con tranquilidad, doble por la curva que daba para bajar las escaleras y entre en la cocina donde me esperaba Spirit, mi padre. Oculto entre las páginas de un diario, bebía un cappuccino de vainilla que tanto le gustaba, sus facciones se hallaban cansadas del arduo trabajo que tuvo ayer, debajo de sus ojos había una gran mancha negra que lo envolvía.
— ¿Problema para dormir? — Lo mire sin expresión y asentí mientras tomaba el agua caliente que él ya había hecho calentar para arrojarlo dentro de la cafetera, tome un pan tostado, le vertí un poco de mermelada de frambuesa y me lo comí esperando el liquido color tierra que hoy me serviría para lograr "sobrevivir" y terminar mi día en "paz" Oí la cafetera chiflar advirtiéndome que el café ya estaba listo. Lo vacié en una de mis tazas color crema y lo agarre con las dos manos, absorbiendo el calor que emanaba.
Me senté al frente de él y me bebí mi desayuno acompañado de una tostada que se encontraba algo húmeda "Maldito Spirit que no guarda las cosas" Maldije.
—El otro día me han llamado de la escuela y me dijeron que nos has ido nuevamente— "Malditos, malditos lo que le han dicho esto, les tirare pintura luego a los preceptores".
— ¿Y? — pregunte con total desinterés. "¿Por qué se está preocupando ahora que vaya o no a la escuela? Seguramente, al levantarse, se a golpeado la cabeza".
— ¿Como que "y"? — Con una voz grave trato de imitar mi voz, algo que realmente era chistoso, pero lamentablemente, no era el momento para poder reírse. —Debes ir a la escuela, Maka—
—No me agrada ese lugar, Spirit—
—Dime papá, hija— suplico viéndome a los ojos. Sus manos estaban a centímetros de la mías con el pensamiento de querer agarrarlas y hacer una escena de película en donde padre e hija se reconciliaban y vivían felices para siempre. Las aleje arrastrándolas en la mesa, apoyándolas en mis piernas.
—No te diré Papá, Spirit— respondí con énfasis — Y no, no existiré a la escuela por qué no me gusta el ambiente en el cual estoy, agregando que estoy más sola que un perro debajo de la lluvia— Mis dientes apretados contenían el enojo y mis manos sujetas a mi piyama reprimían esas ganas de golpear la mesa.
"No me comprender y nunca lo harás"
Resopló cerrando sus ojos y negando la cabeza representando toda su decepción.
—Realmente me desilusionas— mis ojos se sobre cerraron — ¿Tiene las notas más altas de tu clase y todo lo perderás por qué sobrepasas la ausencia en clase? — Pregunto angustiado. —Realmente es estúpido.
Un golpe agudo llego a mi corazón, empuñe mis manos y evite su rostro por simples momentos para observar la lluvia caer.
"Desearía estar en otro lugar"
Sonreí sorprendiendo a mi progenitor y lo mire a la cara encarándolo.
—Es una costumbre que desilusione a la gente— Antes de que él agregara algo a la conversación, corrí hacía la puerta abriéndola con rapidez y fuerza, permitiendo que algunas gotas mojaran el piso de madera, delineando sombras de manchitas redondas.
Lo último que pude oír de su voz fue el gritar de mi nombre, llamándome, no voltee en ningún momento, quería correr, quería bañarme y dejar que la impureza que me envolvía, de algunas o otra forma, se alejara de mí.
Mis piernas me dolían y la ropa con la que dormía, ahora, se atinaba empapada, la lluvia recorría mi rostro como una caricia que me recorría de pies a cabeza, realmente me sentía un poco en paz. La gente me observaba al pasar viéndome, algunas, con asco y otras con lastima, realmente no me intereso.
Me senté en la vereda mirando la lluvia, cogí una hoja muerta y comencé a jugar con ella.
