Muy bien esta es mi versión de como sería el primer encuentro con El hombre más peligroso del planeta espero les guste XD jeje estoy pensando escribir aunque sea un poco más sobre esto así que si tienen dudas, quejas, sugerencias, comentarios, estoy a sus ordenes =D
Nota: Los personajes no son míos, OK? ^-^ [pero me los robaría a la primer oportunidad ;D]

Es de noche y una gran luna ilumina las calles, ocupo dar un buen golpe o no comeré esta semana, normalmente preferiría que fuera una noche sin luna pero no tengo otra opción pues me estoy quedando sin suministros, aunque ya tengo un blanco en mente, una mansión de estilo clásico ubicada al final de la colina, he observado el lugar desde hace varios días y solo vive un hombre ahí, siempre está solo por lo que no deberá ser problema, de otro modo solo tendré que encargarme de él.

Quizá sea mejor si lo mató, nunca lo visita nadie, ese lugar podría ser un buen refugio. Espero que tenga muchas cosas de valor, de lo contrario habré perdido varias noches de trabajo. Esperare unos instantes, esas nubes se acercan, cubrirán la luna y podré saltar el muro sin ser visto.

Bien, ya estoy dentro… así que este es el jardín que rodea mansión, se veía menos grande desde la colina... no hay muchas áreas donde ocultarme de este lado así que rodeare la zona hasta los arbustos que llegan al estanque.

Camino varios metros en dirección noroeste y pocos minutos después ahí está el estanque, tan solo a unos cinco metros de mi, me he ocultado a la sombra del muro pero ya no queda más opción, correré hasta los arbustos y cruzare.

Al parecer el viejo esta dormido, siempre apaga todas las luces una hora después del anochecer. Desde aquí puedo ver su ventana, esta cerrada y la habitación a oscuras, se que duerme en ese cuarto lo he visto antes, en las noches cálidas deja la ventana abierta.

Después de todo parece que la suerte está de mi lado, no he hecho ningún ruido y el viejo duerme tranquilamente, pero no dejare mi precaución de lado, no me acercare a la habitación de ese hombre de no ser necesario.

Me aproximo al puente sin separarme de los arbustos en medida de lo posible, estoy a unos pocos metros de la construcción, pero no me apresurare, más nubes parecen querer hacerme compañía así que las espero para llegar juntos a la entrada.

La cerradura no es ningún desafío, con cuidado deshabilito el cerrojo, si me quedo con el lugar será mejor no estropearlo como con aquélla pocilga, que ingenuos pensando que su nivel sería suficiente para detenerme, me tomaron por un simple chiquillo pero no hay nada simple en mi, bueno ya no queda rastro de esos sujetos ni de ese lugar así que mejor olvidarlo.

Estoy dentro, está muy oscuro pero he vivido tanto tiempo en las sombras que la luz me molesta, para mi este es mi ambiente natural, trabajo mejor de noche, emboscar incautos es muy divertido pero si son lo suficientemente listos para descubrirme más les vale estar preparados para una intensa pelea y una muy probable horrenda muerte.

Pero ahora es tiempo de negocios, comenzare por examinar algunos de los objetos decorativos de la habitación, hay gran cantidad cuadros, figuras de porcelana y otras de cristal, eso podría ser útil, la habitación contigua era la sala de estar al parecer y también funciona como biblioteca, un lugar espacioso con asientos cómodos y paredes tapizadas de libros hasta donde alcanzaba la vista, algunos parecían muy antiguos, también hay piezas ornamentales de oro y plata, tienen un hermoso resplandor.

Seguramente me darán un buen precio por esos libros sin contar lo que obtendría de los demás objetos… solo he visto dos de las habitaciones y hay más cosas de las que podría cargar, esto es un problema pues no puedo atracar el mismo lugar dos veces, aun si estuviera trabajando toda la noche me será imposible vaciar este lugar. Diablos, no voy a dejar que ese viejo me arruine el negocio, no hay forma de que deje pasar la oportunidad de un golpe tan jugoso, no estando en medio de esta fortuna.

Estoy decidido, avanzo por las habitaciones encontrando más y más objetos extraños, piezas de gran valor como cuadros, armas, joyas y armaduras de combate antiguas, he decidió que esta es una oportunidad que no puedo dejar pasar, si lograra vender aunque sea una sola de las figuras de oro que hay en los pasillos podría vivir cómodamente por el resto del año, de hacerme con todo mi vida estaría resuelta.

