(1996, Congreso de Zootopia)
En una de las oficinas privadas del edificio del congreso, se hablaba de la imposición de la ley que mantendría bajo control a un buen número de depredadores. Después de que el ataque al alcalde de Zootopia causara pánico en la ciudad hace dos días, se reunieron los líderes de la cámara, los mas importantes. En la mesa rectangular solo habían 7 animales, 4 ciervos, 2 panteras y 1 caballo, todos vestían un traje formal.
-Usted sabe bien quien causo ese ataque, tenemos que tomar cartas en el asunto.- Alego uno de los ciervos.
-El alcalde Parker sobrevivió, no podemos ir a los extremos...- Dijo una de las panteras.
-Casi muere, no entiendo porque defienden a esos asesinos.- Exclamo otro de los ciervos.
-No los estoy defendiendo, simplemente estoy diciendo que es muy extremo que pongan los collares, muchos de nosotros no tenemos la culpa.- Contesto la pantera.
-La Legión Depredadora representa un peligro para la sociedad señor Benson...- Dijo el imponente caballo, se levanto de su asiento y se acomodó el saco. -Después de que acabemos con ellos, lamentablemente tendremos que aplicar la ley del collar a todos los depredadores de Zootopia y así, reducir el numero de ataques.-
-Nosotros no merecemos eso, ¿porque mejor no acaban con ellos y dejan vivir en paz a los ciudadanos depredadores?.- Exclamó la otra pantera.
-Entiendan, es la única solución.- Dijo otro ciervo.
Las panteras se quedaron calladas, no podían ellos dos contra los demás miembros del congreso.
-Pues no, yo estoy en contra de esta ley.- Dijo una pantera.
-Yo igual, no es justo que la apliquen a todos.- Dijo la otra pantera.
El caballo se quedó sin hablar, pero con su misma expresión seria. Se volvió a sentar en su silla.
-Señores... Aunque se nieguen, la ley seguirá su curso. Ya mandamos a hacer los modelos correspondientes, con la empresa Bunn-Corp, el señor Bunn es un buen amigo nuestro y de hecho llegara en unos momentos a mostrarnos el avance.-
El caballo vio la hora en su reloj.
-Y creo que ya llego.-
Una de las panteras se levanto de la mesa y la golpeo con su puño furioso.
-¡No es justo! No es justo para los que hemos convivido en paz y armonía.- Grito la pantera.
En eso, se abren las puertas de la oficina, todos voltearon a ver a la puerta, pero no vieron nada.
-Esa... Esa es la actitud, que los hace peligrosos señor Benson...- Dijo un animal, pero nadie lo vio. -Aquí abajo.-
Todos voltearon al suelo y vieron que era un conejo negro, en traje elegante y un bastón dorado muy reluciente, en su otra pata llevaba un maletín un poco grande. La pantera enseguida, se volvió a sentar.
-Bill Bunn, que gusto verlo.- Saludo el caballo.
-Igual Clint.- Devolvió el saludo Bill.
El conejo cerro las puertas con uno de sus pies, luego camino hasta la mesa y al no poder subirla, uno de los ciervos lo subió.
-Gracias.- Dijo Bill.
-Bueno, muéstranos lo que tienes.- Dijo Clint mientras se recargaba en su asiento.
Bill dejo el bastón en la mesa, luego abrió el maletín, lo dejo en la mesa y saco el contenido, el cual dejo a las panteras aterradas.
-Estos dos son los primeros modelos, Rx-1, pero funcionan a la perfección.- Dijo Bill.
Bill llevaba en sus patas dos collares, de color plateado y con un foco rojo parpadeante. Los ciervos se quedaron atónitos, mientras que Clint seguía con su misma expresión seria. El conejo arrojo los collares a dos de los ciervos, quienes lo agarraron y lo observaron detenidamente.
-Estos modelos los fabricaron unos días antes del ataque, pero eran unos collares con otro propósito, solo iba a ser un accesorio mas para las hembras. Hasta que atacaron a Parker, y horas después, mis mejores trabajadores lo convirtieron en un collar letal, para controlar las emociones.- Explico Bill
Las panteras se mostraron inconformes.
-No tiene sentido, ¿como es que lo convirtieron en un arma letal en pocas horas?.- Pregunto una de las panteras eufóricas.
Bill y Clinton se dieron una mirada rara, rara para las panteras, luego el conejo hizo una señal con la cabeza a los ciervos.
-Porque todo fue planeado caballeros...- Dijo Bill en tono frío.
