Nada me pertenece, ni me lucro con ello.
¡Que raro! Yo subiendo un nuevo Cherik xD jamás renunciaré a esta pareja. Esta historia es un capricho mio con el que he disfrutado, tendrá cinco capítulos. Si me queréis hacer feliz dejadme un comentario haciéndome saber qué os ha parecido :) ¡Vamos, no cuesta nada!
Es un AU, nada de poderes.
No entendía por qué le costaba tanto. Al fin y al cabo tan sólo era una pregunta. ¿Acaso no hacía al día miles de preguntas? ¿Qué podía suceder? Era justo en esa parte en la que Erik siempre se quedaba atascado. Trataba de razonarlo pausadamente, pero a partir de ahí su hilera de pensamientos se enmarañaban. Le mostraban posibles alternativas catastróficas en las que Charles, por una u otra razón acababa alejado de él.
Un escalofrío atravesó su columna como un ramalazo repentino, obligándole a cerrar los ojos e inhalar profundamente. Soltando en una gran bocanada todo el aire retenido.
—Das ist unmöglich. Verdammt! —murmuró para él mismo—Ich habe zu beruhigen
—¿Te he dicho alguna vez lo que me excita escucharte hablar en alemán?
Abrió los ojos y se giró sorprendido hacia el dueño de esas palabras, el cual le miraba con una pícara sonrisa.
—No te he sentido entrar—replicó el mayor, aprovechando para aclarar su garganta.
El castaño se acercó hasta el ventanal donde se encontraba, sin perder la sonrisa ni romper el contacto visual. Apoyó sus manos sobre el pecho de Erik y se inclinó hasta escasos centímetros de sus labios.
—Estabas muy centrado en tus pensamientos—dijo antes de besarle.
Su corazón palpitaba frenéticamente, como si estuviera a punto de ser descubierto. Intentaba convencerse de lo absurdo que era y sus labios servían para calmarle. Le envolvió en sus brazos y el peso de su estómago parecía aligerarse lentamente. Charles entrelazó sus manos en su nuca y le observó intensamente. Cada vez que eso ocurría se imaginaba perdido en la profundidad de sus ojos. Jamás había visto unos iguales. Inconscientemente su rostro formó una tenue sonrisa.
—Erik, ¿te encuentras bien? Últimamente estás muy raro.
Desvió su atención a las pecas de sus mejillas, evitando ser cazado.
—Estoy bien, es... —un bufido se escapó antes de proseguir—El trabajo, esto del ascenso. Ya sabes.
—Lo sé.Pero si te han escogido a ti es porque eres el mejor. Saben que puedes con ello.
Regresó su mirada de nuevo, encontrándose con la ilusión y ánimo que su novio profesaba. Lamentaba tener que mentirle pero si quería que todo fuera perfecto Charles no podía tener la mínima sospecha. No quería arruinarlo.
Aunque, bien pensado ¿qué era lo perfecto? Ahora mismo podría hacerlo, ambos abrazados frente al gran ventanal que ofrecía la vista nocturna de Nueva York. Solo debería hincar su rodilla en el suelo y pedírselo.
Su mente imaginaba el posible escenario y la parte más optimista de su conciencia le gritaba que era perfecto. Totalmente inesperado, íntimo y romántico. El anillo descansaba desde hacía semanas en la mesilla a pocos pasos de él. No tendría que aguantar miradas indiscretas y no habría que esperar hasta llegar a casa a celebrarlo porque ya estaban en casa.
Pronto, esa bola de acero se instaló abruptamente en su interior, congelándole sin reacción. Su garganta se secó y todo aquello que no fuera la cara de Charles comenzaba a desdibujarse en una nebulosa. Su pulso volvió a ser frenético y sus manos a helarse.
Estaba totalmente seguro que su cara debería haber palidecido o algo similar porque la sonrisa y el brillo en el rostro del ojiazul se difuminó tornándose en preocupación.
—¿Erik, estás seguro que estás bien? —las manos del cuello se soltaron y se colocaron a ambos lados de su cara, examinándole—Estás pálido.
¡Mierda! La preocupación de él provocaba alterarle aún más si era posible . Trató de soltarse pero las manos del castaño fueron más hábiles y en seguida tenía una tomándole el pulso del cuello y otra inspeccionando sus pupilas.
—¡Charles, estoy bien! Eso hazlo a tus pacientes—parecía mentira que con la diferencia de estatura y agilidad el mayor no fuera capaz de librarse de su novio, sin embargo Charles le retenía con facilidad, claramente preocupado.
—Tienes las pulsaciones disparadas—en cuestión de segundos se vio empujado hacia la cama—¡Siéntate! —sin otra elección Erik se desplomó en el lecho mientras el castaño le tomaba la mano percatándose de su gelidez— Iré por un vaso de agua. Tú mientras quítate la camisa.
—No tengo ánimos para sexo ahora—replicó bromeando tras la rápida salida de su novio hacia la cocina.
En apenas segundos regresó, con el ceño fruncido cuando observó que no le había hecho caso. Le obligó a beber y se ocupó personalmente de desabrochar un par de botones de la camisa, permitiéndole así sentirse más relajado.
—¿Te han dicho alguna vez que tu horario de consultas es de 8 a 17? En casa no tienes porque seguir haciendo horas extras.
Recibió una mirada de advertencia que le abstuvo de alguna queja más. Ventajas de tener un novio médico. Volvió a comprobar la temperatura en sus manos y se acercó a la cómoda sacando su fina linterna y el estetoscopio. Con gesto serio y muy concentrado en la tarea, Charles se colocó el aparato, apoyando el extremo sobre su pectoral.
Erik, más relajado que hacía unos instantes, le observaba con detenimiento. Enseguida retiró el aparato y lo depositó sobre la cama. Tras ello encendió la linterna y comprobó las pupilas.
—¿Y bien, doctor? —replicó irónicamente el ojiverde aún molesto por el reflejo abrasador de la luz.
—Erik, esto es serio. Hace unos instantes tenías la misma pulsación que alguien tras correr una maratón. Sin duda estás nervioso, pero debes aprender a controlar los nervios o puede provocarte algo serio.
Resopló algo aliviado, al menos su ataque de nerviosismo había quedado enmascarado en nervios por el trabajo. Desde luego, la ocasión no había salido como su mente había previsto. Debía relajarse, controlar su histerismo y planear algo más adecuado.
—Me merezco al menos una piruleta como le das a los demás niños.
Charles sonrió meneando la cabeza ante la ocurrencia de su novio.
Das ist unmöglich. Verdammt! : Eso es imposible. Mierda!
Ich habe zu beruhigen: Tengo que relajarme.
(Mi conocimiento de alemán es mínimo y me he ayudado de un libro xD)
