Ficha del fanfic
Titulo: "Los Hombres de mi Vida"
Categoría:Romance/Drama.
Recomendado:+15
Serie Basada:Naruto Shippuden.
Desarrollo de la Historia: Universo Alterno.
Personajes Principales: Sakura/Sasuke [Primer Diario] - Sakura/Naruto [Segundo Diario] - Sakura/Sai [Tercer Diario].
Estado: En proceso.
N° Capítulos:1/…
Aclaraciones:
Ya se lo que piensan, al leer la línea de "Personajes Principales", sólo debo aclarar una cosa. Éste fic no trata de Sakura siendo promiscua o estando con uno y otro, trata de cómo los viejos amores te hacen lo que eres para tus futuras parejas, de cómo encuentras piedras en el camino, las cuales pueden hacerte caer y de que algunas veces se puede encontrar un estado de calma para volver a creer en el amor o abandonar todo para encerrarse en uno mismo.
Podría decirse que es un fanfic que trata de Sakura viviendo tres etapas, su adolescencia, su juventud y su madurez, al mismo tiempo conociendo lo que son tres amores. Puedo considerar éste fanfic un SasuSaku, NaruSaku y SaiSaku que no pierde el sabor de ninguno de sus parejas, así que... también recomendaría a quien quiere leer mi historia que lo haga si tiene una mente amplia para poder albergar en su corazón el sabor de varias sensaciones de amor para con estas parejas, estar en el escenario, vivir cada historia de amor como si el fanfic fuese uno neto de esa pareja y dejarse cautivar por la intimidante resolución y el dramático desarrollo que puede tener.
Porque a veces perdonar después de un corazón roto no es lo más difícil que te puede tocar, lo más difícil es volver a creer y reconstruirte para tener un corazón limpio y sano que sea capaz de amar y vivir.
Resumen:
Sakura se enamora de alguien, no sabe cómo reaccionar a ésta primera experiencia, no sabe cómo denominar a lo que tiene. Ésta parte de su vida va un poco rápido porque es parte de sus recuerdos. Su primer diario... lo escribe 10 atrás, ella tiene 15 años. Es ingenua y fácilmente deja que él la presione. Sasuke no sabe confiar en las mujeres y por ello cree que Sakura es como las demás. Quizá... parte de lo que ha vivido y ha experimentado está por cambiar ahora que conoce a la pequeña pelirosada. Pensando que el amor no es para él y temiendo tanto a entregarse a ése sentimiento que le quema el pecho.
Disclaimer: Debo aclarar que Naruto y todos sus personajes le pertenecen a Masashi Kishimoto :(
Nota: No al plagio por favor, copiar una historia que no es tuya y ponerla en otro sitio bajo tu nombre es plagio. Si ven mis obras en algún lado sin mi permiso ni mi nombre... avisen y/o denuncien al autor, gracias ^^
Los Hombres de Mi Vida
By Clarisce
Diario 1
La vida de la secundaria es tan vacía, veo hacia mi pasado y es lo único que puedo visualizar. Quizá puedo también ver que en medio de esa tortuosa existencia estabas tú, me hiciste la persona que soy ahora y estoy agradecida de haber madurado así, no tanto de no tenerte para poder mostrártelo.
Querido Sasuke... quisiera que me vieras ahora porque yo te veo a ti, claro como si éste mañana no fuera parte de muchos ayeres.
Se hunde en un montón de tarea, el reloj va pasando lentamente y se pregunta cuándo sonará la campana. Su compañera, Ino, no repara en retocarse sin importarle que el profesor la fuera a ver.
- "Es una descarada" –piensa Sakura ondulando su larga cabellera entre sus dedos.
- Haruno.
El maestro se ha detenido frente a su pupitre.
- ¡Eh! –dio un salto y vio a quien le llamaba la atención- Ma… Maestro Kakashi.
- ¿Te es aburrida mi clase? –preguntó con ojos tranquilos.