Cuando menos lo esperaron, las panteras ya estaban inmovilizadas en sus asientos, por dos ciervos, y los dos restantes les pusieron el collar rápidamente. Luego de que se las pusieran, las panteras trataron de arrancárselas, pero no pudieron.
-¡Quítenos esto ahora!.- Grito una pantera.
De pronto, el foco que parpadeaba en rojo, se torno de verde, cuando eso paso, lanzo una descarga eléctrica sobre la pantera haciendo que se retuerza de dolor.
-Somos indefensos como pueden ver señores, por eso hicimos esto, solo falta dormir al presidente en su camilla, después de todo esta entre la vida y la muerte.- Dijo Bill.
-Sabíamos que se opondrían, lo siento, pero es necesario.- Dijo Clint en tono sombrío.
Bill se arremango su pata derecha, y salió a relucir un reloj dorado con unos pequeños botones.
-De verdad, lo lamento.-
Bill oprimió uno de los botones, y las dos panteras se electrocutaron a tal grado, de que su pelaje empezó a humear y caer de su cuerpo. Los ciervos se alejaron de la mesa, y Clint mostró una sonrisa diabólica. Las panteras cayeron en sus sillas, y dejaron de moverse, claramente muertos. Los cuerpos carecían de pelaje, estaba rosado y con moretones severos.
-Creo que té excediste Bill.- Dijo Clint.
-No importa, hay que seguir el plan.- Dijo Bill, volvió a tapar su reloj con la manga.
Uno de los ciervos saco su celular de los bolsillos, marco un numero y de coloco el movil en la oreja.
-Si... Ya pueden entrar al hospital señores... Esta bien, adiós.-
El ciervo, colgó su movil y lo guardo en sus bolsillos de nuevo.
-Hay que limpiar esto inmediatamente.- Dijo Clint refiriéndose a los cuerpos de las panteras.
De pronto, las puertas se abrieron, todos voltearon a ver y se sorprendieron, en especial Bill. Era un pequeño conejito, igual que Bill, con un pequeño traje de marinero y un barco de juguete.
-¡Papi!.- Grito el conejito alegre.
Entro corriendo hacia la mesa junto a Bill, pero cuando iba a subir, vio por debajo de la mesa dos cuerpos rosados y repletos de moretones. El conejito se deprimió al ver esto, y volteo hacia arriba de la mesa.
-Hijo, te dije que no entraras.-
Bill salto de la mesa y cayo al lado de su hijo, quien volteo de nuevo a ver los cuerpos.
-¿Que les ha pasado?.- Pregunto el conejito inocentemente.
-Ellos...- Bill no sabia que decir. -Se quedaron dormidos Mark, y su pelaje se cayo de tanto cansancio.-
-Pero...- El conejito quiso decir algo, pero Clint lo interrumpió.
-Escucha Mark, ellos murieron.- Dijo Clint con frialdad.
-Clint... Es un niño...- Replico Bill en voz baja.
-Tiene que aprender a esa edad esos temas, si va a seguir tus pasos Bill.- respondió Clint.
Bill volteo hacia su hijo, que miro confuso a los cuerpos.
-¿Porque murieron?.- Pregunto Mark confuso.
-Se electrocutaron.-
Mark volvió a ver los cuerpos, cuando los vio, soltó una risita inocente.
-Se ven raros.- Comento Mark.
Bill se rasco la cabeza un poco confuso, luego puso su brazo sobre el hombro de Mark.
-Ellos tenían que irse... no hicieron caso a nuestras ideas, de que los depredadores son malos.- Dijo Bill con pesas, pues Mark aun era pequeño.
-No son malos, a mi nunca me han hecho nada malo.- Comento Mark inocentemente.
-Por suerte a ti no, pero al alcalde, a tu tío Sam, y a otros mas.-
Clint se fastidio de eso y se levanto de su asiento.
-Yo creo que deberíamos irnos, ya vienen a limpiar esto.- Dijo Clint.
Los conejos se voltearon y salieron de la oficina, al igual que los ciervos, pero Clint se detuvo a ver los cuerpos. Les quito los collares a ambos y los guardo de nuevo en el maletín que llevaba Bill. Luego soltó una risa.
-No podían evitarlo.-
Luego uno de los ciervos entro a la oficina apurado.
-Ya entro nuestro contacto al hospital.-
Clint sonrió un poco.
-Espero que sigs el plan, mientras...- Clint le dio el maletín al ciervo. -Ve a Sahara Square y esconde esto en la bodega.-
-Esta bien... Pero, ¿cual bodega?.-
-La de siempre idiota.- Exclamo Clint.
