¡¡HOLA A TODOS, FANS DE CHRNO CRUSADE !
Primero que todo corresponde presentarme, soy Kilvan, soy nuevo en esto de escribir fanfics, éste es el primero que escribo y me decidí a hacerlo luego de leer buenos fics como los de mi amiga RenaissanceLady-K que cada 7 días me deleita con un nuevo capitulo de su fic (y de quien he adoptado en parte su formato en presentar que me ha gustado bastante ). He visto el anime de Chrno crusade y leído 7 de 8 volúmenes del Manga. ¿a quien no le ha sucedido que luego de ver y leer su seria preferida le ha surgido la pregunta "que tal si…"? pues eso es exactamente lo que yo haré, un "que tal si la historia de Chrno crusade hubiera seguido otra trama" sin desviarse claro, de la original.
Debo decir que Chrno Crusade no me pertenece, los derechos de autor son de Daisuke moriyama .
Aclaraciones: Este fanfic, que espero les guste , se sitúa al final del volumen 6 del manga de Chrno crusade, o si prefieren comparar con el Anime, luego del encuentro del carnaval, cuando Rosette ve a Joshua, como les dije este fanfic sigue las pautas del manga, por lo que Chrno no fue congelado en el tiempo por Joshua, el resultado fue la liberación del sello por parte de Rosette, un gran combate en la ciudad, Chrno furioso, muchos heridos, la legión de Chrno descontrolada y Rosette rescatándolo de ese estado luego de nadar en sus recuerdos. Si no tienen acceso al Manga de Chrno, pongan su correo como parte de su review (tampoco espero obtener muchos XD) y con gusto se los enviaré .
Notas descriptivas:
Cuando aparece un diálogo entro doble paréntesis; este representa el pensamiento del personaje, por ejemplo: ((Creo que esto es una trampa))
Este fic tiene rank T, quizá a veces el lenguaje sea un poco fuerte, quizá los conceptos que se traten aquí lo sean, habrá acción y violencia, es inevitable, y también habrán escenas algo picantes y pasadas de tono, que también es inevitable jajaja (¿alguien dijo Lemon? mmm quizá, puede ser XD, ya veremos, en es entonces tendré que cambiarle el rank jajaja). Sin más preámbulos, comenzamos con este fic, que espero les guste .
"Entre el Cielo y el Infierno"
Capítulo 1: "Auto da Fe"
(Diciembre de 1924 – La Santa Sede, el Vaticano)
La situación se estaba complicando, en la última semana la situación era crítica. Los periódicos eran implacables, fotografías de "monstruos" que habían causado disturbios en San Francisco, Mildret Zimmerman podía ser paciente para muchas cosas, pero con este asunto su paciencia se había agotado.
Durante los últimos 10 años Mildret Zimmerman había servido a la Santa sede como la dirigente de la Inquisición en la Sombra, la súper organización internacional encargada de proteger al mundo de seres y peligros sobrenaturales. Tenían cientos de destacamentos, pero en el último tiempo había uno que les había causado problemas, y ahora estos problemas eran serios.
Mildret Zimmerman, monja de origen alemán, tenía ya 60 años, aunque parecía de 70, era una mujer alta y algo robusta, con cabello grisáceo y unos fríos y penetrantes ojos azules. Había logrado a su actual posición por sus méritos y por su espeluznante eficacia. No toleraba fracasos. Era una mujer polémica, permitía que se torturasen demonios para sacarles información de vital importancia, y no le importaba demasiado sacrificar a miembros de las órdenes si con ello se cumplía la misión. A pesar de todo, nadie se atrevía a levantar la voz para reprimirla o siquiera contradecirla, la dama de acero, así la apodaban, aunque los Inquisidores y monjas más jóvenes preferían apodos como "la malvada bruja". Ahora estaba enfrentándose a uno de los desafíos más complicados de su carrera: el grupo de demonios conocidos como "los pecadores" que hace 50 años habían traicionado a Pandaemonium, asesinado a la reina y escapado estaban causando estragos. Si bien no habían podido encontrar a Aion, el líder de los pecadores, tenían acceso a uno de ellos, Chrno. El mismo Chrno que tenía un contrato Astral con la chica llamada Rosette Christopher. El mimo Chrno que Mildret podía ver claramente en la fotografía de aquel periódico que decía como San Francisco casi había sido destruido. Esto era suficiente, ese demonio Chrno había causado demasiados problemas, encubrirlo todo le costaría millones de dólares al Vaticano, y le haría perder reputación a ella misma. La paciencia de Mildret Zimmerman se había agotado, y cuando eso sucedía, las cabezas rodaban. Mildret le dio una inhalación profunda a su cigarrillo y apretó el intercomunicador.
