Ella era La Doncella. La Doncella de la muerte. Le temían más a ella que a su amo. Y estaba orgullosa de lo que era.
Pero no de lo que había hecho. De lo que la obligaron a hacer. Porque ella fue criada para servir, para obedecer. Y estaba cansada de inclinarse como un cordero manso. Odiaba a Lord English, y odiaba sus mandatos.
Era poderosa, bastante. Amaba su magia, el problema es que el poder la controlaba y no sabía detenerse. Nadie la podía superar en cuanto al dominio de la magia. Pero estaba cansada de servir una eternidad al Señor del Tiempo. Había hecho tanto daño, causado tanto temor.
Llego a disfrutar el terror que causaba. Le producía un cruel placer. Pero al principio se arrepentía y se lamentaba, porque no podía desobedecer.
Y estaba rota. Lastimada, adolorida. Cansada de hacer daño. De lastimar.
No sabía si su Señor estaba al tanto de lo que sentía o solo quería deshacerse de ella. Pero para ella fue un regalo. Una batalla contra La Condesa. Por fin tendría su bien merecido descanso. Ya dejaría de causar horrores.
No negaría que lo disfruto, realmente lo disfruto. Fue una pelea donde el ganador ya estaba determinado, aunque La Doncella la superaba en fuerza. Por primera vez el su inmortal vida disfruto lastimar a alguien.
Y odio a La Condesa más que a su amo. La odio con toda su corrupta alma. Y se aseguró de lastimarla, de herirla. La sangre fucsia le mancho las manos, la cara y el vestido. Su contrincante ya estaba cansada, y apenas ella había comenzado.
Le exigió a La Condesa todo su poder, extenuándole. Y sonrió, como nunca, con una mueca sádica. También se rio, gozando del dolor. Su dolor, el dolor de su rival.
Y estuvo a punto de vencerla, pero estaba cansada. Así que solo se rindió, dejando que su vida se acabara a manos de su única adversaria. Sonrió, recibiendo el momento que tanto esperaba.
Son las 6.22am, y yo estoy publicando un fic...
Desde hace tiempo quería hacer un fic de The Handmaid... Ella es mi ancestro favorita, aunque como siempre me salio OOC...
Chau!