- No, señor, sólo… eh… yo…
- Pon atención, por favor. Quizá la educación no sea algo que valores ahora pero más tarde lamentarás no haber aprovechado.
- Sí, señor –dijo muy atenta.
Después de clases tanto Ino como Sakura se encontraron en la cafetería, la pelirosada se encontraba perturbada, más que todo molesta y desganada por su desempeño en aquella clase. La rubia simplemente cruzaba las piernas y trataba de darle ánimo.
- Vamos, no pasa nada.
- Si… eso dices, pero me afecta –murmuró muy baja en estima.
- Ya verás, un día de estos se tragará sus palabras. Eres la mejor en clase de cálculo y física. Creo que llegarás a ser importante –le tocó la frente- no creo que esa cabezota tan grande no guarde nada especial.
- Yaaaa –se quitó la mano de su amiga riendo.
Pero los ojos de Sakura se desviaron nuevamente, esta vez sin disimulo alguno. Era… Uchiha, Sasuke Uchiha, quien revoleaba su llavero entre manos, tras él se encontraban Naruto y Sai, compañeros suyos y mejores amigos, muy unidos a él.
- Oh… me metería entre sus piernas toda la noche~
Irrumpió Ino con un comentario que sonrojó el rostro de su amiga, la cual no pudo ocultar su vergüenza, al instante el Uchiha volteó la mirada hacia ella y sonrió divertido, en cuanto Sakura se dio cuenta hundió, como una desquiciada, su rostro entre sus brazos, para que no la viera, el acto hizo que él diera una risilla.
- ¿Qué pasa? –preguntó Naruto.
Le extrañó que su compañero, el que usualmente es serio y frío con todo sacara aquella risilla de la nada.
- Es… esa chiquilla. Siempre hace caras raras –dijo el Uchiha recuperando la compostura.
- ¡Oh Dios! Dime que ya se fue –sopesó Sakura.
- Cálmate –Ino le dio una palmada en la espalda.
- Oh –el rostro del Uzumaki se iluminó pero trató de ocultarlo- y… eh…
De la nada salió una joven, muy hermosa, piernas largas, ojos expresivos y labios bastante pintados. Otra fan del Sasuke, era de esperarse, Naruto puso cara de expectativa, era típico que se presentaran pero siempre eran rechazadas.
- Sa-su-ke-kuuuuun~ hoy haré una fiesta en mi casa, quisiera que… no se… pasaras a divertirte un rato. Habrá bebidas y claro… -le dio una mirada coqueta- yo podría hacerte pasar un buen momento.
- … -suspiró y vio hacia otro lado- estoy ocupado –se retiró hacia el expendedor de patatas.
- ¡Oi! Sasuke. Espérame –le siguió al igual que el callado Sai.
- ¿Qué querías decir? –preguntó Sasuke.
- Uhm… yo… bueno, quería saber si estabas interesado en –la bolsa de patatas se atoró y Naruto le dio una patada a la máquina expendedora para terminar esta tortuosa cuestión- Sakura –bajó la voz.
- ¿Quién? –preguntó abriendo la bolsa de patatas.
- Eh… nadie, digo… escuché ese nombre, es la chica de caras raras –fingió, pero el Uchiha tampoco se interesó por descifrarlo así que lo dejó pasar.
- Es muy fea –añadió y procedió a comer con mucho agrado.
- Voy a clase –interrumpió Sai marchándose.
- ¿Qué le pasa? –preguntó Naruto volteando a ver a su compañero, pero mientras tanto… Sasuke se había perdido de su rango de vista también- ahhh –suspiró- realmente no saben conversar como personas normales.
Y el desazón de aquel encuentro desafortunado fue siendo borrado y de a poco no fue más que un recuerdo en una tarde. Con el sofoco causado por el calor, Sakura se vio obligada a salir por bebidas refrescantes a una tienda cercana a su hogar. Su habitación era un horno y la cabeza iba a explotarle si no se daba un descanso.
