Hola, regrese después de mucho tiempo con mi nueva historia, se que tal vez no les guste el Jasper de este capítulo, pero prometo que después lo volverán amar, el primer capítulo es largo, espero engancharlos y dejen reviews (por fa) quiero saber si les gusto para continuarla, estoy trabajando en el argumento para darles una gran historia de amor.

La historia me pertenece pero no los personajes, éstos son de Meyer.

Capitulo 1-

Hace 5 años

Se podía sentir en el aire frio de Folks la celebración a graduación, este año iba hacer memorable, no solo porque se graduaba los hijos de las familias más distinguidas de la cuidad, sino también el hito que marcaria a muchos en los siguientes años.

Faltaban solo dos horas para la fiesta mientras que Alice Brandon de 18 años trataba de no comerse las uñas en su habitación, había sido invitada al igual que sus compañeros y su mejor amiga Bella a la fiesta de graduación que sería en la mansión de Edward Cullen pero solo el sueño de la noche anterior la mantenía tan nerviosa: había soñado que Jasper Whitlock, el chico de sus sueños la besaba esta noche, sin importar lo invisible que había sido durante todos estos años, él la besaba. Sabía que su sueño se cumpliría. Su corazón dio un vuelco otra vez, había esperado tanto este momento, desde la primera vez que lo vio entrar en su clase de francés, su cabello rubio y desarreglado, su piel blanca y ojos grises que parecían mercurio liquido, sus cejas espesas, sus brazos firmes, cuantas noches soñó ser abrazada por esos brazos, no solo era su físico lo que le gustaba, Jasper era inteligente, carismático y educado, tan diferente a todos los hombres de la cuidad. Se había callado cuando supo que Jasper estaba saliendo con María, la líder de las animadoras, pero le dolió mucho saberlo. María era tan bella, exuberante, segura de sí misma, que solo Rosalie (hermana gemela de Jasper) le ganaba en belleza.

Rosalie aquella rubia de hielo, era la pesadilla de cualquiera que se interpusiera en su camino, varias veces Alice fue víctima de sus comentarios sobre su ropa. No es que Alice no tuviera sentido de la moda, amaba la forma en que Rosalie, María y Victoria combinaban sus vestuarios, no es que Alice no supiera que vestirse de negro todos los días era depresivo, no es que Alice ignoraba que la falta de maquillaje la hacía ver mas pálida de lo que realmente era o su cabello corto e irregular la hacía ver como un duende, pero realmente no había mucho que hacer, sus padres no le daban mesada y le exigían que pasara desapercibida, solo colores oscuros Alice, no queremos que te noten y más cuando te niegas a dejar de comentar tus sueños-había dicho su mamá en un susurro. Si era verdad, Alice tenia la tendencia a soñar cosas que solían ocurrir, lo cuales a sus padres les aterraba. Además como si fuera poco, era una mujer bastante delgada y de estatura pequeña, no contaba con aquellas curvas de sus compañeras.

El timbre de la casa sonó, Alice se levanto de la cama y corrió con aquella destreza que pocos sabían que tenía.

-Alice- era Bella, su mejor amiga, la recibió con una sonrisa- ¿nos vamos?

-un segundo Bella- Alice fue hasta la sala donde sus padres veían televisión hipnotizados.

-mamá Bella y su papá me invitaron a cenar para celebrar nuestra graduación, ¿puedo ir?, prometo portarme bien- aquel portarme bien no paso desapercibido a los oídos de sus padres, quienes voltearon para mirarla a los ojos.

-Alice, no sé, ¿dices que Charlie va contigo?- pregunto su padre examinándola con sus ojos de halcón.

-bueno si, el señor Swan dice que no aceptara un no por respuesta, además nos está esperando afuera si quieres ir a saludarlo papá- su madre se asomo por la ventana para comprobar lo que dijo su hija, los segundos pasaban y los Brandon solo se miraban a los ojos interrogándose si era lo mejor dejar salir a su hija o no.

-Está bien Alice, pero prometiste comportarte bien- Alice dio un salto de felicidad, con la respuesta de su mamá.