– Envíen al padre Preminger a mi despacho inmediatamente – Si, definitivamente, las cabezas iban a rodar, el verdugo iba en camino.
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(Diciembre de 1924, 13:30 p.m. San Francisco)
La Joven de cabellos rubios tenía demasiado en que pensar, habían sucedido demasiadas cosas en muy poco tiempo. El encuentro con su hermano Joshua en el parque de diversiones, Azmaría secuestrada por Aion, la pelea que Chrno tuvo contra los otros Pecadores, el descontrol que sufrió la legión del demonio, sin olvidar el buceo en sus recuerdos que había tenido que hacer para sacar a Chrno de ese trance en el olvido, felizmente lo había conseguido, pero estaba cansada, muy cansada. No era un cansancio físico, sino mental. De lo que se alegraba era de tener a Chrno a su lado para darle fuerzas y ánimos.
– Rosette, Rosette…¡¡Rosette ten cuida..! –
Muy tarde, Rosette, ensimismada en sus pensamientos ni siquiera vio a Chrno o hizo caso a sus advertencias, y calló sobre el demonio que se esforzaba por levantarse.
– Roseeette, por favor…¿en que piensas? Estas pesada…levántate –
– Lo siento chrno! Es que OYE! ¿A quien le dices pesada eh? ¬¬ – Rosette miro a Chrno visiblemente enfadada.
– Eres tu la que anda en sus nubes y ni ve por donde camina!...te grite varias veces –
– ¿¡Y tu por que no quitas si ves que vengo apurada? –
Rosette y Chrno parecían a todas luces, estar teniendo un encuentro de lucha libre en el suelo, empujándose e impidiendo cualquier posibilidad de levantarse, en medio de la carpa que servía para atender a los heridos, eran el espectáculo más divertido que las personas habían visto, y siguió por un buen rato hasta que por el forcejeo, el rostro de Chrno quedo frente al de Rosette y sus narices se rozaron, quedando unidas por la punta, en ese instante dejando de forcejear y moverse, solo se quedaron allí mirándose a los ojos en silencio, hasta que de pronto reaccionaron.
– emmm! Este….cierto debo servir la comida – Rosette se levanto rápidamente sin entender porque sentía las mejillas tan acaloradas.
– Cla…claro..yo iré afuera a ver si…si es que hay más gente herida – Chrno se apresuró a caminar rápidamente fuera de la tienda de campaña donde atendían a los heridos, no era tiempo de ponerse a pensar en ese tipo de cosas, debía concentrarse en Aion y en ayudar a Rosette, aunque su corazón acelerado no le ayudaba demasiado concentrarse.
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(Diciembre de 1924, 13:30 p.m. sede de la orden de Magdala)
Ewan Remington estaba en su despacho cuando escucho la llamada telefónica, al levantar la bocina, la voz que escuchó hizo que una sonrosa brotara de su rostro.
– Hola Ewan, ha pasado el tiempo… –
– Bastante
diría yo, aunque no sabía que llevaba la cuenta señor
– Hace al menos 5 años que Ewan no había visto a su
mentor, el Padre Preminger.
Flash back (18,
calles de estados unidos)
El pequeño Ewan Remington estaba sentado en un callejón oscuro, llorando hasta que un hombre mayor se le acercó, era robusto pero irradiaba tranquilidad, parecía un sacerdote.
– Buenas noches jovencito, es un poco tarde para que estés aquí afuera solo ¿no lo crees?… – Preguntó el sacerdote.