"La vida a veces realmente es difícil. Al crecer este mundo cambia, lo vez con otros ojos, que ya no están llenos de esa inocencia que manteníamos de niños. El mundo nunca será lo que me esperaba"*
No sabía si estaba llorando o era la misma tormenta. Mi cuerpo estaba frío y tenía ganas de devolver todo lo que había comido, me oville apretujando mi estomago tratando de no vomitar y cerré mis ojos lo más fuerte que pude deseando desaparecer del lugar.
Entonces, no sé cuantos minutos pasaron, cuando sentí una mano colocarse en mi hombro, levante mi rostro para mirar a esa persona, las gotas ya no me mojaban ya que el paraguas me protegía. Un muchacho muy atractivo, alto y de figura delgada; con el cabello blanco y ojos rojos me miraba con rostro triste.
— ¿Quién eres? — Me sorprendí al oír mi voz. Era ronca y sin vida.
—Soul Eater— Respondió con lentitud agachándose a un lado mío —Voy a la misma clase que tú.
—Oh— conteste solamente — ¿No deberías ir a la escuela?— Pregunte con obviedad.
— ¿Tu no deberías acompañarme? — "Auch jaque mate, makita"
—Chico listo— conteste con una sonrisa —Gracias por el paraguas, realmente tenía frio.
Su rostro se ensombreció y pareció llenarse de preguntas, miro a la calle y pareció primero querer razonar la primera pregunta decente.
— ¿Qué haces aquí? — Suspire apoyándome de un hombro y sonreí irónicamente.
—Escapando de casita— Lo mire viendo su rostro que parecía comprender ya ese problema, se acomodo a mi lado de una manera realmente "cool".
— ¿Eres la chica que tiene muy buenas notas pero por las faltas van a expulsar? —
Una risa sonora escapo de mi garganta. "¿Así que era conocida por ello?" Limpie mi frente mojada llevándome el flequillo para atrás. "Que estúpido".
—Digamos que sí, discúlpame si no te reconozco es qué, bueno, tu sabes. Al no asistir demasiado— "¿Era demasiado obvio, no?"
—No hay problema— argumento él — ¿Quieres ir a tomar un café? —
Lo mire impresionada, ni siquiera lo conocía y ¿ya me invitaba a ir a tomar un café? Al ver mi rostro comprendió lo que quería decir y agrego…
—Aunque seamos desconocidos, somos colegas del mismo curso ¿No crees que puedo invitarte por lo menos una vez? —
Asentí pero recordé que estaba toda sucia y mojada, la gente del lugar no me dejaría pasar ya que pensaría que era una indigente intentado entrar para pedir dinero a la gente que comía o peor, robar el banquete de estos.
—Estoy mojada y sucia, pensaran que soy una indigente—
El me miro completamente y se detuvo un momento para pensar que hacer, sus ojos se abrieron ante la idea y sus dedos chasquearon. Lo siguiente que hizo fue sacarse la campera marrón que tenía puesta para luego pasármela por lo hombros.
— ¿!P-PERO QUE HACES? — pregunte en un grito al sentir la calentura del ropaje, no quería mojar su campera, parecía ser de gran valor y no me apetecía ensuciarla. Él sin hacerme caso me levanto de la cadera (un poco más arriba) yo me mantuve rígida todo el rato, me arreglo un poco el cabello, acomodándomelo detrás de la oreja y me arreglo la campera para luego cerrarla hasta el pecho.
—Ya estas— digo con aire despreocupado —Vamos— empezó a caminar por la calle, yo trataba de alcanzarlo pero el peso de las pantuflas me hacía caminar un poco más lento, cuando me dispuse estar de su lado le agarre del brazo para detenerlo.
—Tu campera… ¿Por qué? — Conteste agitada, su rostro calmo volteo a verme y levanto los hombros queriendo decir que era muy obvio.