-gracias a los dos- Alice se acerco a abrazar a sus padres pero corto el gesto debido a la mirada de incomodidad que tenían sus progenitores, nunca le habían negado el contacto físico pero tampoco era algo que disfrutaban o hacían. Pero nada de esto perturbo la burbuja de felicidad que subía desde sus pies hasta la cabeza.

Cerró la puerta de su casa y sintió un punzada en el estomago, los nervios-se dijo, saludo al señor Swan y abrazo a Bella. Por supuesto ellos no irían a cenar como le había dicho a sus padres, Alice iría a la casa de Bella, se pondría un vestido que le prestaría su amiga e irían juntas a la fiesta de graduación. Nada podía salir mal.

Mientras Alice le arreglaba el castaño cabello a Bella, decidió contarle a su amiga su sueño.

-Bella, soñé con Jasper- su amiga se volteo para verla a los ojos.

-quieres decir, ¿soñar soñar o soñar…?- los ojos de la chocolates de Bella se abrieron con sorpresa.

-soñar…- como Bella ni parpadeo Alice decido continuar- no puedo recordar todo el sueño, solo una parte- la boca de Alice se seco- Jasper y yo nos…besábamos- concluyó con mejillas sonrojadas.

-¡wow!- Bella solo sonrió- se que será así Alice, tenemos que ponerte muy bonita para Jasper- eso era una de las cosas que más le agradaba a Alice de la castaña, nunca dudaba de sus sueños, la alentaba a que los compartiera pero sin presionarla, era su única confidente.

Bella le prestó uno de sus vestidos, era negro y largo bastante sencillo como todo lo que se ponía ella, pero era cómodo, opto por no cambiar su peinado habitual pues no había mucho que hacer con su cabello, estaba muy corto y negro para hacerse un peinado. Opto por un poco de maquillaje para tapar las líneas violetas que tenía debajo de sus ojos y un poco de brillo en los labios. En cambio Bella se veía reluciente, Alice peino a su amiga con ondas grandes, maquillo sus ojos con negro, parecía una estrella de cine de los años dorados, delicada y natural.

De camino a la mansión Cullen, ninguna de las dos chicas pronunciaba palabra, Alice sabía que Bella estaba muy nerviosa mientras manejaba, Bella había sido invitada por Edward Cullen y aunque ella no se negó, le explico que era mejor encontrarse en la fiesta y de esa manera Alice pudiera ir. Edward era un hombre atractivo, con su cabello bronce y desordenado, tenía la belleza de un dios griego, era reservado y le gustaba pasar desapercibido algo con lo cual siempre fracasaba. Edward era hijo del famoso doctor Carlisle, quien había enviudado hace varios años. El doctor Carlisle era incluso más atractivo que su hijo pero a pesar de estar soltero él solo se dedicaba a su familia y a su trabajo.

-Alice- susurro Bella- hemos llegado. Edward me estará esperando…-

-lo sé Bella, yo iré a buscar a Jasper. Gracias por tu preocupación- Alice suspiro, la adrenalina corriendo por sus venas.

- y… ¿si esta con María?-

Alice medito por unos segundos- algo me dice que no estarán hoy juntos- ella sonrió.

-buena suerte amiga- le dijo Bella dándole un abrazo fuerte.

-buena suerte Bella- las dos chicas se bajaron de camioneta pick up chevrolet roja. Alice no supo si tembló por el frio de la noche o por los nervios, pero no hizo caso de esa sensación. Nada podría salir mal esta noche- se repetía.

La mansión de los dos Cullen era mucho más hermosa de lo que Alice imaginaba, habían decorado impecablemente la entrada, llenando de luces los arboles, la música moderna llenaba la noche, gente entraba y salía mientras dejaban un halo de diversión en el aire. Edward caminaba de un lado a otro, al parecer bastante angustiado, junto a su gran amigo Emmett, un chico que solía reírse de manera estrepitosa pero a pesar de su tamaño amenazador era muy amable, a Alice le recordaba a un gran oso, su tamaño era casi igual al de Jasper pero tenía mucho mas músculos y su cabello corto y negro, lo hacían parecer un gladiador.

