Hallo! He llegado! Ahora les traigo este nuevo proyecto (si, otro proyecto mio, no es mi culpa que las musas sean exquisitas y no me den inspiración para los otros proyectos que tengo inconclusos y sí para uno nuevo) que venía pensando desde hace un tiempo. Espero que les guste :)
Dedicatoria: Para este fic no tengo una persona especial, pero si un gran grupo de personas especiales, ustedes, mis amados lectores/as. Son muy importantes para mi!
Inspiración: Bueno, no me inspiré en nada en especifico, fue una idea que volaba por mi mente. Es algo así como Kaicho wa Maid-sama! Tiene varios parecidos, pero la temática y la historia será completamente diferente.
Disclaime: Hetallia no me pertenece, es de nadie más y de nadie menos que de Himaruya-sensei.
Narradora (letra corrida)
Historia (normal)
Hola, soy la narradora, Neko. Hoy les contaré una historia, una historia que comenzó hace poco y que aún no termina. Nuestro cuento comienza en el colegio "World Academy", donde había alumnos de todas partes del mundo. Venían de Alemania, China, Inglaterra, Francia, Japón, Corea, Rusia, España, Canadá, Brasil, Perú, Taiwán, Holanda, Bélgica, Colombia, Ecuador, Suecia, Dinamarca, Noruega, Finlandia, Islandia, Argentina, Chile, Bolivia, Lituania, Polonia, Venezuela, México, etc. Era una academia muy prestigiosa, cara y prolija, conocida internacionalmente, que se encontraba en la capital de Estados Unidos, Washington D.C. Muchos padres de todo el mundo gastaban millones de dólares para mandar a sus hijos a ese lugar.
En este colegio había una promoción en especial, conocida por ser la promoción más grande de todas, más variada, en cuanto de donde venían los alumnos, y más rara. Sobre todo porque nunca sabían si los alumnos eran homosexuales, heterosexuales o bisexuales. Los profesores se iban por la tercera opción. Esa promoción se encontraba en el último año de preparatoria, estaban listos para irse a la universidad afiliada a la academia, la universidad "World University", que era del mismo dueño que el colegio.
Ahora nos centraremos en el concejo estudiantil, donde el secretario era un francés llamado Francis Bonnefoy. El encargado de los deportes era Ludwig Beilschmidt, un alemán de Berlín. El tesorero era un chino de Beijín llamado Wang Yao. El vice-presidente era Honda Kiku, un japonés proveniente de Tokio, era el hermanastro menor de Yao. Y el Presidente estudiantil era Arthur Kirkland, un inglés que venía desde Londres. El será uno de nuestros personajes principales.
Nuestro otro personaje principal era un americano, venido del mismísimo Washington D.C. Su nombre era Alfred F. Jones y era un carismático chico que se creía un héroe, era ruidoso y demasiado animado para su bien, pero ocultaba una personalidad muy inteligente y perceptiva. En cambio Arthur era más frio, distante. No le gustaba mucho estar con los demás, aunque tenía a sus amigos, como Kiku y Francis, a pesar que a él no le parecía mucho divertirse con la presencia del galo, a diferencia de Kiku. Con él se sentía cómodo, era su confidente, ya que ambos compartían un mismo secreto.
- Arthy! – esa era la voz del americano, quien buscaba al presidente.
- ¿Cuántas veces tengo que decirte que no me llames así, git? – respondió un molesto Arthur, sus espesas cejas se juntaron cuando frunció el ceño.
- ¡No seas así viejo! Solo quería invitarte a comer algo, ya sabes, como los amigos que somos. – dijo Alfred, riendo ante la reacción del inglés.
- ¿Planeas llevarme a McDonnals? Si es así, ni se te ocurra. No quiero comida chatarra.- gruño el otro, mirando al chico en frente de él.
- N-no, claro que no planeaba ir a comer McDonnals, ¿Qué me crees? – tartamudeo Alfred, visiblemente nervioso, Arthur levantó una ceja, suspicaz.
- Un americano idiota. – respondió él, en su interior también estaba nervioso.
- Vamos Arthy, no seas así y acompáñame, estaba pensando en ir a un nuevo restaurante italiano que han abierto cerca. Es un lugar muy fino. – dijo Alfred, ya que no tenía que preocuparse por el dinero, después de todo, era rico.
- Está bien, pero solo porque soy un caballero y no puedo negarme a tal invitación git.- dijo el oji verde, sonriendo, mientras se volteaba y regresaba a la sala del consejo estudiantil. En su interior saltaba de alegría, mas tenía un problema, ese día tenía una reunión importante con sus subordinados de "trabajo de medio tiempo". Tendría que mandar a Kiku en su lugar.
