DISCLAIMER: los personajes a continuación (a excepción de Nina, su familia y la familia de K') pertenecen a SNK Playmore. El pasado de K' también es de mi invención.
Capítulo uno.-Te vi.
A bordo de la estación espacial. Igniz le había devuelto sus memorias.
Le dolía tremendamente la cabeza. Ya no soportaba más todos los recuerdos que la invadían ahora, no tan repentinamente… Pero era lo que había esperado todos estos años. Quería recuperar su vida. A su mente ahora venían los gritos de una mujer, seguidos de balazos.
-¡¿LOS MATARON?! ¡¿MATARON A MIS PADRES?!- gritó enfurecido y adolorido. No recibió respuesta, sólo más recuerdos rebalsando su mente. Ahora veía una chica que le gritaba "¡Hermano!", pero ese recuerdo ya lo tenía… Pronto venían a su mente los amigos, familiares y conocidos que alguna vez tuvo. Le resultaba doloroso el saber que, de no haber sido por aquella organización maldita, habría tenido una vida normal, feliz. Respiró hondo, temblaba de ira, una punzada horrible atacó su sien, y más recuerdos atropellaban sus pensamientos. Ahora se veía a él, tratando de escapar de unos hombres, pero ellos le propinaban una fuerte paliza. Tan joven, tan impotente… Él recostado en una mesa, mientras lo torturaban con experimentos dolorosos. Ya no podía con todo esto, necesitaba vengarse de todos esos malditos, sentía la furia acumulándose en sus manos, en llamas. Ahora tenía al frente al hombre culpable de haber arruinado su vida, SU VIDA. Esta vez no se escaparía… Pero en ese momento probablemente el más doloroso de todos los recuerdos anteriores. Ella. Ella, hablando con él, riendo, llorando, abrazándolo, besándolo… NO. No podía ser que aquello fuera cierto. Su corazón palpitó bruscamente y ya no pudo aguantarlo: las lágrimas surcaron sus ojos, lágrimas de dolor, de ira…
- ¡¿Ella sí…?! ¡¿POR QUÉ?! ¡¿POR QUÉ ME HICIERON ESTO?! ¡¿QUÉ DIABLOS LES HICE YO A USTEDES PARA QUE ME HICIERAN ESTO?! ¡ARRUINARON MI VIDA! ¡MATARON A LAS PERSONAS QUE MÁS QUERÍA! ¡ANTES DE MATARTE, TENDRÁS QUE DECIRME POR QUÉ ME ESCOGIERON A MÍ! ¡PORQUÉ A MÍ!- su voz retumbaba en el lugar, su mirada asesina daba miedo. Escuchó una risa. Eso lo enfureció aún más.
-Tenías que ser tú… Habíamos buscado un montón de muchachos, y ninguno tenía la capacidad que tenías tú… Eras perfecto para esto. ¡Eres tan estúpido! ¡¿Cómo es que preferirías haber tenido una vida común, normal, ORDINARIA, a esto que te hemos dado?! ¡¿Estás consciente de todo el poder que tienes ahora?! ¡INGRATO! ¡Miles de personas sacrificarían más de lo que se te ha arrebatado por tener una milésima del potencial que tienes! ¡K' TÚ PODRÍAS TENER EL MUNDO A TUS PIES! ¡¿Y una cualquiera hace que quisieras volver el tiempo atrás?! ¡INGENUO!- gritó Igniz, firme enfrente de quizá su más grande, pero rebelde creación.
-Fuimos felices y lamento todo lo que pasó. Enserio te amé, y sé que estarás siempre aquí, conmigo. Tal vez en otra vida podamos ser lo que en esta desgraciada no tuvimos oportunidad de ser… Estaré esperando con ansias ese momento- murmuró K', ahogado en lágrimas y dolor, con la esperanza de que ella lo escuchara, y sintió que así era. Con esa nueva fortaleza, no había quien lo parara, y se puso en posición de combate. Iba a acabar con el responsable de todo esto…
Y así lo hizo. Ese día K' Dash asesinó a Igniz, y no descansaría hasta ver a NESTS en la ruina. Pero antes de hacerlo, Igniz había activado la secuencia de auto destrucción que haría que se estrellen en la Tierra. Kula Diamond consigue amortiguar la caída, y aterrizaron en el océano. Nadó hasta llegar a Tierra, y la encontró, muy débil. La ayudó a levantarse, y ella le dijo:
-Ya no quiero pelear más contigo, K' Dash.
-Yo tampoco. Lo único que quiero ahora, es dejar mi pasado atrás.. dijo K'. Y ahora ya no tendría dudas de que sería así.
Años antes. Final del KOF 1999
-¿Qué QUÉ?-exclamó el muchacho del cabello gris platino.
-Están ahí afuera, y todos piden su autógrafo. ¡Son una multitud!- respondió un guardia.
-¡Al demonio! Sólo quiero irme de aquí…- dijo K' Dash. Estaba cansado de tener que ver gente y ahora le impedían irse tranquilo a su casa.
-Lo sentimos, señor, pero se ha conseguido una cantidad de fans gorda… ¡Usted ganó el King of Fighters!- exclamó el guardia, emocionado- No pensaría que lo iban a dejar en paz, ¿verdad? Podemos acompañarlo afuera y dispersar a la multitud, pero no prometemos nada.