Entró a la tienda y sin querer tropezó con la alfombra para caer al piso. Algunos muchachos se rieron, mientras se disponía a ponerse de pie una mano se acercó a ella para ayudarle, ella muy agradecida de que hubiera alguien MADURO que no se riera, aceptó levantarse apretando esa mano.
Y entonces se vio perdida.
- SAS-SASUKE-KUUUUN –cubrió su rostro sonrojado. Lo había tomado de la mano.
- Deberías tener cuidado –agregó sin mucho interés.
- Lo-Lo siento.
- Trata de no ser tan torpe –se alejó.
- E-Espera, Sasuke-kun… -esperó hasta estar a su lado mientras él escogía algunas bolsas de caramelos- que-quería… agradecerte.
- No salvé tu vida. Ya tranquilízate –sugirió sacando las bolsas.
- Es que… yo… ah… -pensó bajando la cabeza levemente, sus labios entreabiertos dejaron caer saliva involuntariamente y Sasuke… la estaba mirando.
- ¡Ahhh! –gritó limpiando de inmediato pero él ya la veía.
- Jajaja… ya te recuerdo, eres la chica rara. La verdad me imaginaba que eras más normal –le sonrió.
La pelirosada se escondió entre sus cabellos, había sido totalmente avergonzada, de principio a fin y la tortura no acababa para ella sino que ahora incluso había babeado frente a él como una tonta.
Tragó saliva y dando una reverencia dio la vuelta para marcharse. La mano del muchacho la detuvo y le sonrió.
- No te sientas así.
Entre tanto ruido pudo escuchar sólo su voz, era profunda, atrayente y dulce. Creía estar en un sueño, era la primera vez que hablaba con él y se sentía como si fueran amigos de toda la vida. No sólo compartir un mismo espacio con él, sino también… conversar de cosas triviales, de que él no fuera como otros muchachos, de que a su lado su corazón latiera como un caballo desbocado.
La pelirosada tenía telarañas en su cabeza.
- Eres interesante.
Sus palabras volvieron a resonar en aquella cabeza loca. Si no hubiera sabido que estaba realmente despierta se hubiera pellizcado la mejilla. Lo miró y con anhelo concibió que ese amor que había sentido por él desde la primera vez que le vio volvió a surgir en ella y que como un millar de pétalos podrían tocar la tierra, si es que cayeran del cielo.
Llegó casi tropezándose a la habitación que había dejado momentos antes, se puso la mano en el corazón y respiró tan agitadamente, si no fuera real… si no lo fuera la botella de agua que sostenía en sus manos no sería real…
Un momento, ¿botella de agua? ¿Pero cuándo?
Sin quererlo había convertido su sencilla reputación en la de una ladrona. Un agudo chillido le hizo recordar que se llevó esa botella de agua sin pagar y lo primero en lo que pensó fue en lo que pensará Sasuke de ella en ese momento.
¡Diablos!
A la mañana siguiente se encontró divagando en aquel encuentro. El comedor de la escuela estaba tan desierto esa tarde, sólo unos cuantos alumnos de cursos inferiores y unos vagos de cursos superiores. Y claro, Ino tampoco aparecía en esos momentos de tanta tensión.
- ¡Hey! Escuchaste… Uchiha Sasuke está en el baño de mujeres con otra de sus atracciones –dijo una muchacha entrando con otra compañera suya.
Los oídos de la Haruno escucharon eso y todo su cuerpo se desplomó en una ola de tristeza. Sus ojos quisieron llorar por algo que ni si quiera era suyo pero bueno, ese sufrimiento era real.
Se puso de pie y quiso salir de ahí, no era la primera vez que ella escuchaba eso pero ella no era sólo un agente externo. No era como esas chicas, deseando haber sido 'ellas' las que estuvieran en esa ocasión con él.
Quizá si no le hubiera dicho que era 'interesante' en ese momento no estaría como un pedazo de papel mojado. Aunque tampoco le dijo que sentía algo, era ridículo pensar en eso.
