Disclaimer: Todos los personajes pertenecen a S. Meyer, excepto la Maestra Everth y lo que le pasa a Bella que es una experiencia vivida

Summary: Bella esta en una de sus clases de actuación, entro a ese taller sin darse cuenta que ahí encontraría a su amor imposible, Edward Cullen, de a poco él se convirtió en uno de los motivos validos por los cuales seguía yendo al taller, pero cuando el la rechaza poco a poco ella se cansa y decide rendirse.

Bella POV

Eran las 5:30 de la tarde, de una hermosa tarde de jueves en Phoenix, termine de arreglarme el desastre que tenia por cabello, tome el dinero del bus y Salí con una gran sonrisa, iba camino a mis clases de teatro, era una escapada de la horrible escuela y el lugar donde me sentía bien, a gusto, donde podía ser yo misma, sin duda era lo mejor que me podía haber pasado.

En la estación saque mi preciado libro de Cumbres Borrascosas, amaba a ese libro de una manera que nadie podía entender, cuando oí el ruido de un motor estruendoso, levante la vista y ahí venia el autobús.

20 minutos después llegue a la casa de la cultura en la que tomaba el curso de teatro, siempre procuraba llegar temprano para poder hablar con el, Edward Cullen.

Era guapo, terriblemente guapo, se movía con seguridad, era el mejor actor de todo el grupo, su voz tenia un tinte musical y era una de las mas hermosas que jamás haba oído, hablaba fuerte y claro, demostrando la seguridad en si mismo, era alto y tenia 16 años mientras que yo tenia 15, tenia unos ojos verdes que te imposibilitaban apartar la mirada de ellos, un cabello cobrizo que siempre llevaba con un aire rebelde, facciones que parecía haberlas hecho el propio Miguel Ángel, labios finos pero a la vez carnosos, nariz recta…

Una palabra lo describiría, perfecto

Y también, inalcanzable, nunca había salido con ninguna del curso, pero era de esperarse que tuviese novia en su escuela, solo lo veía los martes y jueves de 6 a 8, eran las cuatro horas mas felices de toda mi semana.

Antes de entrar al salón, procure arreglarme un poco, no es que yo fuese la belleza en persona, era delgada, floja, mi cabello a pesar de tener un tono bonito y ser largo, siempre se las ingeniaba para parecer horrible y desarreglado, mi piel era muy blanca, raro en el lugar donde vivía, lo único bueno es que en el sol se veía cremosa y algo bonita, pero aun así no era de las mejores, mis ojos eran grandes y de un profundo color chocolate, tenia unas pestañas espesas y negras, por lo que, aparentemente, mis ojos era lo único bonito que en realidad tenia, toque a la puerta y desde adentro de oyó un coro de "pase"

Entre al salón, y ahí estaba el, sentado en su silla hablando con la maestra Everth, nuestra maestra de teatro, me acerque a ellos para comenzar la ronde de saludos, como todos nos teníamos la suficiente confianza, nos saludábamos de beso

-Hola Miss- le sonreí y le bese en la mejilla

-Hola Bella- contesto ella

-Hola Edward- sin poder evitarlo me ruborice me acerque para dejar un casto beso en su mejilla, el cual respondió casi de inmediato, lo que me hizo sentirme en el séptimo cielo

-Hola Bella- en cuanto me aparte note una radiante sonrisa en su rostro, él siempre era un perfecto caballero, le sonreía a todos y era amable

Deje mi bolso en la silla que estaba a su lado, que gracias a Dios estaba libre, pero sin querer ser descortés le pregunté

-¿Esta ocupado?

Me miro y contesto con una pequeña sonrisa

-Claro que no

Termine de saludar a los pocos que ahí se encontraban y volví a mi lugar, al lado de mi amor imposible.

Después de un rato de conversaciones banas y sin sentido con Edward y la maestra, mientras llegaban más y más alumnos, Everth dijo que iba a resolver un asunto en la dirección y nos dejo solos, confiaba lo suficiente en nosotros como para saber que no haríamos un desastre total.

