Un drabble sobre Italia y Sacro Imperio Romano.
Aclaro que Hetalia, ni ninguno de sus personajes me pertenecen sino a su respectivo autor; también que este drabble no es lucrativo, hecho simplemente para entretener.
´´Cuando los sueños y la realidad se conectan a través de una florecilla rosa.´´
Hace tiempo que sale con Alemania, como unas semanas, tiene mucho enamorado de él, casi el mismo tiempo que ya no sueña con esa persona.
Hasta ahora.
Cierra y abre los ojos. Se encuentra sentado en un campo lleno de flores, por instinto distingue aquel recuerdo familiar, olores y colores, ese calor exquisito va llenando completamente sus sentidos mientras palpa con el tacto toda textura y se concentra en escuchar la melodía del viento. Sonríe.
— Italia.
Esa voz deshace el hechizo de aquel lugar, él la conocía. Voltea y ahí está tal y como lo recuerda: ahora se ve pequeño, con su ropa oscura y su capa negra, ese sombrero, de cabellos rubios y unos ojos azules que siempre deliró del cielo; en su tierna carita se esboza una sonrisa. Sin dudarlo lo rodea con sus brazos, no aguanta con todos sus recuerdos, poniéndose a llorar.
— No llores. Has crecido mucho y eso me da gusto— con sus manitas le limpia las lágrimas. — Ya ha pasado mucho tiempo; te dije que regresaría.
— Y lo hiciste— despoja del sombrero al chico y le da un beso en la frente. — Te extraño.
— Y yo. Pero tengo que marchar; ya no pertenezco aquí, a tu época. — Tristemente baja su mirada, pero recordando que jamás volverá a ver esos ojos ámbar, la levanta en seguida. — Aun así no te olvidaré.
— Yo tampoco. Sigo guardando la pintura que me regalaste. — Comienzan de nuevo a sollozar, entre tanto, acaricia sus cabellos dorados. — Te amo.
Sacro Imperio simplemente toma una flor y la coloca en la cabellera de Italia, casi de inmediato, le besa.
— Quiero que seas feliz.
Hay más aire, Sacro Imperio se desvanece sin poderlo evitar, la esencia de las flores se ve sustituido por el aroma limpio de las sábanas en su habitación. Ya está en la realidad y continua lacrimoso. Alemania entra en escena. Le pregunta por su llanto, lo convence de que todavía tiene sueño y ahora le cuestionan por la flor rosácea entre su oreja. Simplemente sonríe al tomarla entre sus dedos y oler su fragancia. ¿El amor puede romper el orden habitual de realidad e ilusión?
A pesar de que esa flor pudo atravesar la línea divisora entre sueños y realidad, no se resistió a su naturaleza, marchitándose, Italia mira las cenizas florales mecerse suavemente al compás de la fresca brisa. Pero no se siente triste, al contrario, sonríe sabiendo que el amor profesado a Sacro Imperio siempre estará guardado en su baúl de recuerdos.
Finito
Un saluto, ¿Qué les pareció? ¿Les gustó o me van a linchar? Espero y les agrade, simplemente no pude contenerme de escribir esto, y lo escribí porque pienso que hay un 50% de que Sacro Imperio no sea Alemania, y la otra mitad pues sí. Esto es confuso, pero bueno, gracias por leer. Ojalá y me manden reviews.
