Una persona desconocida

Otra vez la misma rutina, otra vez teniendo que levantarse temprano para ir a la escuela, lo mismo de todos los días, así era la vida de Flaky, una chica pelirroja de 16 años de mediana estatura que todos los días iba a una aburrida escuela.

"Ah… ya me debo levantar" pensaba ella recién despertándose. Rápidamente se puso su polera roja, su falda negra y sus botas, desayuno lo primero que vio en la cocina y partió rápidamente a su escuela.

Llegando a su escuela lo primero que vio fue un gran letrero que decía su nombre: Tree Town. Era una de las escuelas de la ciudad Happy Tree, que sin dudas, era prestigiosa, una de las mejores. Flaky entro hacia el pasillo, con el leve presentimiento de que algo malo iba a pasar.

De la nada apareció una chica de pelo azul, con un vestido azul nuevo que lo lucia con todos los hombres, que pronto estaría rodeada de ellos. Observo a su alrededor, asegurándose de que todos los chicos que estaban presentes se fijaran en ella, su rostro se veía un toque de glamor a la vez de felicidad, pero pronto cambio esa expresión apenas vio a Flaky en el pasillo, se acerco a ella y le dijo:

- ¡Oye tu! Me estorbas demasiado aquí, te dije que no te acercaras, la "lección" que te dieron mis admiradores ¿no te vasto? Eres una basura, ¡aléjate!

La peli-azul empuja a la pelirroja provocando que esta se callera. Esa era Petunia una de las chicas más populares y más codiciada por los hombres. Después de que ella se fuera con su montón de hombres por detrás, Flaky aun seguía en el suelo, no tardo en taparse la cara con sus manos y llorar. Era muy común en ella, por ser una chica tímida, a la que todos ya la habían golpeado más de una ocasión. Era muy triste verla en ese estado, y más triste aun era que nadie la ayudara, que nadie la quería, hasta que…

- Disculpa, ¿Por qué lloras?

Un chico de pelo verde, alto, con uniforme militar y una boina verde le dio la mano, la chica lo escucho algo impresionada, nunca nadie en esa escuela la hubiera ayudado antes. Al verlo lo primero que izo fue pararse, al fijarse bien como era el chico se sonrojo, nunca lo había visto antes por esa pequeña ciudad en la que vivía. Con miedo y desconfianza se acerco a él, el chico se dio cuenta de las lágrimas de su rostro, le paso un pañuelo y le dijo:

-No llores ¿está bien?, no me gusta ver a una chica llorar.

Con eso bastó para que la chica empezara a cada vez a sonrojarse más. Ella hubiera preferido conocer más al chico pero el destino quiso lo contrario. Sonó la campana para entrar a clases. El chico al escuchar la campana le dijo:

- Me tengo que ir, ojala pueda verte de nuevo.

Y se fue.

Flaky lo miro como se iba hasta que desapareció por ese largo y angosto pasillo, sin reaccionar aun, muchas preguntas surgieron por su mente y una de ellas fue ¿Quién era ese chico?.