Deja vu
by Kita-chan
CAPÍTULO I: 'Stockolm Syndrome'
Rojo… es todo lo que veo. Alcanzo a distinguir ciertas sombras en tonos de escarlata, siluetas humanas que caen al suelo… No puedo concentrarme en ellos, hay algo más que ocupa mi mente. Siento un tibio líquido que emana de mi cuerpo y noto como lentamente se expande por mis ropas, pegándolas contra mi piel.
Llevo mi mano hasta mi pecho; se humedece… Esta textura me es familiar y este olor no es otro que el de la sangre, su inconfundible sabor invade también mi boca, obligándome a probarlo.
Estoy conciente de mis heridas, aún más cuando aprecio como sale la sangre a borbotones de cada una de ellas. ¿Dónde están mis aliados? ¿Son aquellos que caen o los que quedan de pie?
Hay un pequeño charco a mí alrededor, no tengo movilidad… Mi visión se nubla y mis oídos no perciben más que mis propios latidos y gemidos de agonía. ¿Es la hora? Sólo espero que mis camaradas hayan logrado la misión…
Amigos, ¿dónde estarán ahora?
Gon… Killua… Leorio…
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-…por allí, él lo trajo. Fue una suerte que supiera algunos procedimientos, sino este chico no estaría aquí ahora…-
En medio de la nada oigo una voz femenina… ¿qué estaba soñando? Mantengo mis ojos cerrados, intentando en vano recuperar mis recuerdos.
-Pero sólo eso no es suficiente, por mucho que este aquí no parece tener ninguna mejora; ¡lleva casi una semana en coma! Dime, Esther, ¿realmente crees que despierte?-
Otra voz… también de mujer, algo más chillona que la anterior, me obliga a dar por perdido mi sueño y poner atención a lo que hablan.
-No lo sé… sería una verdadera lástima, es tan joven… y se nota que sus amigos lo quieren mucho, sobretodo ese alto de lentes, no se ha despegado de su lado más que para ir al baño, incluso ha estado durmiendo aquí…-
-La esperanza es lo último que se pierde, ¿no?-
-Nada más cierto…- corroboró la mujer.
Separo mis párpados lentamente, me cuesta trabajo enfocar… Diviso dos manchas blancas, que pronto van tomando la forma de enfermeras, no las pude observar más, ambas se retiraron con la cabeza gacha. Miro a mi alrededor y me encuentro con una habitación en la que predomina el blanco.
Quiero sentarme o ponerme de pie… hacer algo, pero al momento que lo intento me invade la sensación de que mil agujas penetraran la piel de mi tórax hasta mis órganos vitales; la cabeza me da vueltas... trato de levantar un brazo; el dolor es insoportable… ¿Qué es todo esto? Mi mano tiene un tubo conectado a una bolsa plástica con un líquido transparente dentro… No puedo leer las letras… Alzo el rostro, incluso eso me causa dolor… Oigo pasos. Pasos muy apresurados… Vuelvo la vista y antes de poder distinguir a mi visitante me encuentro rodeados por sus brazos… Y duele… duele mucho…
-¡¡Kurapika, al fin despiertas!! ¡Sabía que podrías hacerlo!- exclama en tono jovial. Habla muy fuerte… me hace doler aún más la cabeza y además no me suelta… me estoy mareando… y me abraza con más fuerza. No puedo hablar…
El sujeto se detiene a mirarme a la cara. Sus ojos son de un azul profundo y utiliza unas ridículas gafas a la altura de la nariz, su cabello es muy oscuro, también su piel es más oscura que la mía. Me observa, con una gran sonrisa.
-¡¡Estoy tan feliz de verte bien!!- esta vez me acerca más a él, me parece como si estrujara mi cuerpo… Tengo que…
-¡¡Suélteme!!- grito con voz ronca, mi garganta tampoco está bien. El tipo obedece, pero me contempla con expresión de sorpresa- ¿¡Quién es usted!?-
Sus parpados se separan más de lo que deberían, dejando a la vista los globos oculares casi fuera de sus órbitas. Al segundo su semblante cambia, primero sonríe meneando la cabeza y luego me mira frunciendo el entrecejo.
