_·Este fic participa del Reto #38 "Lugares al azar" del Foro Alas Negras, Palabras Negras·_
Disclaimer:"todos los personajes pertenecen al genio, verdugo y torturador George RR Martin"
Calor
Casi podía sentir el viento frío entumeciendo su rostro, podía oler la tierra húmeda, las flores de invierno, y aquella esencia que lo hacía sentir en casa. Cuando cerraba sus ojos incluso podía ver la isla, que era como un oasis para sus ojos que añoraban ver más que polvo y tierra seca, en su mente el color verde lo dominaba todo, la tierra, los arboles incluso las piedras estaban cubiertas de ese musgo verde que parecía engullirlo todo. Las flores llenaban los setos, y los ríos surcaban la tierra, y pese al frío de aquella tierra el caballero solo anhelaba su calor.
Sin duda alguna extrañaba su hogar, y hoy más que nunca sentía el deseo de estar allí, de sentirse a salvo y seguro tras los muros de su fortaleza de madera. Hoy podía percibir como su corazón se había llenado de hielo, como si lo hubiese sumergido en el frío mar del norte. Las palabras de su Khaleesi aun laceraban sus oídos… (Debes irte o morir). Daenerys se había convertido en su sol, en su calor, y en su razón para vivir, se había enamorado perdidamente de ella, y no podía soportar la inminente separación
La madrugada estaba a punto de romper al alba, cuando Jorah Mormont miro hacia la torre de la Arpía, había cruzado las murallas de Meereen, pero en lo que quedaba de su maltrecho y helado corazón solo quería regresar allí. Se obligó a mirar la costa que se extendía ante él, y con un pulgar barrio la testaruda lagrima que escapo del férreo control de sus ojos.
Algunas estrellas aun brillaban en el firmamento cuando los colores comenzaron a invadir la tierra, el rosado y el purpura se hacían uno con el naranja, el calor comenzó a impregnar el ambiente, pero Jorah sentía frío, el frío de perder de nuevo lo que había amado, el frío de la decepción y el olvido. Y sin importar lo gélido que se sentía aquel desierto, el errante caballero solo anhelaba estar en su isla de hielo, con sus ríos helados, y sus cielos congelados, porque quizás en aquel lugar tan frío podría sentir de nuevo calor.