Después de unos cuantos segundos en silencio (cómodo a mi parecer) Edward se levanto y sin palabra alguna, se dirigió al lado de Lauren, otra compañera, yo espere, saque mi libro, pero no me podía concentrar, pensé en oír música pero había olvidado mis audífonos en casa, ya no me sentía feliz, ni cómoda, ni bien, ya no.

No se porque pero sentí la urgente necesidad de abandonar ese salón que de un lugar feliz y lleno de paz se había convertido en mi infierno personal, decir que me había mareado, que sentía claustrofobia o simplemente que se me hizo tarde y me tengo que ir, cualquiera de esas excusas serviría para mi. Pero no, no podía mostrarme tan cobarde ante un simple rechazo, que no era tan rechazo si no un simple "alejamiento", solo se había ido de mi lado pero yo solo quería tirarme en un rincón, hacerme una bola y llorar, hasta que mis ojos no pudieran derramar una lagrimas mas, hasta que quedaran secos de dolor y humedad, que mi voz se quedara sin fuerzas y mis piernas débiles y flácidas.

Seguía escuchando su voz, pero no hablaba conmigo, adoraba oír esa melodía y mucho más cuando era dirigida hacia mí, aunque en este momento era regalada para alguien más.

Me sentí como si estrujaran mi corazón en un millón de pedazos sin delicadeza alguna y con todo el odio posible que pudiera contener quien reducía a fragmentos mi órgano vital.

Algunas lágrimas se escaparon por la comisura de mis ojos por lo que baje la cabeza avergonzada

Fingí tener algo en el ojo para borrar las silenciosas lagrimas que evidenciaban el animo de mi corazón "como duele fingir estar bien" pensé con un dejo de amargura en la frase, por suerte nadie reparaba en mi así que rápidamente quite de mi rostro las evidencias de mi sufrimiento.

Sentí una mirada en la parte posterior de mi cuello, fija, si intenciones de apartar la vista, como si tuviera un gran letrero de neón que dijera: "MIRAME,MIRAME" pero no levante la mirada por miedo a que notaran el borde enrojecido de mis ojos, las pestañas húmedas y las marcas rojas en mi mejilla causadas por la violencia con la que me quite las lagrimas, por miedo a eso y por qué él lo notara, que viera el daño y la importancia que infligían sus movimientos ante mi

Se fue el sentimiento de "fija observación", pero no por eso levante la vista, seguí con la mirada fija en la parte de mis rodillas que quedaba al descubierto gracias a mi pantalón artísticamente desgarrado, no había imaginado la razón por la que me importaría tanto todo lo que el hacia, pero yo había conocido y vivido un amor parecido, sabia lo que se sentía y mis dudas se aclararon aunque me negué a aceptar que estaba enamorada de el de esa forma.

Para mi suerte, comenzó la clase, no me cruce con su mirada, ni el intento conseguir la atención de mis ojos, aunque tuviera asegurada la de mi mente, y si lo intento yo no me di cuenta, pasado un rato, sonreí un poco y todo pero en cuanto dieron puerta libre a marcharnos, salí de ahí corriendo si siquiera decir adiós a la chica con la que había establecido una conversación masomenos coherente, en cuanto puse un pie en el primer escalón un torrente de frescas lagrimas adornaron mi rostro y así camine rápidamente para llegar a mi destino, esquivando gente, cruzando calles sin levantar la cabeza, solo con pena en mi alma.


Bueno, esto me paso hace como 8 meses o un poco mas, ya lo olvide y todo, pero pues decidi ponerlo aqui porque me gusto como lo describí

Si les gusto dejen review y agreguen a sus favoritos, díganme si quieren una segunda parte, con un final feliz y bonito o si lo dejo así

Estoy participando en el New Year Contes de Diario Twilight, en mi perfil esta la historia se llama "NYC Sorpresa de año nuevo" Ahi esta el link del concurso y pues si les gusta voten por mi :D

Se despide Aislinn