-Vamos, no es momento para bromas… realmente estaba preocupado por ti…- comenta ofendido. Yo me llevo una mano a la cabeza… Dios, cómo me duele… Cierro los ojos con fuerza…-¿Te duele mucho, Kurapika?-
Se acerca a mí y acaricia mis cabellos con una delicadeza que no habría creído posible en él, mas no me siento del todo cómodo…-¡Basta ya!- volteo mi rostro, dejando su mano palpando el aire, no me puedo alejar más, todo movimiento me causa dolor- ¡Dígame quién es usted!-
-Pero… Kurapika…- intenta tocar mi hombro e inconcientemente le evito. Me observa con angustia, como si estuviera contemplando a un amigo que acaba de morir- No nos vemos hace un tiempo… pero no es como para que me olvides- debo tener una expresión de claro desconcierto, ya que ni siquiera esperó mi respuesta- ¡Soy yo, Leorio! Kurapika… ¿no me recuerdas?-
-¡No tengo idea de quién es!- levanto la voz lo más que puedo, sin embargo, sigue saliendo ronca… me doy cuenta de que no estoy bien, mi estado es lamentable realmente- ¡Y deje de llamarme así!-
-¡Ese es tu nombre, Kurapika! ¿O cómo quieres que te llame?-
Las palabras resonaron en mi cabeza, perforando mi cerebro… ¿Nombre? Mi… nombre… ¿Cuál es mi nombre? Tengo la mente en blanco… ¿Quién soy? ¿Cómo terminé en este lugar? No hay ningún recuerdo… ¿Qué estaba haciendo ayer? ¿La semana pasada? ¿El año anterior? No… no sé nada… ¡No lo entiendo! ¿¡De dónde rayos salí!?
-¡Deja de hacer eso!- el joven toma mis muñecas, impidiendo que siga restregándome el cabello contra la cabeza por mi desesperación- ¿¡Qué diablos sucede contigo!?-
Por primera vez enfrento su mirada, inevitablemente mis ojos dejan caer tibias gotas que recorren mis mejillas en unos segundos…- ¡¡No lo sé!!- rompo a llorar, sólo por ser incapaz de comprender la situación- ¡¡No sé nada!! ¡No sé quién eres!- cada movimiento involuntario, producto del llanto, me llena de puntadas en las costillas… no lo resisto- ¡No sé quién soy!- termino con la voz quebrada.
-E-está bien… calma, cálmate- lo oigo tartamudear- ¡Voy a buscar al doctor!-
Yo quería detenerlo… pedirle que se quedara conmigo, que me ayudara a comprender esto… Me siento solo, perdido en un mundo que no conozco… soy un extranjero en mi propio ser, ¿qué hago? Él ya se fue; dejé de llorar, pero me arden los ojos y la piel del torso… Al llevarme un mano a la zona afectada siento unos vendajes a través de la prenda que tengo puesta, ¿qué es esto? ¿En qué momento me las pusieron? Acaso… ¿tengo alguna herida? Si es así… debo saberlo.
-…no quiero ni pensar que sea eso, pero dice que no me conoce y no reacciona ni ante su propio nombre…- se detiene en la entrada y me mira… en un segundo está sujetando mi brazo con fuerza- ¡¡Kurapika, ya basta!!-
Lo observo; él no me entiende, ¿por qué no me deja quitar estas vendas? Tengo derecho a investigar lo que sea que tenga. El otro sujeto se me acerca, ¿es este el doctor? Es bastante más viejo; cabello canoso, rostro arrugado y una expresión de que soy la persona más enferma que ha visto.
Ambos se quedan ahí parados, y bueno… ¿que acaso soy una especie de espectáculo por el que pagaron? El anciano estira una de sus rugosas manos e intenta tocar mi cabeza, yo lo detengo, apartándolo con mi brazo 'desconectado'. No quiero que vea si tengo fiebre… ¡quiero saber quién diablos soy y por qué no lo recuerdo!
-Sus reacciones son extrañas, está claramente alterado- comenta como si yo no estuviera aquí, eso me irrita un poco...- ¿Y dices que no recuerda su nombre?-
-Exacto… ni tampoco el mío, probablemente no nos pueda explicar qué fue lo que le pasó antes del accidente- Y probablemente preferiría que me preguntaran a mí…
-¿Qué accidente?- me atreví a interrumpir. El doctor meneó la cabeza una y otra vez, como si quisiera llamar a alguien para que cavara mi tumba pronto y el más joven me miraba con un dejo de decepción, ¿y no fue él mismo quien dijo que yo no podría explicarles lo que sea que haya pasado?