-ella vendrá, Edward- escucho decir a Emmett- ¿ves? ¡Aquí esta!- Una sonrisa deslumbrante cruzo por el rostro de Edward, él quedo impactado con la belleza de Bella, jamás la había visto tan hermosa, el vestido largo rojo sin mangas que había elegido Alice para su amiga hacia destacar los rasgos de la castaña.

-estas hermosa…-saludo Edward hipnotizado ante la castaña, ella respondió con un rubor que inundo su rostro. Por otra parte Bella no dejaba de mirar lo imponente que se veía Edward en su traje negro. Pudo sentir el olor de su perfume cuando le tomo la mano. Bella sentía que estaba en un sueño, su tacto suave le producía un hormigueo en todo la mano. Los ojos verdes esmeralda de Edward tenían un brillo particular esta noche.

-todo gracias a Alice- dijo Bella.

-hola Alice, bienvenida- saludo cortésmente Edward-

-Enana- saludo Emmett como comúnmente se dirigía a Alice, ellos compartían clases juntos y habían sido compañeros de laboratorio. Emmett estaba muy agradecido de la ayuda que le había dado Alice como tutora y aunque no eran íntimos amigos, siempre se trataban con mucho cariño y confianza.

-no le digas enana a Alice, Emmett- intervino Edward

-¿te molesto?- pregunto Emmett inocente-

-na, para nada, no se puede negar que lo soy- dijo Alice.

-si es de cariño Edward, a está enana le debo estar graduándome hoy- dijo Emmett.

Los cuatro entraron a la mansión, Alice pudo ver en su reflejo que no combinaba con sus compañeros, no solo era el vestido que le quedaba algo grande, sentía que tenía que pasar desapercibida, tal y como sus padres le habían dicho. Pero hoy no quiero pasar desapercibida. Quiero que Jasper me logre ver-pensó Alice mientras lo buscaba con la mirada.

-¿deseas algo de tomar?- pregunto Emmett levantando bastante la voz para que se escuchara a pesar de la música. Alice asintió.

Mientras tanto Edward y Bella ya se habían sumergido en su propia burbuja, aquel brillo en sus ojos, el rubor constante de Bella y la mano de Edward en la de su amiga, hizo que Alice sintiera que debía de ir a buscar a Jasper, deseando lo mejor a su amiga. La fiesta estaba llena de personas bailando y disfrutando, sonrió para sí misma y se atrevió a pensar que tal vez Jasper la sacaría a bailar primero antes de aquel beso. Pero paso una hora y Jasper no se había aparecido en la fiesta, Alice busco con la mirada a María quien también estaba ausente, solo logro ver a lo lejos a Rosalie, quien estaba tan hermosa como siempre con su vestido corto dorado. Sus ojos se encontraron solo unos segundos para hacerle entender a Alice que no estaba vestida apropiadamente para la ocasión. No sabía porque Rosalie la odiaba tanto, pues hasta donde Alice sabia no le había hecho nada.

Alice tomo otro trago de vodka, era su segundo vaso, no quería embriagarse y hacer un espectáculo pero necesitaba las fuerzas para cuando viera a Jasper. Pero fue mientras Alice tomaba su tercer vaso cuando logro ver a lo lejos el cabello rubio de Jasper, estaba impecablemente vestido en su traje negro, pero algo en su mirada hizo que Alice se angustiara. Sus ojos grises mercurio no estaban como siempre, se podría decir que hasta habían oscurecido dos tonos, el cabello de Jasper estaba bastante más desordenado de lo habitual y se lograba ver que tenía los ojos rojos y lo puños rotos. ¿Se abría peleado con alguien?

Alice camino hasta él, preocupada y cautivada, se veía tan atractivo y masculino en esos momentos, no tenia su calma habitual, estaba enojado pero solo te dabas cuenta si prestabas atención, parecía un animal enjaulado, listo para atacar en cualquier momento.

Sus miradas se encontraron por un instante pero algo mas alerto a Alice, Jasper estaba embriagado y tenía una línea delgada de sangre en los labios.