El ciervo asintió temeroso y salió corriendo de ahí.
(Hospital de Zootopia)
En los largos pasillos vacíos del hospital, caminaba un lobo negro con bata de doctor, en uno de los bolsillos se podía notar que cargaba una jeringa con un liquido azul. Después de caminar por los pasillos, llego al lugar donde reposaba el alcalde, la puerta estaba protegida por cuatro guardias ovejas. El lobo camino pasivamente hasta la puerta, pero una de las ovejas lo detuvo.
-Oiga doctor, acaban de revisarlo hace apenas unos minutos.- Dijo la oveja en tono serio.
El lobo saco las patas de los bolsillos en señal de paz, y en un movimiento rápido, le dio una bofetada al guardia desmayando al guardia al instante. Las restantes reaccionaron, una de ellas trato de sacar su arma, pero el lobo le patio la pata rompiéndola en el acto, la oveja se desvaneció del dolor y cayo al suelo. Otra oveja trato de golpearlo, pero el lobo lo esquivo, con su pata derecha le pico los ojos haciéndolo gritar de dolor, pero la tapo la boca, lo tomó por el cuello y le trono el cuello. La ultima oveja de pie se encontraba asustada, el lobo lo vio malévolamente. La oveja saco su arma, pero antes de que disparara, el lobo se acerco a el y le trono la pata, haciendo que suelte el arma. Luego le dio con el codo en su cara, durmiéndolo al instante. Se aseguro que todos estuvieran en el suelo, luego se peino un poco el pelaje, y entro al cuarto. En el cuarto reposaba el porcino alcalde de Zootopia, tenia varios tubos entrando por las venas de sus patas.
-Buenas señor alcalde.- Saludo el lobo en silencio mientras cerraba la puerta.
El porcino abrió los ojos lentamente, vio que un lobo con bata estaba frente a el, y lo vio confuso.
-Se que no puede hablar, y así esta bien.-
El lobo se fue a sentar al lado de la camilla, el porcino se estreso al imaginar las intenciones del lobo. El lobo saco de su bata la jeringa con liquido azul.
-Prometo que esto será rápido...- El lobo estuvo a punto de inyectarle el líquido pero vio que sonó su celular. -Mierda, espera un minuto.-
El lobo saco su celular y contesto un poco enojado.
-Oye, estoy a punto de acabar con el... Si tengo prisa uno de los guardias grito como marica y seguramente alguien lo escucho... Si si, te hablare cuando lo haya aniquilado... Se de sus planes, que nosotros no tendremos collar lo se... Aahhh, déjame y te marco mas tarde.- El lobo colgó enojado.- Idiota.-
El lobo siguió con lo suyo, puso la jeringa en el brazo del alcalde, pero cuando iba a presionar para que saliera el liquido, la puerta se abrió de golpe. Era el guardia que le habían roto la pata, y estaba parado apuntándole con la pistola.
-Mierda...-
-¡Aléjese de, alcalde o disparo!.- Grito el guardia.
El lobo vio que llegaron mas guardias, al verse acorralado, decidió hacer algo arriesgado. Le inyecto la jeringa al alcalde y cuando iba a presionar el liquido, los guardias dispararon al lobo. Recibió 4 disparos, uno de ellos le dio en la cabeza matándolo al instante. El lobo cayo de la cama y quedo tendido en el suelo, un charco de sangre se formaba bajo su cabeza.
(Afuera del congreso)
Clint, Bill y su hijo salían del edificio del congreso, con unos hipopótamos de guardaespaldas, muchos animales se acercaron a ellos a preguntar cosas pero los hipopótamos se los impidieron. Mientras bajaban, Bill recibió una llamada y se paro en las escaleras.
-Hijo, espera en la limosina.- Dijo Bill.
Mark asintió y camino a la limosina al lado de los hipopótamos, dejando a Bill solo en los escalones. Clint se retiro junto con los hipopótamos. Bill finalmente contesto la llamada.
-Oye, dime que resulto.-
-No, el imbecil murió... creo que tendremos que posponer esto.- Dijo la voz del otro lado.
-No podemos posponerlo, íbamos a dar el anuncio en unas horas...- Reclamo Bill.
-No puedo, no tengo tanto animal a mi disposición.-
-A ver como le haces, quiero a Parker muerto para ayer.- Susurro Bill en voz baja.
No escucho nada del otro lado, solo un suspiro de cansancio.
-No debiste de hablarme así.-
-Yo te hablo como se me da la gana, maten a Parker ahora.-
La llamada se corto.