- Kiku! – gritó, al ver al japonés saliendo de la sala y alejándose por el pasillo.
- Si? – respondió el aludido, dándose vuelta con una sonrisa cortés en el rostro, mas cuando vio quien lo llamaba, su sonrisa cambió ligeramente, a una verdadera sonrisa algo extraña en un rostro tan tranquilo.
- Kiku, perdóname, hoy no podré ir a la reunión, ¿les puedes avisar a los chicos por mi?- dijo Arthur, respondiéndole con una sonrisa de medio lado, cualquier persona se hubiera estremecido ante la vista, mas el japonés estaba acostumbrado.
- Claro Arthur-san, yo les avisaré. Supongo que no puede ir por cierto americano, ¿verdad?- murmuró Kiku, divertido.
- Me conoces muy bien Kiku, por eso tu eres mi mano derecha.- rió Arthur, apoyando su mano en el hombro del pelinegro.
- No te preocupes, yo les avisaré, ve tranquilo.- dijo Kiku, mientras se daba la vuelta y volvía a dirigirse lejos de la sala del consejo, donde Arthur entró y cogió sus cosas. Alfred lo esperaría donde siempre, frente a la puerta del colegio.
Fueron al restaurante italiano que Alfred le había dicho. Los dueños eran la familia Vargas, sus chicos estaban en su colegio, incluso uno de ellos era el novio de un "amigo" de Arthur. Un chico llamado Lovino. Este tenía un gemelo menor, Feliciano. Sabía que su familia era de mafiosos italianos, el restaurante era solo una tapadera.
Comieron tranquilamente en una reservación donde solo podían entrar con finos trajes, y bueno, eso eran sus uniformes, finos uniformes. Pantalón azul a cuadros con una camisa blanca y fina, junto con un saco color azul, aunque esta había sido reemplazada por el americano con una cazadora de piloto marrón, sin embargo, una vez que en la entrada vieron la insignia de la World Academy, los dejaron entrar de inmediato. Ese restaurant era concurrido por los alumnos, sobre todo para tener buenas relaciones con los dueños, en otras palabras, la Familia Vargas, y además la comida era demasiado deliciosa para solo ir una vez, incluso corría el rumor que Lovino y Feliciano eran los chefs, los jefes de la cocina y ellos se encargaban en las tardes de ella.
Una vez terminada la comida salieron y miraron el cielo, una fuerte lluvia se desató sobre ellos, mojándolos por completo.
- Dammit, olvidé mí paraguas en mi casillero.- murmuró el inglés, sacándose su saco y poniéndolo sobre su cabeza, después de todo, podía reemplazarlo en cualquier momento.
- Ven, acompáñame, mi casa está cerca, ahí te podrás secar y podrás llamar a tu chofer para que te recoja.- dijo Alfred, jalando a Arthur sin esperar su respuesta.
- Corrieron por la lluvia, mojándose totalmente, cuando llegaron ya estaban empapados.
- Toma.- dijo Alfred, lanzándole una toalla a Arthur, quien la atrapó con una escalofriante elegancia.
- Gracias git.- respondió él, sonriendo de medio lado, mientras se secaba la cabeza con suaves movimientos. Estaba de espaldas al americano, quien no pudo evitar comerse con la mirada a tan dulce criatura. Estaba fijándose como su camisa se pegaba a su piel cuando vio algo interesante, unas líneas parecidas a espinas se enredaban bajo la camisa, a la altura de su cintura.
- Arthy, que es esto?- preguntó el americano, tocando con un dedo la línea de espinas. Al sentir el tacto, Arthur saltó y se volteó a una velocidad espeluznante.
- ¿Qué cosa dices?- respondió, intentando hacerse el loco, entonces su teléfono sonó y lo contestó, algo nervioso, luego de terminar de hablar, añadió.- Alfred, me tengo que ir, mi limosina está afuera. Nos vemos el lunes, git! – Arthur salió corriendo rápidamente, levantando la mano en modo de despedida y dejando la toalla en una silla cercana, dejando al americano solo con una gran duda.
- Esto parece interesante.- murmuró Alfred, para sí mismo, lleno de curiosidad.
Y así termina el prologo de esta historia. Nos veremos en la siguiente entrega, dentro de una semana.
Les gustó? Espero que sí :)
P.D: Estaba pensando en ponerme días para publicar las cosas, y para esta historia serán los sábados. Ya tengo el capítulo uno escrito, así que tengo que escribir el segundo en el transcurso de la semana y el próximo sábado les traigo un capítulo :)
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