—Tengo muchas de esas, quédatela si quieres— Sugirió retomando el camino, ensancho una sonrisa y señalo a un café/bar que se hacía llamar "El gato negro"* Desde afuera ya se podía notar que su entorno era muy cálido, tenía un pequeño techito rojo que en uno de sus lados tenía un circulo blanco, en su interior tenía un amigable gatito negro y un gran ventanal mostraba detalladamente el interior de este. La casa mantenía intacto el estilo de un almacén elegante: mostradores y vitrinas de roble y fresno Italiano, arañas holandesas de bronce, sillas y mesas de un hermoso y brillante color mostaza, y una gran escalera de madera oscura que te llevaba al baño.
Caminaron unos pasos y entraron al interior del lugar, un tintineo les dio la bienvenida. El interior de la tienda estaba invadido por un cautivante aroma, muchos de los amables vendedores les dieron un saludo a ambos y los acomodaron a un lado del gran ventanal que daba a la calle.
—Buenos días— un camarero vestido con fineza se acerco a nosotros con gran cordialidad — ¿Ya tienen pensado lo que iban a pedir o quieren que vuelva en un momento? — Soul negó con la cabeza y pidió dos cafés, me pregunto si quería alguna cosa para acompañar, algo que negué, el camarero escribió lo que hacía dicho Soul y se alejo con una sonrisa.
Esperamos unos minutos, cuando el camarero llego con el pedido, olisquee la taza de cerca y un riquísimo olor a café de grano puro salió de esta. Hablamos del colegio, al parecer teníamos mucho en común ya que los dos lo detestábamos; le conté sobre el problema con mi padre y al parecer compartía aquello también, parecíamos dos almas gemelas que se conocían hace tanto años que nuestra charla fue fluida y sin incomodidades.
Fue una tarde de puro placer siendo yo misma con aquel extraño que nunca había conocido o hablado ¿Por qué con él era yo misma, siendo feliz y estando cómoda? Ninguno de los dos fue a clases algo que no nos importo mucho, la lluvia comenzó a convertirse en una llovizna, algo que provoco que Soul y yo saliéramos de la tienda.
—Volveré aquí, me cae muy bien la gente— dije con una gran sonrisa en el rostro, el albino cogió el paraguas para luego taparnos a los dos, caminamos unas cuantos pasos para regresar a nuestro punto de encuentro.
Nos colocamos uno al frente del otro y nos observamos.
—Promete que mañana iras a la escuela—
—Lo prometo—
— ¿No quieres que te acompañe a casa? —
—Ya te eh dicho que no— conteste con una sonrisa.
—Bien, por suerte la lluvia ya se detuvo. Espero que mi padre no se haya enterado que falte a clases, tengo un hermano muy chusma.
Reí ante eso y me abrigue con la campera de Soul.
—Nos vemos mañana, chico blanco—
—Nos vemos mañana, señorita lluvia—
Nos sonreímos y nos dimos un apretón de manos, giramos en nuestro eje y empezamos a correr a nuestras casas sin mirar para atrás.
"Te conocí hoy, Soul, y te di una parte en mi corazón. Espero que no me defraudes"
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Si llegaste hasta acá, es que o:
a) Te gusto la historia!
b) Te pareció una mierda total y no te gusto nada, pero querías saber cómo terminaba ._.
Si has elegido la opción "a)" esta es mi respuesta: ¿TE GUSTO? ESPERO QUE SÍ, ME COSTO UN POCO TENER QUE ESCRIBIR ESTA HISTORIA! Además de eso ya son las 5:00 de la mañana en mi país ¿Por qué será que la inspiración solo me llega a la madrugada? Ok, no interesa eso ahora. Quiero contarte que esta semana estoy estudiando para rendir matemáticas (I HATE YOU, NUMEROS) así que me demorare a escribir el segundo capítulo, pero no tanto :) Muchichichisimas gracias por leerme DX.
Si has elegido la opción "b) esta es mi respuesta: Lo hice con deseo que te gustase ;_; PERDÓN SI NO TE GUSTO D:! Lograre que el próximo capítulo te agrade más! Y si no es el siguiente, o el próximo y así sucesivamente T_T Espero que entiendas que lo escribir a las 5:00 de la mañana (NO ES EXCUSA ;_;) :c.
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