– mire, si realmente quiere ayudarme no me de sermones de ser bueno para que Dios me ayude, mejor déme unas monedas… – dijo el pequeño Ewan mirando con desprecio al sacerdote.
– Parece que has tenido tiempos difíciles… – respondió el sacerdote sentándose a su lado – Soy bueno escuchando, y haciendo un esfuerzo para ayudar a los demás… –
– Ja, si…claro después me dirá que rece mucho y todos mis problemas se solucionarán por obra y gracias de Dios…yo creo que Dios se preocupa de sus propios problemas y no de los nuestros… – El muchacho se acurrucó sobre si mismo.
– Pues si te dijera eso, te mentiría y no es mi trabajo mentirle a la gente…Dios no es un genio de una lámpara que concede deseos, las oraciones y plegarias no son una moneda de cambio. Dios es bueno porque esa es su naturaleza, su naturaleza es el amor – Este comentario llamó la atención del muchacho.
– Entonces dígame…si Dios es tan bueno…¿Por qué permite que sucedan tantas cosas malas?…por que no me ayuda cuando lo necesito – El muchacho entristeció al decir lo ultimo. El sacerdote suspiro y puso su mano sobre el hombro del muchacho para reconfortarlo.
– ¿Sabes? Hace poco tiempo vi a un padre y a su hijo jugando en la plaza que no está muy lejos de aquí…el pequeño tenía un triciclo y jugaba alegremente hasta que resbalo, y se raspó un poco la rodilla…se veía que no era nada serio….solo una caída…dime…¿Qué hubiera sido lo mejor? ¿Qué el padre corriera y levantara a su hijo o que lo animara a levantarse por si mismo? – El sacerdote miro son una cálida sonrisa al muchacho.
– Su…supongo que….es mejor que se levante solo…los hombres debemos aprender a ser fuertes…y si no era grave… –
– Exacto…lo mismo sucede con Dios….todos somos sus hijos...y cuando caemos…el espera que podamos levantarnos por nosotros mismos, el confía en nosotros – El muchacho pareció conmocionado por el comentario.
– Yo….creo…que es cierto pero…¿Qué pasa cuando…cuando es muy difícil levantarse solo?… –
El Padre Preminger sonrió y se levantó – Entonces…Dios hace lo que cualquier padre haría…ayudar a sus hijos…..ven…vamos para que comas algo… –
Fin del Flash back
Ese fue el comienzo de todo. El Padre Preminger le enseñó a Ewan todo, desde como luchar hasta como comportarse debidamente, pasando por uno o dos secretos para captar la atención de las chicas. El Padre Preminger fue uno de los primeros seres humanos que injertó su cuerpo con Legiones, cuando Ewan siguió su ejemplo se distanciaron, pues Preminger no estaba de acuerdo en la decisión de Remington.
– Yo también te he echado de menos Ewan…se que has logrado grandes cosas, y también que has tenido problemas – Preminger parecía contento de volver a hablar con su pupilo.
– Nada escapada a los oídos del Vaticano…últimamente tenemos una gran actividad de demonios, Persecutores – Ewan estaba muy al tanto de que Preminger tenía total conocimiento de la situación.
– Y pecadores…Chrno salió en los periódicos…es por eso que he llamado, hoy recibí una llamada al despacho de Mildret Zimmerman – La mención de la dama de acero hizo que Remington ahogara un suspiro, la situación no se escuchaba nada bien.
– Me temo que me ha enviado para poner orden al problema – La voz de Preminger mostraba frialdad, pero una sombra de congoja se hizo notar.
– Pero Señor!...Chrno…no es un amenaza….el actuó en defensa propia el no es culpable de ningún cargo…lo que sucedió fue…un accidente – Remington comenzaba a ponerse nervioso, a pesar de haberse retirado como agente de campo, Preminger era uno de los hombres de Elite de la Inquisición, y era enviado para misiones clave que debían resolver de forma rápida y sin errores.
– No…no es necesario que vaya allí…. – la voz de Remington sonaba casi como una súplica.