Volvió la mirada y en su camino estaba Sasuke caminando como si nada hacia ella, la pelirosada bajó la mirada, estaba nerviosa, pero fue para nada, ni si quiera la reconoció… fue como el viento, no, era peor, ni si quiera se sintió una leve brisa, ni el típico silbido del viento. Verlo le recordó por qué lo había catalogado de "imposible", esa camisa desarreglada, lápiz labial en el cuello, cabello revuelto, ojos cansados, era el playboy más deseado y quien más sexo en esa escuela había tenido, claro está y sin exagerar, porque las mujeres bellas no abundaban en ese ambiente.
Sus gustos eran simples: mujer estéticamente perfecta.
Sakura, no lo era, pechos casi planos, rostro de infante, corte de cabellera de primaria, falda de escuela de monjas, sin maquillaje ni argollas, nada que la distinguiera, alumna modelo y… bueno. Era una buena hija, una destacada estudiante y nada atractiva a su edad. No era que quisiera ser todo eso, pensaba que no lo necesitaba pero a veces… sentía que le hacía falta un poco de ese toque a su vida.
Más tarde en el salón de clases Ino se retocaba otra vez el maquillaje mientras veía su reflejo en un espejo, Sakura había pasado hasta su asiento sin hablar.
- Frentezota, ¿dónde te metiste?
- Nnnh… -gimió torturada ocultando su rostro- no empieces con eso ahora.
- Jajaja, no sabes lo que me pasó hoy. Tengo que contarte –le dijo Ino.
El maestro entró al salón.
- Cuéntame luego, no quiero que me regañen, de nuevo…
- Uhm –asintió.
Persiguió una vez más su sueño, el que no creía posible y ahora estaba a punto de ver cuán imaginario podía ser. La clase había terminado sin más percances e Ino se había ido antes de tiempo porque tenía compromisos con su novio, otro muchacho con problemas con la ley.
No contaba los minutos para irse, hasta que escuchó una voz conocida.
- Tardaste demasiado para salir, ¿tanto te gustan las matemáticas? –dijo Sasuke arrugando su nariz, lucía lindo con aquel gesto.
- No –agregó nerviosa, tenía que alejarse de él.
Se había adelantado a él como a 10 pasos, por si acaso fuera a intentar decirle algo tomándola del brazo otra vez. No debía ceder a la tentación.
- Sa-Sakura, ¿verdad? -preguntó
En vez de no contestar e ignorar todo ello, levantó la mirada confusa pero alegre, de alguna manera, al sentirse reconocida. No debió dar vuelta y sonreír como si nada, porque todo desencadenó una historia…
Las reacciones desdeñosas de Sasuke, su falta de interés, su forma de tratarla era irremediable. Parecía a veces que él no sentía el dolor que ella sentía. A pesar de estar juntos él no dejaba de engañarla, Sakura ignorante a todo parecía tratar de sobrellevar esa relación por el profundo amor que le tenía. Pensando, estúpidamente, que él cambiaría su forma de ser… porque por momentos él se convertía en el príncipe que amaba, con esa sonrisa encantadora, ojos dulces y todo para seducirla… pero luego, desinteresado y lejano a ella.
Sin embargo esto, que tan destructivo se convertía en un abrir de ojos era lo que ambos vivían, que él quería vivir, que ella aceptaba. Algo que NO era correcto.
- ¡¿Te dije que me llamaras? –gritó él.
- No… sólo… bueno, quería saber si podrías pasar por mí hoy. Sabes… -jugueteó con el cable del teléfono.
- Sakura, no tengo tiempo para tus acertijos, estoy ocupado –advirtió molesto.
- ¡Hoy es mi cumpleaños! –dijo casi en grito.
Un silencio se dejó venir.