Me adentro en la casa en busca de la habitación principal, el viejo debe estar ahí sin duda, me he topado con una gran puerta doble de madera gruesa y firme, sin dura es una puerta muy resistente pero con cautela la abro y entro en el cuarto sin hacer el más mínimo ruido, no sin antes haberme despojado de la gran bolsa donde originalmente planeaba guardar los objetos que tomaría, desenvaino el cuchillo que siempre llevo en mi cinturón y me acercó a la cama donde veo al anciano recostado y respirando con tranquilidad.

Tan relajado con una vida cómoda y lleno de lujos pero todo acabara muy pronto… espero que hayas disfrutado tu ultimo día viejo… porque no volverás a ver el sol de nuevo… una puñalada en el tórax y todo habrá acabado, adiós viejo, fue un gusto robar tu casa… ¿Qué diablos?

—¡Sueltame!

—¿Soltarte, para que puedas matarme?

Ese miserable… ¿estuvo despierto todo el tiempo?

—Presumo que eres tu quien ha estado merodeando por los alrededores de mi propiedad durante la ultima semana, ¿no es así joven?

Él sabía que vigile el lugar, ¿cómo pudo darse cuenta?, maldición me tiene sujeto por las muñecas con mucha fuerza, debo liberarme…

—Tus forcejeos y patadas no te servirán de nada joven, ríndete de una vez, no deseo lastimarte… mucho.

—¡Ahhhh! —Miserable viejo, me ha arrojado a la cama con un solo movimiento despojándome de mi arma y ahora me retuerce mi brazo derecho, esto no puede pasarme.

—Insisto en que deberíamos hablar antes de proceder con violencia, eres un joven muy hábil y enérgico, pero no lo suficientemente astuto para explotar tu potencial correctamente.

—¡Infeliz, espera a que me suelte, te cortare la lengua, te destajare lentamente, te arrancare el corazón y te mostrare como lo aplasto con mis manos antes de que mueras!

—Demasiada ira en tus palabras, no hay necesidad de ello, lo mejor sería un asesinato limpio y bien organizado, un crimen perfecto, la ira solo te llevara al desastre y al fracaso seguro.

Este bastardo habla demasiado.

—Tu mirada llena de odio mal enfocado no lograra perturbarme, solo gastas tus energías en vano, ¿no preferirías que habláramos un poco antes de que te rompa el brazo?, oh así que no es solo odio lo que pueden expresar esos ojos castaños, también demuestran miedo.

—¡No, no te tengo miedo!

—Quizá a mi no, porque no sabes quien soy pero sin duda la expectativa del dolor inminente si logra efecto en ti.

No puedo creerlo, me niego a creerlo, este, este desgraciado viejo repugnante, reduciéndome de esta manera, es demasiado fuerte y rápido para su apariencia, si tan solo pudiera soltarme.

—Insisto, deberías calmar tus ímpetus, no creo que tu brazo resista más presión.

—¡Ahhhhgg! —Este tipo no esta jugando, es demasiado doloroso ya no lo resisto más…

—Entonces, ¿esta bien si paramos o deseas más motivación?

—¡Ahhhhhhhhh!, no… ¡ahhhhhh, no!

—¿Qué dijiste hijo?, no te escuche por un grito de dolor…

—¡Ahhhhhhhhh para!

—Esta bien, no hay necesidad de llorar.

—No, no más… por favor...

—Buen chico

Esta es mi oportunidad… debo… no… no puedo moverme…

—Oh, no intentes moverte será inútil, con el ultimo toque deje todo tu cuerpo entumecido. No pensaras que soy tan tonto como para soltarte y dejar que vuelvas a intentar atacarme, ¿o si?

Después de eso me habló por horas, termine por quedarme dormido del cansancio y ese sujeto seguía hablando y hablando, sobre disciplina, honor, control, planeación, que hacer y que no, como evitar ser atrapado y como liberarse en tal caso, no comprendía porque me decía esas cosas, no comprendía porque no me mató si tuvo la oportunidad, yo no habría dudado, pero él nunca me dio la oportunidad, nunca.

Me habló de todos mis fallos con lujo de detalle y no solo de este intento de robo sino de muchos otros, tanto exitosos como fallidos, él me había detectado meses atrás, me estudió, sabía que haría, como y cuando, todo lo tenía planeado con antelación y de alguna forma que no llego a comprender me convenció de seguirlo, me dirigió por el camino hasta este preciso momento, convirtiéndome en su discípulo. Ha pasado un año y medio desde ese incidente, desde que conocí a Uno.