– Me temo Ewan, que es tarde…..estoy en San francisco…y acabo de localizar al objetivo… –
Preminger colgó el teléfono, y camino tranquilamente, mientras veía como Chrno se sentaba bajo un árbol a contemplar la puesta de sol.
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El teléfono sonó 2 veces antes que Mildret Zimmerman contestara.
– Señora Zimmerman , el Padre Preminger ha llegado a San francisco, ha confirmado que tiene al objeto localizado….el Auto da Fe esta en progreso… –
Mildret Zimmerman sonrió tranquila, Preminger ya tenía localizado a ese demonio rebelde, todo terminaría muy rápido, Su Santidad ni siquiera debía entrarse de el penoso hecho, lo ultimo que Mildret quería era molestarlo con nimiedades. Un Auto da Fe, en la edad media era la frase que los Inquisidores utilizaban para referirse a la quema de herejes. Hoy en día, el significado no había cambiado en nada en su verdadera naturaleza: Una Ejecución.
– Excelente…por favor comuníquenme apenas y todo esté solucionado… – Mildret colgó y se sentó a esperar, pronto ese demonio sería historia y la reputación del Vaticano estaría limpia, igual que la suya.
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Chrno contempló la puesta de sol, así perdido completamente en sus pensamientos, aunque en realidad uno primaba por sobre los demás: Rosette. Los últimos días habían sido tan duros para ella, y aún así tenía la fuerza de seguir ayudando a los demás, ahora el se sentía como un inútil, incapaz de ordenar su cabeza, cuando por fin estaba logrando aclarar su mente, el rostro de la chica apareció frente a el.
– Chrno! Despierta…oye…te vas a resfriar si te quedas aquí afuera…anda entra a la tienda que ya es de noche…… – Rosette lo miró con una tierna sonrisa.
– ¿Rosette? Ah…claro…esta bien…si..Hace algo de frió y… –
– Disculpen si los interrumpo…¿Chrno verdad? – Chrno y Rosette voltearon para ver al extraño que les dirigía la palabra. Era un hombre grande y fuerte cercano a los sesenta, con un pelo gris espeso y rizado, barba y bigote a juego con unos penetrantes ojos oscuros tras unos lentes de media luna.
– ¿Quién es usted?… – Instintivamente Chrno se puso de pie y se interpuso entre el extraño y Rosette.
– Buenas noches…soy el Padre Mikael Preminger me ha enviado la Santa Sede… – el Padre Preminger sacó una carta con el aspecto de un papiro antiguo con el sello del Vaticano.
– ¿del Vaticano? ¿es parte de la milicia o lo han enviado a la orden? Mucho gusto soy Rosette Christopher… – la chica parecía algo confusa pero a pesar de todo sintió un inexplicable respeto por aquel hombre.
– Bien….mis asuntos me traen hasta Chrno….debería decir…Chrno el pecador… – A Chrno se le crisparon los cabellos al escuchar eso, mientras Preminger sacaba la carta y comenzaba a leerla en voz alta.
– Chrno el pecador, bajo los cargos de ataque a los inocentes, destrucción de propiedad publica y privada, causar desordenes, haber secuestrado a doncella Magdalena y causar su muerte, el Vaticano ha dictado, que se lleve a cabo un Auto da Fe, Dios se apiade de ti… – Más rápido que un parpadeo, un haz de luz se dirigió hacia Chrno, que apenas y logró echarse al suelo, para ver como sangre comenzaba a manar de su brazo izquierdo y contemplar como el árbol bajo el cual se había sentado, caía cortado horizontalmente, en la mano del viejo sacerdote, una espada idéntica a la que usaba Ewan Remington iluminaba el ambiente nocturno.
– ¡¡Chrno!… – Rosette se lanzó sobre el demonio herido en un intento de protegerlo, al tiempo en que el mismo Chrno se ponía de pie y trataba de apartar a Rosette del camino.
– Rosette no te metas!...solo aléjate…no quiero que salgas herida… – el Padre Preminger estuvo a punto de cortar la cabeza de Chrno en el momento en que este miro a Rosette para asegurarse de que se alejara, al escuchar eso, el viejo sacerdote detuvo su intención de atacar y observó.
