Prólogo

Ella corría y corría, no había nada ni nadie que la detuviera, quería dejar su pasado atras, a donde pertenecía y seguir con su vida, no podía creer que él hubiera regresado arruinarle la felicidad que estaba viviendo y a hacerle recordar.

Cuando le empezó a faltar el aire en los pulmones se detuvo, asegurándose de que no la había seguido, se sentó en una raíz de un árbol a pensar que haría ahora, si era el momento de hablar o si callaría para siempre, Edward se merecía saber la verdad, su pasado, pero no sabía si podría contarle, nunca pudo hablarlo en voz alta, todas las veces que llego al hospital siempre la miraron con tristeza hasta que pudo reunir lo suficiente como para huir y entonces se dio cuenta que esa última vez había traído sus consecuencias, no supo a quien recurrir y fue cuando decidió que había sido suficiente, luego sucedieron tantas cosas que la llevaron a un estado de depresión increíble, hasta que conoció a Ed y todo cambio.

De repente escuchó como los pasos de alguien rompían las hojas que se encontraban por todo el suelo al ser octubre, y al caer en cuenta que su perseguidor estaba muy cerca se levanto y siguió corriendo.