-Jasper- fue lo único que dijo cuando lo tenía a solo un paso. A su alrededor nadie parecía prestar atención a ellos dos, todos bailaban y tomaban al compas de la música. Entonces tomo su mano ilesa y lo guio hasta la que sería la cocina, Jasper solo camino, tal vez demasiado borracho para protestar. Alice sintió arder sus mejillas ante este atrevimiento, pero tenía que curarle las heridas.

-siéntate aquí Jasper, buscare a Edward para que me diga donde tiene el botiquín de primeros auxilios, tienes muchos golpes- dijo Alice, en la luz de la cocina se podía apreciar mas los golpes que había recibido.

El solo la observaba con el ceño fruncido, como quien trata de enfocar- no hace falta…- le costaba articular las palabras- yo…yo sé donde esta, solo necesito, necesito que me lleves a la habitación de Edward, es… es arriba-

-¿puedes caminar?- pregunto Alice.

-si- algo en la mirada de Jasper debió advertirle sus intenciones, pero en ese momento él tomo su mano y todo pensamiento se borro. Los dos caminaron entre la multitud sin ser vistos por los demás, Alice viviendo su sueño hecho realidad, su corazón lleno de adrenalina y hasta se pregunto si estaba soñando. Pero Jasper luchaba con recordar el nombre de su acompañante en esos momentos. La habitación de Edward estaba al final del pasillo, entraron y Jasper cerró la puerta con llave.

-¿Por qué cierras Jasper?- pregunto Alice despertando de la burbuja en la que estaba. Se aclaro la garganta- vamos solo necesito limpiarte las heridas, eso es todo- ella prendió la luz y lo sentó en la cama- ¿Dónde dices que esta el botiquín?-

-Alice, ven- le indico Jasper- ven, quiero preguntarte algo. -Sabe mi nombre- pensó Alice y el corazón le dio un vuelco, luego se sentó a su lado.

-creo que primero debería limpiarte las heridas, luego me preguntas lo que quieras-

-no, no, no- la voz de Jasper cada vez se escuchaba más ahogada, le costaba realmente articular las palabras- primero una pregunta-

-ok, dime ¿Cuál es tu pregunta?-

-yo… Alice yo gusto ¿verdad?- la muchacha sintió arder las mejillas, ¿soy tan obvia? Dios mío… que vergüenza-

-no creo que sea momento para esa pregunta Jasper- dijo Alice en un murmuro e incapaz de mirarlo a los ojos.

-mírame- a voz de Jasper pareció tener lucidez, era una orden. Alice vio a los ojos de su Jasper, el Jasper con el cual antes de esa noche solo había cruzado 5 palabras. Y ahí se encontraban los dos en la habitación de Edward, solos. Su perfume varonil se mesclaba con el aliento a alcohol pero nada de eso podía hacer que Alice se alejara, ni siquiera cuando algo en su mente le decía que corriera, pues su cuerpo parecía estancarse ante la mirada mercurio de ese hombre. Las manos de Jasper tomaron torpemente su pequeño rostro y la beso, Jasper beso a Alice de manera demandante, fuerte, posesiva y torpe. Las manos de Jasper ya estaban bajando hacia el cuello mientras que Alice trataba de seguir el ritmo del beso, no era un beso apasionado era el beso más alejado a los sueños de la chica. En ese momento la mano derecha de Jasper se encontraba en el seno de Alice. Sus ojos se abrieron de par en par, esto no está nada bien. Jasper la tumbo poniendo todo su peso en ella mientras que con la otra mano buscaba tocar sus piernas.

Con todas la fuerza que pudo Alice se separo de Jasper, los dos estaban jadeando, ella por el esfuerzo que había hecho y el por lo excitado que estaba en ese momento.

-¿Qué ocurre?, pensé que lo estabas disfrutando Alice-dijo Jasper con dificultad.

-si, pero Jasper, no creo que esto sea correcto-

-vamos, ¿no me digas que no te gusto?- su tono fue cruel.

