Fic: Recuerdos de ojos verdes.
Palabras: 490 [Drabble].
Autora: Neissa.
Pareja: Severus/Lily.
Género: Drama/¿Romance?
Disclaimer: Harry Potter es propiedad de la gran J. K. Rowling. Yo sólo utilizo su mundo para crear esta historia.
Dedicado a mi mejor amiga y fanática de Severus Snape. Un beso enorme, Natalia~
Besos apresurados, caricias ansiosas, placer malsano. Otra vez, de nuevo. Cuando ella entra y declara sus intenciones, te es imposible reprimir tus instintos. No puedes ser frío o responder con sorna a tales absurdas e inapropiadas palabras. Esa imagen que cruza el umbral de la puerta te sumerge en tu antiguo carácter, en tu yo joven no tan amargado. Porque, sí, en aquella época también sufrías en silencio, pero estaba ella con su sonrisa para olvidarlo todo.
―Pr-profesor ―gime, pero tú sólo escuchas salir de su boca un suave y dulce "Severus". La besas de nuevo para impedir que diga algo que rompa aquel delicioso encantamiento.
Bajo su falda, la piel es suave y tersa, tal y como te habías imaginado. En realidad, no podía ser de otra forma. Toda ella es suavidad y delicadeza. Sus cabellos rojizos refulgen a la tenue luz de las velas. Ese color parece aún más fuerte junto a los oscuros calderos y los sucios frascos de esta sombría mazmorra. No puedes hacer otra cosa que mirar los brillantes ojos verdes, independientemente de lo que estás haciendo. Así la ves de nuevo una vez más. Así puedes disfrutar de ella una vez más. Tu comportamiento es incorregible y absolutamente inaceptable. Lo sabes, pero decides no darle importancia. ¿A quién haces daño? Sólo a ti, y eso a nadie le importa.
Con un hondo suspiro ella baja de la mesa y se coloca correctamente la ropa arrugada. Sonriente, se vuelve y te dice con picardía:
―Deséeme suerte para el examen de pociones de mañana, profesor.
Observas como se va pensando que sí, que no tienes otra opción que beneficiar académicamente a cada una de esas descerebradas niñatas. Después de todo, es culpa tuya. Tú las haces acudir a ti con esperanzas de subir su raquítica y risible nota a cambio de algo tan fácil como ofrecer su cuerpo. Ellas saben cuáles son tus únicas condiciones.
Siempre pelirrojas. Siempre de ojos verdes.
Otra no vale, ya lo han intentado. No entienden por qué, pero no reflexionan demasiado sobre la extraña conducta del profesor más frío y excéntrico de Hogwarts. Los requisitos están a la vista, sólo hace falta ser discretas. Las Slytherin son las mayores beneficiadas por el extraño fetichismo de su profesor y las que más encantadas acuden a él. Se creen que ellas son tus preferidas, dado que pertenecen a la casa que lideras.
No saben que tú las desprecias a todas.
Porque ellas cumplen tus más oscuros deseos, pero a la vez te recuerdan lo que en verdad deseas y no puedes conseguir. Únicamente se parecen a ella en aspecto, pero en nada más. Tu enfermiza obsesión alimenta el recuerdo y vuelve tu deseo insaciable, sumergiéndote en la más absoluta oscuridad, hundiéndote un poco más al tocar a una nueva alumna. Porque tus deseos nunca se hicieron realidad en el pasado. Porque Lily Evans nunca fue tuya.
Y no iba a serlo nunca más.
