Disclaimer: Los derechos de Gossip Girl le pertenecen a Josh Schwartz y a…, bueno, ni idea. A mí seguro que no.
Fandom: Gossip Girl
Claim: Chuck/Blair
Treinta veces tú y yo
Vicio: #01 – Límite
Hay ciertas líneas que no se atreve a cruzar.
No le importa que esté bien o que esté mal. Jamás se preocupó por lo que los demás consideran correcto, nunca le importó ser un dechado de virtud. Si hay algo que quiere, sea lo que sea, lo tomará sin dudarlo, porque así es él y así ha sido siempre. La vida es demasiado corta para dejar que las reglas de etiqueta te detengan, para que la moral te ate de manos. La gente bien, las señoras de peinados y pómulos tirantes, los caballeros de traje y abultadas cuentas bancarias pueden fruncir el ceño y sacudir la cabeza, pero él nunca se ha privado de nada, nunca ha dejado pasar una oportunidad, nunca ha tenido que vivir arrepintiéndose por lo que pudo haber sido y no fue.
Hasta ahora.
Hay ciertas líneas que no se atreve a cruzar.
No le importa lo que los demás puedan pensar de él. No le importan la opinión de su padre y sus amigos, no le importa lo que digan en la escuela a sus espaldas. No está seguro de que le importe realmente lo que piense Nate. Él ya tuvo su oportunidad y la dejó pasar, por inseguridad, por miedo, porque Nate nunca pudo ser como él y simplemente tomar lo que deseaba sin pensar en las consecuencias.
Hay ciertas líneas que no se atreve a cruzar.
No le importa lo que ella pueda decir. Nunca se preocupó mucho por lo que una chica pudiera decir después, siempre y cuando él hubiera obtenido lo que quería de ella antes. Usar y tirar, ése fue siempre su lema, y no hay razón para que cambie de idea ahora.
Y sin embargo...
Y sin embargo no se atreve a cruzar la línea. No se atreve a estirar la mano para acariciar sus cabellos, no se atreve a rodear su cintura con el brazo. No se atreve a inclinarse y besarla en los labios, no se atreve a susurrar en su oído las cosas que se muere por decir.
No se atreve a cruzar la línea, pero no porque tema que ella lo rechace, no porque tema destruir su única posibilidad con ella. Nunca le importó el rechazo, nunca dejó que el miedo a fracasar lo detuviera antes y no va a empezar ahora.
Hay ciertas líneas, sin embargo, que no se atreve a cruzar. No por lo que puedan pensar los demás, no porque le preocupe la reacción de Nate, ni siquiera porque ella pueda rechazarlo. La razón por la que no se atreve, la razón por la que mantiene una distancia que se muere por salvar, es mucho más simple, mucho más complicada.
Lo que él teme, lo que le paraliza y le impide actuar, es saber con toda certeza que una vez que cruce la línea, una vez que caiga en la tentación y tome con ambas manos lo que desea hace tanto, tanto tiempo, bastará probar una vez sus labios, su calor para volverse adicto. Sabe que una vez que la tenga para sí no podrá soltarla nunca. Y eso le aterra.
Hay ciertas líneas que no se atreve a cruzar.