Después de todo esta situación, una relación, con sus complicaciones y bienaventuranzas era algo que ambos sobrellevaban juntos. Aunque… en ciertos puntos Sasuke era como una olla hirviendo, era intolerante y siempre estaba de mal humor, en ocasiones la pelirosada podía ver a través de sus ojos, veía a través de él y eso quizá era un problema.
Repudiar las miradas de bondad o de amor eran la especialidad de Sasuke, podría tratarse de algún problema con su corazón o bien podría ser que no soportaba la idea de quedar prendado de alguien, amar y luego perder, amar u odiar después. Tal y como sus padres habían sido, el Señor Uchiha lleno de dinero siempre inventando una excusa para seguir con su millonario imperio y la Señora Uchiha en busca de satisfacción, al no obtenerla de su esposo encontrar aquello en extraños, que a muy corta edad Sasuke tuvo que soportar…
- Pareces una niña. No me llames por cosas estúpidas. Además creo que estás en edad de dejar los ponis y payasos de fiesta atrás –le colgó.
- ¡Sasuke… kun… -colgó después Sakura aguantando las lágrimas.
- ¿Por qué la tratas así? –preguntó Sai.
- Afff~ -suspiró Sasuke.
A lo lejos pudo ver como Naruto llegaba con unas sodas, habían ido a comer a un Mc'Donald, ya que se encontraba cerca del departamento de Sai.
- ¿Qué pasa? –preguntó Naruto, depositó las sodas en la mesa y tomó asiento- ¡Ey! No se callen cuando llego –hizo un puchero aniñado.
- Una tontería –quiso esquivar la respuesta.
- Idiota –respondió Naruto y sorbió un poco de soda, estaba sediento como un caballo.
- Bueno, yo me voy. Lleva a casa a éste inútil… -dijo Sasuke a Sai, a lo que Naruto relinchó para burlarse.
- ¡Sasuke ni si quiera te has quedado 5 minutos! –gritó de inmediato el rubio.
- Tengo un asunto que resolver y no te importa lo que es –Sasuke era reacio pero no frío en su respuesta.
El Uzumaki se cruzó de brazos esperando que su amigo cambiara de idea pero se levantó de la mesa y dejando un billete se fue. Quizá a una cita con alguna de sus amigas, lo detestaba pero no podía hacer nada para cambiarlo, así era.
- ¿Y a ti qué te pasa? No has dicho nada –el rubio se dirigió a Sai.
- Nada.
- ¿Por qué estás de malas? Pensé que Sasuke era el único que parecía tener la menopausia –arrugó la media sonrisa que tenía con ese chiste despintado de tanto decírselo a su amigo.
- ¿A ti… te gusta Sakura? –preguntó Sai.
A los segundos las mejillas del Uzumaki se enrojecieron pero no presentaron más expresión que la de tristeza, seguida de una conformidad, dado que ella era la novia de su amigo y que a pesar de todo no quería meterse en la relación suya.
Además era obvio que Sasuke era mujeriego, todos lo sabían y si a pesar de ello Sakura le amaba, quizá era una relación unilateral no dependiente en la que no estaba incluido el respeto propio. Entonces se sintió molesto.
- Jeje… ella no es mi problema.
- Deberías verla hoy –dijo inexpresivo dejando un billete al lado del dinero de Sasuke y marchándose.
Escuchando aquellas palabras, quizá reaccionó un poco pero por la forma en que Sai lo dijo quizá había una razón para hacer lo que decía. No sabía si esto era una locura, no la había visto en mucho tiempo, cuando estaban juntos o se encontraban no hablaban, porque siempre estaba presente el Uchiha, por lo mismo era una comunicación nula.
Recordaba la primaria, hacia años, cuando la conoció y hablaban, de pronto todo cambió y ella se volvió muy inteligente como para llegar a ser su amiga, comenzó a juntarse con chicas y él con chicos. Todos cambian, todos… el tiempo vuela.