-sí, pero no me siento cómoda haciendo esto, mejor me voy-

-claro, vete…vete…Tu-dijo apuntando con el dedo índice y subiendo el tono de voz- tu, eres muy poca mujer para mi… jamás me fijaría en ti… no eres. Todas son iguales, como María. Además ¡mírate! , Te vistes como una monja, que pensaste… pensaste que me iba a enamorar de ti? - una carcajada fingida inundo la habitación. Alice vio su mirada nublarse y cuando se dio cuenta estaba llorando. Abrió la puerta y salió corriendo de la habitación. En el momento que Jasper entendió lo que había hecho trato de levantarse de la cama. Esta vez había sido muy cruel con Alice, se empezó a sentir terriblemente culpable por haberle hablado así a la chica, ella no tenía la culpa de que esa noche había encontrado a María en la cama con otro hombre, no tenía porque descargarse con Alice solo porque no accedió a tener relaciones con él.

Decidió ir a buscarla para pedirle perdón, pero su borrachera ya estaba peor, trato de bajar las escaleras pero le costó demasiado y estaba seguro que la chica ya se había ido. Para cuando llego al primer piso donde se encontraba la fiesta se maldijo, realmente no había sido necesario hablarle así a Alice sabiendo que ella estaba enamorada de él desde hace mucho tiempo, se aprovecho de ella y quiso quitarse el despecho con una inocente. Jasper tomo otro vaso de vodka a pecho y fue lo último que recordó de esa noche.

El mundo de Alice se había desmoronado en segundos, Jasper no solo había sido irrespetuoso con ella, sino también cruel y despectivo. Era verdad, ella no era María, no era atractiva y era poca mujer y lo peor de todo era que Jasper tenía razón. Alice sintió decepción porque Jasper no era lo que ella había pensado, decepción porque jamás Jasper la podría amar, decepción porque nunca era suficiente. Ni para sus padres, ni para Jasper ni para sí misma. Con mucha agilidad Alice logro esquivar a las personas para que no la vieran llorar y se refugió a un lado de un cheep, se sentó en el piso frio a llorar por la frustración.

-¿Alice?- pregunto una voz masculina- ¿te encuentras bien?- Alice abrió los ojos y descubrió a Emmett muy preocupado- enana ¿qué paso?, dime-

-¿me…me puedes llevar a mi casa?- Emmett asintió y la tomo de los hombros para que ingresara al cheep- Emmett soy… soy muy poca cosa para él- dijo finalmente Alice.

-no digas esas cosas Alice, dime quien es y le parto la cara-

-¿Qué ocurre?- Alice se dio cuenta que Rosalie la miraba angustiada- ¿te encuentras bien?, ven Emmett llevémosla a mi casa, no puede llegar así- Alice siguió llorando mientras que Rosalie la abrazaba camino a su casa.

-pensé que no te caía bien- dijo Alice a Rosalie cuando dejo de llorar.

-así era, pero no soporto que ningún hombre le haga esto a una chica. Además era solo un malentendido- Rosalie la ayudo a bajar del cheep seguida de Emmett quien empezó a preparar café para los tres. La rubia la llevo a su habitación y le quito el maquillaje y la peino.

-gracias por ayudarme- dijo Alice con los ojos hinchados y la voz quebrada- disculpa si algún día te ofendí- la rubia sonrió.

-soy yo la que debe disculparse, pensé que…-Rosalie respiro profundo-pensé que le gustabas a Emmett- Alice comprendió todo en ese momento, Rosalie solo estaba celosa de su relación con Emmett.

-Emmett solo tiene ojos para ti- dijo Alice.

Alice bebió un poco de café para calmarse, después Emmett y Rosalie la llevaron a su casa.

-promete que mañana me llamaras Alice- dijo Rosalie.

-lo prometo muchas gracias a los dos- Alice se despidió de la reciente pareja y se fue a su habitación tratando de dormir. Le dolía los ojos, el corazón y la cabeza. ¿Cómo había sido tan ingenua?, pronto iba amanecer cuando estaba a punto de quedarse dormida se juro a si misma que jamás permitiría que volvieran hacerle sentir poca cosa, cambiaria todo en su vida si era necesario. No se dejaría pisotear de sus padres, pero juro sobretodo no volvería hacer humillada así por ningún hombre.