Hay un hilo que une a las personas, una metáfora del destino o una telaraña tejida por demasiadas personas para que tenga alguna forma con sentido. Es un hilo duro (de hierro, que se oxida i duele más cuando se te infecta la herida), pero también es muy débil y se rompe con demasiada facilidad.
Naruto lo sabe, eso de que se rompe, pero él no se rinde y sigue haciendo nudos aunque ya no quede por donde hacerlos. Porqué son las ataduras que le mantienen firme, en el suelo, en casa, que le mantienen vivo.
Ha quedado atrapado y no puede escapar (no es que quiera); tiene las manos atadas y las piernas retorcidas, no sabe cómo puede andar pero lo hace y se siente arrastrado. Es arrastrado. Y siempre hacia el mismo lugar, hacia la misma persona.
Sakura le pidió que hiciera regresar a Sasuke y Naruto prometió que lo haría. Y Naruto está atrapado. Le duelen las manos y siente que le van a arrancar las piernas. Y quiere llorar, se plantea pedir ayuda, pero la cuerda le tapa los ojos y nadie ve nunca las lagrimas, aunque tampoco es como si le permitieran llorar.
A veces se pregunta si Sasuke también tendrá alguna atadura, si tiene alguna cuerda que le arrastre hacia dónde va, hacia donde Naruto irá después. Pero sabe que si tiene una, una que arrastra tras sí a Naruto, que le arrastra por los suelos, sin importarle si hay ramas, pueblos o cadáveres. Tiene una a la que intenta ignorar. Y Naruto de verdad quiere escapar.
Sakura no sabe si le gusta esa cuerda, no puede ver las marcas que dejan en Naruto –porque Naruto no tiene marcas en la piel, pero las que tiene en alma, enormes y dolorosas y no dejan respirar – y por eso tiene miedo. Tiene miedo por sus propias cuerdas, que cuando empiezan a doler y no puede evitar soltar una lagrima, siempre son aflojadas, para que no le duelan, para que no pueda llorar. Naruto siempre lucha contra ellas, contra las cuerdas de Sakura y se las queda para sí.
Y Naruto está atado de pies y manos, literalmente, no puede escapar de lo que el mismo se ha buscado, de lo que le han buscado. Los nudos le duelen contra el estomago y no le dejan respirar por la boca, no le dejan decir nada, pedir un poco de ayuda. Las cuerdas no lo dejan libre y lo arrastran hacia sitios a los que no sabe si quiere ir. Y cuando llega al final de la cuerda, cuando llega a Sasuke y este intenta cortar esas cuerdas que tanto daño le hacen, Naruto solo puede luchar, porque esas cuerdas están tan incrustadas en su piel que Naruto moriría con ellas.