-De acuerdo… ¡Pero no firmaré ningún autógrafo! Sólo sáquenme de aquí ¿quieren?- dijo de mala gana K', se puso la capucha de su chaqueta y sus lentes… Si había una persona que detestara que lo molestaran u adularan, era él. Ni la manera en que había tratado al personal de seguridad del torneo logró que ellos dejaran de mirarlo con cierta admiración mientras lo escoltaban afuera del lugar del último enfrentamiento, y esta situación ya había pasado de incomodarle a fastidiarle. A pesar de que salieron por la puerta de atrás (los campeones solían salir por la principal mostrando sus trofeos, pero K' se obstinó en salir por aquella), la calle rebalsaba en gente. Con un poco de suerte, los guardias lograron crear un camino por el que pudiera pasar el muchacho, empujando a la gente, en su mayoría chicas obsesionadas con tocarlo. K' nunca había escuchado tal alboroto en su vida, y los chillidos desesperados de aquellas chicas ya le perforaban el cerebro. Iba mirando al suelo y abriéndose paso, cuando escuchó a la multitud corear su nombre. Eso hizo que el levantara la vista, y por alguna extraña razón, no le fastidió que lo hicieran. Era la primera vez que alguien lo trataba como a un héroe, pero aún así siguió caminando decidido, porque no iba a fanfarronear su victoria como sus compañeros de equipo y los anteriores ganadores del KOF. No, él no era así. Pero mientras observaba aquella multitud, vio algo que captó su atención. Una muchacha no gritaba como todas las demás, claro estaba que ella sólo había ido por ahí para curiosear, y estaba entretenida observando a un grupo femenino que parecía dispuesto a dar la vida por acercarse a K'. Lo que más le extrañó fue que ella no parecía interesada en él, porque apenas lo veía, y eso en cierto punto le inquietó: él era la estrella del momento. En un intento de aceptar el desafío, se sacó los lentes, hecho que provocó aún más aullidos de parte de sus admiradoras, y caminó ligeramente hacia donde estaba esa chica. Cuando ella posó sus ojos en él, se puso tan blanca como si hubiera visto un fantasma. Ésa no era la reacción que esperaba K', que sólo estaba entreteniéndose buscando captar su mirada, y lo que más lo impactó fue que ella empezó a gritar:
-¡¿Jake?! ¡¿JAKE?! ¡¿Eres tú?- de pronto ella estaba aún más desesperada de alcanzarlo que todos los demás-! ¡ERES TÚ!- una sonrisa algo dolorosa se produjo en ella, K' se estremeció. ¿Qué diablos le pasaba a esa muchacha? Ella ágilmente había logrado burlar a los guardias que apartaban a la gente y llegar hasta unos metros cerca de él. Pero ahí uno la agarró por la cintura y la arrastró hasta detrás de la gente, que pensaron que ella era una loca más del montón.- ¡No, por favor, deben dejarme hablar con él! ¡Necesito hablar con él!- K' la observó hasta que desapareció de su vista. Llegaron hasta una especie de depósito donde lo estaba esperando un coche, y en todo el viaje de ahí hasta el edificio donde vivía temporalmente, K' no pudo sacar a aquella muchacha de su mente, y es que ella en verdad creía conocerlo, pero él la reconocería de haberla visto, no podría olvidar ese rostro: ojos color miel, cara dulce, cabello marrón oscuro hasta la cadera… De haberla visto en esta vida, su recuerdo hubiera seguido hasta el fin de sus días. "En esta vida…" pensó él y la idea se le iluminó "¡Ella me conoce de antes! Por eso me llamó con otro nombre… Debo encontrarla… Pero ¿dónde la busco? ¿Por dónde empiezo?". El auto ingresó al estacionamiento del edificio y K' se bajó.
-¿Quiere que lo acompañemos a su puerta, señor?-le preguntó uno de los guardias.
-¿De verdad piensa que preciso ayuda para subir unos cuantos pisos en ascensor?- preguntó de manera grotesca K' y se dio vuelta, camino al ascensor. El resto se despidió alegremente de él, que sólo hizo una seña con la mano. El auto apenas había salido del edificio, cuando un grupo de niñas, sólo Zeus sabe de dónde habrán salido, comenzó a correr hacia él. "¡Maldición! ¡Debí aceptar que me acompañen!" pensó viéndolas venir, y quiso darse la vuelta para correr al otro lado pero ya era tarde: también habían muchachas de ese lado, que empezaron a tocarlo y jalonearlo como si fuera un muñeco de trapo. Algunas rasgaban sus ropas, muy atrevidas, y hasta una intentó robarle un beso.
-¡Ey, ey! ¡Suéltenme! ¡No me toquen! ¡¿Acaso están dementes?!- exclamó desesperado. Esas desquiciadas no se habían reservado el deseo de tocar cada parte de su cuerpo (sí, CADA UNA), pero no podía usar sus poderes contra ellas… ¡Las mataría! Y aunque la idea no era mala, no podía herir a muchachas corrientes como esas. Cuando K' ya sentía su intimidad por los suelos, unos estallidos empezaron a resonar en todo el lugar y al grupo de damiselas no le quedó otra que agacharse. El muchacho se vio libre, pero unas manos agarraron las suyas, aunque debido al humo y las hispas que provocaron esos petardos, K' no pudo distinguir quién era, pero ese contacto, por más extraño que sonara, le resultaba familiar. Fue guiado hasta un pequeño cuarto, donde se guardaban objetos de limpieza, y allí pudo reconocer a su salvadora.
N/A: tenías razón, zzzkzzz1, la arreglé un poco. Espero que ahora sí se entienda. Gracias por hacérmelo notar.