– ¿¡Estas loco? No pienso dejarte aquí!...no lo entiendes…estuve a punto de perderte no permitiré que suceda de nuevo… – las lagrimas estaban comenzando a salir de los ojos de la chica.
– Bien…entonces….((veamos si solo juegas))… – el Padre Preminger asestó una estocada, en un ángulo tan preciso que la hoja de sus espada dañaría tanto a Chrno como a Rosette, sin pensarlo dos veces, el demonio empujó a Rosette interponiéndose y recibiendo el ataque de lleno, sin embargo la sensación fue rara, a pesar de haber recibido la estocada, esta no parecía haberlo dañado demasiado. Preminger retiró la espada y retrocedió defensivamente.
– No se quien seas…pero no voy a permitir que me mates…o muchos menos que le hagas daño a Rosette… – Chrno comenzaba a perder la paciencia, pero en ese momento algo distrajo su atención.
– Bien…parece que tenemos invitados… – el Padre Preminger miro al cielo..y contemplo como 4 criaturas aladas bajan del cielo. Persecutores que de seguro habían sentido la agitada Legión de Chrno al estar bajo presión.
– Vaya vaya vaya…miren nada más…tenemos a Chrno el pecador servido en bandeja de plata…seguramente con esto ganaremos un rango más elevado… – Uno de los Persecutores hablaba, era extremadamente alto esquelético, con garras tan largas que casi tocaban el suelo desde sus manos.
– Jajajajaja y no es solo eso…mira nada más tenemos de bono un lindo capullito…me gustaría incarle el diente – Otro Persecutor, esta vez con el aspecto de un toro hablo mirando lascivamente a Rosette.
– Claro que no….yo quiero quitarle es blanca piel que tiene…para mi colección… – un tercer persecutor, del tamaño de un mono, apareció saltando sobre la cabeza del demonio-toro, su aspecto era el de un chimpancé muy demacrado con cuchillos en lugar de dedos.
– Creo que el pecador y la chica son importantes…pero aquí tenemos un bono aún más importante….Padre Preminger….he oído de usted…y de cómo ha asesinado a los nuestros….es un honor… – el último persecutor, esta vez con apariencia casi humana, cabeza rapada y un cuerpo muy fuerte, un par de gigantescos y poderosos cuernos salían de su frente, y sus ojos irradiaban un fulgor rojizo. Parecía ser el líder.
– Rosette….escapa canto antes…estos sujetos… – Chrno no les quitaba la vista de encima a los 4 Persecutores.
– Somos las garras del diablo…disculpen si omitimos presentaciones… – dijo el persecutor demonio-toro mientras seguía mirando a Rosette.
– Un grupo de demonios que se dedica a cazar pecadores para aumentar su posición, cazarrecompensas de Pandaemonium… – el Padre Preminger ajusto sus lentes de media luna.
– El es mío…encárguense del pecador y de su zorra… – el Persecutor de aspecto humano se adelanto caminando lentamente hasta Preminger, en menos de un segundo, ambos habían desaparecido.
–¡¡A quien le dices zorra tu engendro del!...¿ah?...de…desaparecieron!…– Rosette miro confundidla mientras los 3 persecutores restantes se abalanzaron sobre ellos.
– La perrita es mía! Ustedes encárguense del pecador!… – el Demonio-toro se abalanzo sobre Rosette, al tiempo en que Chrno se interponía golpeando el persecutor aunque teniendo muy pocos resultados, el Persecutor de largas garras se encargo de cortar a Chrno múltiples veces. Y el demonio-chimpancé se posicionó sobre Chrno inmovilizándolo.
–¡¡Chrno!...ALEJENSE DE EL!..…– Rosette abrió fuego contra los demonios que retrocedieron recibiendo las balas pero con poco daño.
–Jejejeje…me gusta que sean rudas…– el demonio toro voló rápidamente hacia Rosette que le disparaba sin cesar sin causarle herida alguna, pero de pronto, una espada de luz cortó el brazo del Persecutor que emitió un fuerte rugido.
