EL EXORCISTA: REVELACIONES

Escrito por Federico H. Bravo

Basado en los personajes de William Peter Blatty

REPARTO

Linda Blair…Regan MacNeill / Pazuzu

Stellan Skarsgard…Padre Joseph Conland

Max von Sydow…..Padre Lankester Merrin

Jason Miller…Padre Damien Karras

Kate Mulgrew…Dra. Louise Fletcher

Estrella Invitada

Richard Burton como el Cardenal


1

El Padre Conland

Brasil. América del Sur.

Interior de una vivienda. Tarde.

El Padre Conland sudaba. La vivienda en la que estaba era un cuchitril con paredes de ladrillos sin revocar y techo de chapa, enclavada en mitad de una de las favelas de Río de Janeiro. El calor del Sol era agobiante y en la habitación donde el cura realizaba su trabajo de exorcismo, el olor a sudor humano, mezclado con heces era asfixiante.

Frente a Conland y sostenido por dos fornidos brasileños de piel tostada, un niño se retorcía, furioso como un animal. De tanto en tanto, maldecía al cura en una mezcla de latín con portugués. Sus ojos, inyectados en sangre, no se desviaban del sacerdote ni un ápice.

-¡En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, te ordeno, espíritu inmundo, que salgas de este niño y te vayas! ¡Por la Gracia de Nuestro Señor, Jesucristo, quien fue crucificado y murió por el perdón de nuestros pecados, te conmino a irte y retornar a las tinieblas que están reservadas por el Señor hasta el Juicio, para Satanás y sus huestes! ¡Fuera, demonio!

Acompañando estas palabras, Conland rociaba al muchacho con agua bendita y blandía una cruz de madera enfrente suyo, colocándosela finalmente sobre su frente.

El poseído rugió, se sacudió y se desmayó. Había acabado.

El demonio se había ido.

Conland suspiró. Estaba empapado en sudor. Su sotana nunca se le antojó mas molesta como en esos momentos. Se derrumbó en una silla, exhausto, y pidió un vaso con agua.

Había sido un enfrentamiento duro. El demonio había dado batalla durante una semana, prácticamente. Pero ya había acabado.

Ahora, podía volver Norteamérica. A casa.

Lo que Conland no podía saber era que a la vuelta de su misión en Brasil, le esperaba otra difícil tarea. Una que requeriría de toda la fuerza que su Fe podía darle.