Eran apenas las 8 de la mañana cuando Kagome salió de su apartamento en el centro de Tokio hacia su trabajo, tomo su bicicleta (pues el edificio donde trabajaba no quedaba muy lejos de allí) y en cuestión de media hora llegó como siempre temprano para comenzar el día laboral.
Kagome trabajaba en la revista Corazón de Mujer, ella era la encargada de la sección de cocina, su trabajo consistía desde poner fáciles y divertidas recetas para toda ocasión hasta los reportajes de las diferentes convenciones culinarias alrededor de toda Asia y Europa, justo en esos momentos se encontraba haciendo los preparativos para el viaje que tendría que hacer a Londres donde sería la próxima convención dentro de dos semanas. Al terminar eso y habiendo entregado las recetas y una que otra noticia de su sección, Kagome salió de su trabajo más temprano que otros días y aprovecho que terminó pronto para quedar a comer con Koga, su mejor amigo desde secundaria.
-¡Kagome!, ¿Llegaste hace mucho?-le preguntó su amigo después de darle un ligero beso en la mejlla-
-no, casi acabo de llegar Koga-le respondió está sonriendo-
Llego el mesero y los guio hasta la mesa que Koga siempre reservaba para comer, ambos pidieron la comida y cuando se la trajeron comenzaron de nuevo su plática.
-y dime, ¿cuándo te iras a la convención, Kagome?
-pues dentro de tres días, ¿por?-le respondió mientras tomaba bocado-
-mm solo curiosidad, sabes cómo te extraño en esos viajes-le respondió tomándola de la mano-
-lo sé, a mí me pasa igual-le sonrió , aun sabiendo que eso no era del todo cierto-
Siguieron comiendo y Kagome noto un poco nervioso a Koga, pero no le dio mucha importancia, pues siempre que se iba de viaje él se ponía igual, pues desconfiaba de los aviones desde la vez que le toco una tormenta viajando hacia España y tuvo que aplazar el viaje casi un mes, para cuando llegó el postre se dio cuenta que no era el que había pedido.
-disculpa-le dijo al mesero-pero este no es el postre que pedí
-dejalo Kagome, yo lo pedi para ti-le dijo Koga- se puede retirar y gracias-le dijo al mesero-
-y ¿a que se debe esto?-pregunto extrañada-
-pruebalo y lo sabras-le dijo el-
Kagome así lo hizo y al primer bocado se dio cuenta que traía algo metálico en la boca, cuando lo escupio con sorpresa vio que era un anillo con lo que parecían ser diamantes.
-Koga, esto es-dijo ella sorprendida, sabia que Koga la quería mas que a una amiga, pero jamas pensó que se le declararía-
-es solo una muestra de lo que siento por ti-le dijo el un poco sonrojado-
-pero Koga tu y yo apenas nos conocemos-le dijo esta-
-eso no es cierto, llevamos años conociéndonos
-si, pero como amigos, nunca como algo mas
-eso no importa Kagome, yo te amo desde hace mucho y tu lo sabes, además yo me e dado cuente que tu sientes lo mism, por ello-se levanto y se arrodillo ante Kagome-¿te casarías conmigo Kagome Higurashi?
-kagome lo vio a los ojos y pudo no tar lo ilusionado que estaba Koga, es cierto ella lo quería mas que a nada incluso podría decirse que estaba enamorada de él, pero no llegaba a amarlo en realidad, mas pensó que eso con el tiempo lo lograría a hacer así que. . –claro que sí Koga, me casare contigo-le dijo con una sonrisa-
El muchacho la beso y le puso el anillo de compromiso mas feliz que nunca.
Pasaron los tres días y Kagome se encontraba en el aeropuerto con Sango y Koga, la primera su hermana y el segundo su ahora prometido, se despidió de ambos como ya era costumbre y subio al avión que la llevaría a su destino sin imaginar lo que viviría allá.
