Para cuando tú vuelvas
Capitulo 1: Recuerdos amargos
-no estés triste por favor- le rogó a la mujer que amaba, consolándola de llanto.
-te prometo- le dijo también sollozando y abrazándola, -que al traeré de vuelta; ella volverá, cueste lo que me cueste-.
...
Despertó de golpe, algo asustado y sudando frío. Todas las noches era la misma escena, de hacía más de dos meses atrás.
Sentado en la cama, se tomo la cabeza; cansado de desesperación.
Miro un segundo hacía el costado, encontrando una mesita con una lámpara; allí había dejado sus tres katanas, y algo muy especial. Tomo, una foto que había dejado en la repisa; tiro levemente hacía atrás, y se quedo mirando.
En la imagen se veía a una de las más famosas bandas de piratas en las últimas décadas, Zoro suspiro.
-parece increíble que ya hayan pasado siete años- se dijo para adentro; así es, hacía exactamente siete años, el joven Sombrero de Paja, autoproclamado "Rey de los Piratas" había sido ejecutado, dejando atrás una nueva era de piratas que buscaban libertad en el mar.
La tripulación solo duro un par de meses más, con sus sueños cumplidos; el mayor sueño era volver a sus hogares, ya que habían decidido regresar a sus hogares. Fue difícil la vuelta hacía atrás, pero de a poco; vio como Franky volvía a Water Seven a retomar la Franky Family sin que los marines se dieran cuenta.
Volviendo a visitar a Vivi, en Arabasta; con el gran acontecimiento de que la joven ya era reina del país. Aun que claro, en Alaburna se le había echo una gran conmemoración a su antiguo salvador; Monkey D. Luffy.
Llegaron al Reino de Sakuras y Choper no sabía como hacer para dejar de llorar al despedirse de sus nakamas.
En la Reverse Mountain, Brook dejo a sus camaradas largando lagrimas en el camino, al volver a reencontrarse con Laboon, e invitarles a escuchar el Sake de Binks una vez más.
Gracias al Sunny, atravesaron el Calm Belt; a duras penas a causa de los monstruos marinos y los reyes de mar.
Pero llegaron a Villo Coco; donde Nami invito una noche a sus compañeros en su hogar, antes de partir.
No muy lejos encontraron el Barati, donde Sanjy; les dio provisiones a todos antes de volver a irse.
En la Isla Syrup, donde los últimos tres tripulantes bajaron y dos de ellos presenciaron el cariñoso abrazo de Usop y Kaya al reencontrarse; decidieron dejar el Sunny con Usop, ya que era el ultimo recuerdo del Merry que les quedaba.
Zoro no recordaba donde estaba la isla de su hogar, pero Robin accedió a acompañarlo y ayudarlo a encontrar su hogar.
Un par de semanas después de buscar dieron con la isla.
Mientras miraba la foto, algo rasgada por los años; recordaba perfectamente lo sucedido.
...
Zoro dio un salto desde el barco que les habían prestado tiempo atrás.
-¿estas seguro que seguro que vivías en esta isla?- le pregunto Robin desde el barco encallado.
-si, allí a lo lejos esta el dojo del viejo sensei- explico Zoro, señalando una posada lejana.
-ya veo, entonces que tengas buena suerte- le dijo Robin con vos intencional.
-¿eh? ¿A dónde iras?- pregunto el joven espadachín, que se había convertido en un joven casi adulto, se había dejado crecer el pelo levemente y tenia una herida relevante en parte del cuello.
Robin le miro, aun viendo la cara de aquel joven espadachín de hacía más de tres años atrás. Dio un pequeño salto para bajar junto a él.
-yo ya les había dicho que no tenia adonde ir y donde volver- explico, tal vez era algo mayor; pero la belleza de la joven arqueóloga no se había ido, para nada en esos años; sus cabello estaba levemente ondulado y más largo.
-claro- dijo Zoro con la mirada baja, -¿y... ahora que aras?- le pregunto mirándola.
-no lo sé- dijo mirando al cielo, mientras un viento hacía que su cabello ondeara. Zoro, pensó unos momentos.
