Inalcanzable
Drabble
Cada día en el preescolar Yomogi era diferente, siempre más especial, más divertido. A cada uno de los niños que todavía asistía ahí le encantaba verse asomar el sol, pues eso significaba que volverían a la interminable diversión que les ofrecían Sayaka-sensei, Kiyokazu-sensei y Kobato-chan.
Sin embargo, para uno de los niños ir allí era todavía más especial. Nada más levantarse y despedirse de su madre, quien le sonreía antes de irse a trabajar, dejándole el desayuno en la mesa, se ponía muy feliz, contando los segundos en los cuales se tardaría en llegar y también cuántos se tardaría ella.
Kobato-chan siempre lo había ayudado mucho, siempre lo hacía sentir mejor y era la causa por la cual no podía esperar a llegar a Yomogi. Cada día que pasaba sentía cómo su corazón crecía más, albergando también a la despistada amiga que había conseguido, pero dejándole sin lugar a dudas espacio a su madre; ambas eran muy especiales para él, aunque no sabía determinar a ciencia cierta por qué, lo único que entendía era que cuando pensaba en Kobato-chan su pequeño corazón palpitaba un poco más rápido.
—¿Quieres quedarte aquí mientras esperas a que llegue tu mamá a tu casa? -lo distrajo una voz de sus pensamientos, una voz dulce y muy gentil.
Él asintió y observó cómo la chica se sentaba a su lado, aparentemente distraída. Sentía que algo malo estaba sucediendo (aún no había olvidado la visita de aquellos tipos a la guarderia) pero por más que se esforzaba no lograba encontrar una respuesta y los adultos no parecían querer dársela, quizás porque aún estaba muy pequeño.
—Llévalo a casa tú -sugirió Kiyokazu con voz enfadada- Aquí sólo molestas, yo me encargaré de lo demás -añadió, mirando con desdén a Kobato y antes de cerrar la puerta tras de él.
Ella asintió, pero seguía un tanto distraída, aún así se veía muy bonita.
—Vámonos, ¿sí? -le ofreció la mano y él se la tomó, sintiendo unas pequeñas mariposas revoloteando en su estómago.
—Nee, Kobato-chan, ¿crees que...? -pero se detuvo, al ver que ésta no le escuchaba.
Ella no lo veía a él, aún cuando lo tomaba de la mano. Tenía la vista fija sobre el hombro, buscando a alguien y se le escapó un suave suspiro cuando Kiyokazu-sensei se entrevió por la ventana.
¿Así se sentía estar doblemente herido? Negó con la cabeza, él no estaba herido, claro que no, pues lo único que buscaba era darle la misma felicidad que ella le había brindado y si esa estaba en Kiyokazu-sensei haría todo por ayudarla, aunque por una extraña razón le doliera.
Ya se le ocurriría algún plan, pues sabía que lo que ella más quería se había quedado atrás, atrás... pero no por eso inalcanzable, aunque para él Kobato sí lo fuera.
FIN
Notas de la Autora: Bueno, este pequeño drabble ya lo publiqué en Cz desde hace un tiempo y lo estaba por subir cuando me quedé sin computadora, así que hasta hoy ve la luz en , realmente espero que les guste, el personaje de Toshikiho se me hace muy maduro, sobretodo por lo que piensa de su madre, así que lo incluí en esto, dado que los niños son muy inteligentes... anyway, espero les guste y me dejen sus comentarios, gracias por leer.
Ja ne!