Bill se enojo y guardo su celular. Luego se tranquilizo un poco, vio que su hijo lo esperaba a unos metros de el aun afuera de la limo.
-¡Vamos papi!.- Grito el conejito desesperado.
Bill fingió una sonrisa, bajo un escalón pero de pronto vio que una luz roja paso por sus ojos. El lo noto, vio que de una ventana de un edificio aledaño salía la luz roja. El inmediatamente supo de que se trató y se movió rápidamente a un lado.
¡Pummm!
Un disparo se escucho, el conejito bajo las orejas y grito de sorpresa. Vio que su padre estaba quieto sobre un escalón, aun parado.
-¿Papi?.-
Bill tenia un agujero entre sus dos ojos, y derramaba sangre. El cuerpo del conejo cayo sobre los escalones, rodó hasta llegar a Mark, quien vio aterrado lo que paso. En unos instantes llegaron las patrullas de la policía, muchos animales bajaron y entraron al edificio. El conejito se acerco a su padre.
-Papi, despierta...- Mark movió con su pie el hombro de su padre.
¡Pummm!
Se escucho otro disparo, el conejito grito otra vez, uno de los hipopótamos agarro al conejito y lo arrojo a la limo.
-No te asomes.- Pidió el guardia.
Al ver que la bala no le dio a nadie, los oficiales que estaban afuera apuntaron a los edificios. Clint estaba cubriéndose en la puerta de la limo. De pronto, de las puertas del congreso, salen 4 ciervos esposados, tras de ellos dos bolsas negras y unos oficiales las cargaban.
-¡El fue!.- Grito uno de los ciervos.
Apunto a Clint, quien se aterro al ver a los oficiales, unos rinocerontes de aspecto atemorizante.
-¡Quieto ahí!.- Grito un rinoceronte.
Clint se levanto y levanto las patas, el rinoceronte llego y le doblo los brazos, lo esposó.
-Queda arrestado por el asesinato de los congresistas Benson y Simpson.-
Clint suspiro derrotado. Por otro lado, el conejito se asomo por la limo y vio que el cuerpo de su padre ya estaba bajo una manta blanca. Bajo la ventanilla y vio a su padre, sin bajarse de la limo. Soltó unas lagrimas al verlo ahí tirado. Luego, frente a la ventanilla paso un búfalo oficial, se veía que era nuevo, pues llevaba diferente uniforme.
-Aquí Bogo, encontramos al francotirador, era un lobo, quien sabe si pertenece a la Legión porque se suicido, cambio y fuera.-
El conejito al escuchar eso, sintió que algo se quebró dentro de el, se desmorono por dentro. Aquellos depredadores que el apreciaba, al menos en su escuela, le habían jugado mal. Se sentó en el asiento y se cruzó de brazos con expresión seria, claramente enojado.
-No es justo.- Exclamo Mark enojado y con lagrimas en sus ojos. -Tontos depredadores.-
Una de las guardias ovejas, se sentó en el lado del conductor y encendió la limosina. Unos metros alejado de ahí, dos rinocerontes ya tenían a Clint dentro de la patrulla, uno de ellos le daba un sermón.
-Que pena, tal vez le den 17 años de carcel o mas, esperemos que tenga un buen abogado.-
Clint no contesto y volteo por la ventana, y todavía con una mirada seria. Miraba la limosina donde viajaba Mark, vio que arranco y se alejo de la escena. El simplemente sonrió al ver esto.
-Espera el tiempo que sea necesario.- Dijo Clint en voz baja.
"Sintonía ZNN, esta tarde hubo un tiroteo fuera del congreso de Zootopia, donde perdió la vida el señor Bill Bunn, director de Bunn-Corp, dejando huérfano y solo a su hijo Mark Bunn. También se supo, que dentro del edificio, dos congresista murieron, por causas desconocidas hasta ahora. Los 3 colaboradores dijeron, que todo fue obra del congresista Clint Burton, y está prófugo un ciervo. Seguiremos informando sobre este día trágico, siga en sintonía..."
End...
Pos Hola... Quise hacer algo nuevo, una nueva etapa en mi escritura, es un concepto muy interesante el que estoy tratanto (al menos para mi..) No se pero ando volado todavia con CW, y lo adapte a esta categoría, pero no es como la peli ¿sii?... Emm... El contenido es un poco perturbador, pero como dije es una nueva etapa pa mi. Y ahora que me animé a publicarlo, pues esperare sus reviews a ver que les parece este fic. El otro fic lo actualizare igual, nsp, y este depende la recepcion que tenga (aunque sea buena o mala la continuare :P). Hasta luego señor s.
