Este one-shot se lo dedico a luna de la muerte. Y los personajes no me pertenecen. Le pertenecen a Stechenie Meyer.

Mi condena, mi novio:

Pov. Bella.

Me despierto con los primeros rayos de sol. Me estiro para desperezarme. Me levanto todavía medio dormida y me dirijo al baño. Al pasar la puerta tropiezo con algo que no debería de estar ahí, haciendo que me callera de bruces al suelo. Yo y mi torpeza. Me levanto como puedo, llego al lavamanos.

Me lavo la cara para despejarme la mente con la frescura del agua. Voy a desayunar, y… no encuentro a nadie. Lo cual es normal en mi vida ya que seguramente, mis padres habrán tenido turno de mañana. Desayuno mis cereales sin ninguna prisa. Me preparo, me lavo los dientes. Salgo de casa, vistiendo un chándal holgado, no me gusta la ropa ceñida al cuerpo o la que muestra lo suficiente para que solo los salidos se fijen en ti. Me subo a mi vieja Chevi, cogiendo rumbo para el instituto de Forks.

Al llegar, bajo y miro para todas direcciones con la esperanza de no toparme con el Volvo de mi condena. Pero toda esperanza me abandona al ver no solo el Volvo sino también a mi condena, apoyada sobre el capo. Esa persona que es mi condena no es nada más ni nada menos que Edward Cullen, no es mi condena porque me trate mal. Sino porque él hace todo lo contrario, y porque es inteligente y deportista. Todas las chicas van tras él como si fuera un trofeo.

Y no es de extrañar. Con su pelo color bronce, todo despeinado. Que parece que nunca aunque lo peines, nunca está en su sitio. Sus ojos que parecen esmeraldas, enmarcados en unas espesas pestañas. Su nariz recta y perfilada. Sus labios gruesos y carnosos. Y su cuerpo de complexión delgada pero musculosa.

Veo que se separa de su coche para dirigir su caminata hacía donde me encuentro. Se para frente a mí. Me agarra de la cintura, para acercarme más a su cuerpo. Dirige su otra mano a mi nuca. Acercamos nuestras caras hasta que nuestros labios se rozan en un beso tímido. Que pasó a un beso más profundo, que hace que nos llegue lo que sentimos el uno por el otro. Noto que necesito parar el beso para respirar, pero la verdad no quiero que esto pare.

-Eh! Eddy! deja de besar a Bells¡ se que es tu novia pero van a empezar las clases!

Odio a Emmet, pero tiene razón debo ir a clases. Sin ganas me separo de Edward para entrar al instituto aún con Edward rodeando su brazo en mi cintura. Con solo cruzar todas las miradas se posan sobre nosotros. Algunas de las miradas eran de: envidia, deseo y rencor.

La tortura que sufrir con Edward era que sus fans quieren ser la novia de él. Lo cual indica que yo soy a la que quieren quitar el puesto. Eso es imposible, porque digamos que él y yo somos novios desde el momento de nacer.

NOTA DE AUTORA:

Espero que te haya gustado luna de la muerte y también a los que lo leerán ^^. Si tenéis dudas mándenme un mp o pónganme la duda en el review. Espero que me dejéis algún review.