Apretó los dientes y sacó un billete para dejarlo en la mesa e irse corriendo a verla. Sabía donde vivía y, ¡demonios!, iría a verla aunque fuera lo último que fuera a hacer. Después de todo no hacía nada malo porque… no tenía una mínima oportunidad, si ella amaba a Sasuke a pesar de todo, posiblemente su 'amor' era demasiado fuerte o su obsesión… quizá, no era nadie para juzgarla, quizá él también estaba obsesionado con ella.
Sacó su teléfono y se dio cuenta de que el teléfono de Sakura no era el mismo, lo habría cambiado. Maldito Sasuke; no tenía el valor de llamarle y preguntar.
Corrió como un maniático hasta la calle que daba al balcón de Sakura, iba a gritarle para que saliera a ver pero pensó, por una vez en su vida que no era prudente, y decidió lanzar una piedrita.
El celular de Ino vibraba pero Sakura sólo lo miraba con tristeza mientras se acurrucaba más en su cama con unas pocas lágrimas bordeando sus ojos.
De pronto el sonido intermitente de un golpe en su ventana… la levantó, se limpió las lágrimas y de inmediato pensó en Sasuke, ¡había venido! Se limpió un poco el rostro, trató de arreglarse el cabello con las manos y abrió la ventana para verlo.
- ¡Sakura-chan!
Los ojos de la pelirosada se quedaron fijos hacia él.
- ¡Hey! Bueno… Sakura-chan, no se si me recuerdes pero soy… Naruto, ehm… Uzumaki, me sentaba atrás de ti en matemáticas, cuando cursamos la primaria y… también por Sasuke, este… yo… sólo pasaba por aquí y quería… saludar –agregó todas las palabras que podía a su boca.
- Te recuerdo –dijo ella tranquila, un poco decepcionada pero al fin… más tranquila, no debió ilusionarse en primer lugar.
- ¿¡Qui- Quieres salir! –preguntó con voz alta.
La pelirosada pensó en lo que le dijo, metió su cabeza a su cuarto y dio dos vueltas, luego volteó hacia su celular… ningún mensaje, ninguna llamada de último momento, ninguna maldita disculpa. Sasuke era cruel.
Tomó una chaqueta y corrió escaleras abajo para encontrarlo. Cuando giró violentamente lo encontró aún ahí, el rubio estaba sentado en el césped de la propiedad, la miraba muy raro, al menos eso a ella le parecía.
La situación era menos exagerada pero al menos así ella no sintió la soledad del desprecio de aquel que amaba a pesar… de todo.
- ¿Te mandó Sasuke-kun? -preguntó ella.
- No, esto… es un impulso, estoy seguro de que él me mataría si supiera que vine.
- ¿Lo crees? –dijo divertida.
- Claro.
- Él… -se puso seria, caminaban por una vereda y casi atardecía- me engaña, lo se. Piensas que soy una tonta, ¿verdad? Como todos –dijo resignada- pero a pesar de todo él es bueno, lo se… y nuestra relación no es un noviazgo, sólo somos… amigos.
- Sakura-chan… -la vio a los ojos, los cuales se reflejaban la bondad de su alma- conozco a Sasuke desde que éramos niños, nuestros padres eran socios, él no sabe cómo confiar en las mujeres, sólo las usa, no sabe amar pero desde que está contigo muestra actitudes que creí que nunca vería en él. Supongo que vale la pena lo que ustedes tengan, aunque no sepan si es una relación o una amistad. Creo que él… puede amarte –repitió lo que creía a pesar de su dolor.
- Pero… él… me engaña, es la realidad –volvió a caminar por la vereda mientras el rubio la seguía.
- ¡Sakura-chan! –la tomó por ambos brazos- no… no lo hagas, eh… -la soltó de inmediato- jeje, lo siento, lo siento.
- Será mejor que te apartes, N A R U T O.
La voz fina era de nada más y nada menos que Sasuke. Ambos, tanto la pelirosada como el rubio susurraron el nombre del extraño presente al verlo. Había llegado y no se veía nada feliz.
Estaba furioso.
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…
Fin de Episodio 1