-si quieres- dijo con la mirada baja e inclinada, -puedes quedarte un tiempo aquí; te lo debo, por ayudarme a encontrar mi hogar- explico. Robin le miro, y sonrío levemente.
-gracias, Zoro- dijo levemente.
...
Una lagrima cayo por la mejilla de Zoro, se levanto y se apoyo para ver por la ventana. Rápidamente, se asusto. Había marinos entrando por las puertas del hotel; sabían que adentro había un ex-tripulantes del Rey de los Piratas.
Dejo sus pensamientos en otra parte y se vistió lo más rápido que pudo, tomando el bolso que traía y sosteniendo sus katanas en su haramaki (la faja).
Salio por la puerta, comenzando a correr; encontrándose con los marinos desde lejos en un pasillos. Y comenzando a correr por los pasillos.
-¡Roronoa Zoro deténgase!- escucho un grito desde atrás, y apuro el paso. Saliendo por la salida trasera del hotel; y corriendo por la calles. Desapareció cuando los marines salieron del hotel, en la mitad de la noche ya no se veía nada.
Zoro miro de reojo a los marines desde lejos, y suspiro escondido en un callejón oscuro.
Al mirar al frente, diviso una pequeña taberna. Al no ver a ningún marine cerca; encamino al local.
Al entrar, ya había varios piratas sentados a los alrededores, sin muchas ganas camino hasta la tabla de tragos y se sentó, junto a un tipo que parecía que se había dormido después de varios tragos.
-¿Qué le sirvo?- pregunto el tabernero, llevando la atención de Zoro.
-lo que sea; con el tal de que no me deje dormir- le pidió; el mesero asintió y comenzó a toma varias botellas distintas, y mezclando tragos, para terminar dándole un trago muy extraño a Zoro. Lo tomo y lo miro mientras sostenía el vaso.
-oi, si llegas a tomarte eso; morirás antes de tiempo- bromeo un tipo que se sentó a su lado de repente.
Zoro le miro extraño y se tomo la bebida de un trago.
-ash... déme otro- dijo enseguida, poniendo el vaso al frente.
-vaya, eres fuerte; soy Coúnan, mucho gusto- le dijo, sonriendo con un cigarrillo en la boca.
-¿para que decirte quien soy, si será la única vez que nos veamos?- pregunto Zoro, mirándole levemente; el muchacho tenia el cabello castaño, pero le molestaba que se le pareciera a Sanjy.
-je, pues; te ves fuerte, si aceptas, podrías entrar a mi tripulación- explico, señalando una mesa en la cual había varios más sentados mientras bebían sake y reían.
-no puedo... estoy buscando a alguien- explico.
-ya veo- dijo dándose la vuelta y apoyando su espalda en la tabla, -de verdad, podríamos ayudarte en tu camino- le propuso, Zoro no le miro y se tomo el siguiente baso que le habían servido, -uf, al menos dime cual es tu nombre- le dijo resignado y algo enojado Coúnan.
De golpe a la puerta de la taberna se abrió estruendosamente, los marines enseguida entraron.
-¡esperen, aquí no hay ningún piratas buscado que yo conozca!- grito enojado el tabernero, dueño del local; señalándolos. Zoro aun mantenía la mirada baja.
-claro que si- dijo el marino del frente, -¡tu!- señalo al frente, el joven de cabello verde se dio vuelta.
-¡Roronoa Zoro, quedas arrestado por haber sido tripulante y ayudado al Rey de los Piratas!- grito, de golpe todo el mundo quedo callado, Coúnan se le quedo mirando.
-tu eres- le dijo sorprendido. Zoro se levanto, y agarro del mango su preciada Wado; miro al frente.
-así es, ese soy yo... ahora, ¿Qué piensan hacer?- pregunto, con una mirada que congelo a todos en el momento.
Nota de la autora: Bue, he comenzado un nuevo fic. Este fic se me ocurrío hace unos días.
Pasaron 10 años desde la línea que todos conocemos de One Piece, 3 y medio pasaron para encontrar el tesoro y para la muerte de nuestro nakamas favorito, y pasaron otros siete más.
La historia se centrara en la búsqueda de Zoro; más adelante explicare mejor lo demás.