-Eso es… lo que no sabemos- me contestó- Cuando te encontramos ya todo había sucedido… Kurapika, ¿estás seguro de que no recuerdas qué pasó?-
-¡¡Ya le dije que no recuerdo nada!!- grito exasperado, ¿acaso cree que estoy jugando? ¡Maldición! ¡Alguien explíqueme qué pasa aquí!- ¡Usted lo dijo, no recuerdo ni mi nombre! ¿¡Cómo me voy a acordar de eso!?-
-¿No recuerdas tu procedencia? ¿La tribu kuruta? ¿Los ojos rojos?- hace pausas entre una pregunta y otra, esperando alguna reacción, supongo que sigo con mi expresión desorientada- ¿El Genei Ryodan no te dice nada? ¿La araña?-
¿El ge qué? ¿Araña? ¿Y qué me importan a mí las arañas? Acaso… ¿soy aracnofóbico? Qué extraño… veo todo en tonos de rojo… parpadeo un par de veces y hasta me restriego los ojos, pero no se va… ¿qué me pasa? Hasta mi corazón se acelera…
-¿¡Qué es eso!?- el doctor al fin deja de menear la cabeza y se da cuenta de que aún estoy vivo, se aproxima a mi camilla e intenta tomarme el rostro, yo lo alejo nuevamente… ¡viejo loco! ¡Que ni se me acerque!
-¡Kurapika…!- exclama el otro, también intenta tocarme, ¿¡qué les pasa!?
-¡Aléjense de mí!- ya no lo soporto, no me quieren explicar nada, no puedo quitarme estas vendas ni estos tubos en mi mano, este tipo no deja de hacerme preguntas estúpidas mientras el otro firma los papeles para la morgue, ¿cuál es la idea?
No me quedaré aquí un minuto más. Me pongo de pie… pero veo el suelo moverse, siento la cabeza pesada, que se va hacia un lado… de pronto todos los lugares vendados empiezan a arder, sólo Dios sabe lo doloroso que me resulta. El tipo de las gafas me toma en brazos… ¡eso duele más! Mis intenciones de golpearlo se ven frustradas por el estado tan deplorable en que me encuentro, pero aún así no le hago fácil la tarea. El viejo ese grita algo a una enfermera y cuando logran meterme entre las sábanas noto como la mujer se acerca con cuidado e inyecta una solución extraña en la bolsa conectada a mi mano.
-Eso lo calmará por ahora… Debo decir que es un caso bastante peculiar de…- la voz del doctor se va apagando a medida que mis parpados se van cerrando… al final ya sólo escucho el eco de sílabas pronunciadas al azar…
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-…despierta no sabrá quiénes somos… ¿no es así?-
-Así es, lo más probable es que tenga amnesia, es un asunto muy complicado, Gon-
-¿Y qué es lo que van a hacer?-
-Mira, pedí permiso al doctor para tratarlo y me dijo que me lo permitiría cuando el riesgo mayor pasara, en una semana más cuando esté más estable…-
-¿Qué vas a hacer?-
-Lo llevaré a casa conmigo… Killua, Gon, haré todo lo que pueda para que recupere su memoria-
CONTINUARÁ…!
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Kita-chan: Hi girls! Tanto time… cómo han estado? Ké? Ke les debo la segunda parte del fic navideño? Ah weno… ah? Ke toi atrasaa casi un mes? Lo sé, lo sé u.ú es ke la inspiración es caprichosa y me dio para este fic n.nU así ke disfrútenlo o.ó (le falta poco al otro u.ú)
Weno, este fic va dedicado con todo mi cariño a mi prometida, Harley Quinn, ke ha sido un amor siempre y le gustan mis fics, este es para ti, amor! n.n Y aparte, kero dar las gracias a…. (jajaja, la academia! xD) mi manager, ke siempre me aguanta ke le muestre párrafo por párrafo mis fics y trabaja mucho para aiudarme n.n, besitos a Mr. K Itsune! Y por último, a mi mami, Akane Black, ke siempre está ahí apioiándome y diciéndome ke pueo hacerlo! T.T t kero mami!
Listo, muy emotivo esto… hasta el prox cap!
DEJEN REVIEWS!