–ARRRRGGG! Que rayos!…– Rosette miro confundida y no pudo evitar sentir alivio al ver a Ewan Remington esgrimiendo su espada y protegiendo a la chica.
–Parece que llegue a tiempo…– Remington sonrió para tratar de reconfortar a Rosette, pero en realidad, se refería a que había llegado a tiempo para evitar que Chrno fuera asesinado.
–A tiempo para morir!…– el demonio esquelético de largas garras golpeó a Remington y lo lanzó lejos, llenándolo de cortes en todo el cuerpo.
–Puedes traer a todos los aliados que quieras…el resultado será el mismo pecador…– chilló el demonio-chimpancé mientras sostenía a Chrno, pero este último resultó sorpresivamente más fuerte y envió lejos al Persecutor, corriendo a lo que le daban sus fuerzas llego con Rosette y la abrazó.
–Chrno….tengo que liberar el sello…si no lo hago..nos matarán…– Rosette tomo el reloj, símbolo de su contrato con Chrno firmemente entre sus manos.
Mientras tanto, los rojizos ojos del Persecutor líder observaban la escena de la batalla y una mueca de satisfacción se dibujaba en su rostro. Esa había sido su última sonrisa, pues su cabeza colgaba ahora de la mano del Padre Preminger, que había despachado al demonio tan rápido que este ni siquiera supo que sucedió. El viejo sacerdote miraba la escena atentamente.
–Vamos Chrno…demuéstrales que están equivocados…que el Auto da Fe no es necesario…– el sacerdote miraba atentamente como los demonios se acercaban rodeando a Chrno y a Rosette.
–Rosette! No quiero gastar tu vida…– Chrno hacía un esfuerzo por mantenerse de pie protegiendo a Rosette.
–Chrno…por favor!...si no lo hacemos…no habrá vida que puedas gastar!…– Rosette se preparó para abrir el sello, cuando de pronto, el demonio-chimpancé en alarde de su gran agilidad, le arrebató el reloj.
–Jejejeje ¿así que con esto es que obtienes energía o algo así?…– chillaba el demonio-chimpancé mientras agitaba el reloj.
–Suficiente!...terminemos esto de una vez…– El demonio esquelético caminaba hacia Chrno y Rosette, ahora rodeados sin salida, Remington había sido empalado en la pared por afiladas garras que el demonio esquelético aparentemente podía lanzar. Chrno abrazo fuerte a Rosette contra su pecho.
– Perdóname…perdóname Rosette…– Chrno la miro a los ojos con tristeza.
–Chrno...puedes huir…se que puedes…no te preocupes..me quedan unas balas..puedo darte tiempo…– Rosette parecía decidida.
–Rosette…prefiero morir contigo que vivir y cargar con lo que me pides que haga…Rosette…yo…la verdad es que yo…yo te…– Chrno acercó cada vez más su rostro al de Rosette.
Antes de que Chrno pudiera terminas de hablar, el demonio esquelético estaba apunto de asestar un golpe letal, cuando un haz de luz lo corto en dos, el mismo haz luminoso, siguiendo la trayectoria de un boomerang corto en dos verticalmente al demonio chimpancé que dejo caer el reloj, en un acto reflejo, Rosette tomo el reloj y rápidamente liberó el selló, Chrno en un despliegue de poder y furia controlada, sabía que debía ser rápido en su acción, no podía arriesgar a Rosette y no quería quitarle su valiosa vida más allá de lo inevitable, con un poderoso salto tumbó al demonio toro.
–Escúchame muy bien…pueden venir tras de mi si quieren…pero si tu o cualquiera se atreve a tocarle un solo cabello a Rosette…– Como prefiriendo que la acción sustituyera a las palabras, Chrno uso sus poderosas garras para partir en dos al demonio-toro. Luego dio un gran salto para volver donde Rosette, a tiempo mientras ella cerraba el sello y Chrno volvía a asumir su magullada forma infantil.
–Chrno...no se como pudiste hacer eso…con la luz pero….estuviste genial…– dijo la chica en un todo que denotaba alivio y cansancio.
–Rosette…yo no hice eso..no se que pasó…creía ver al Padre Remington..quizá el…– Chrno y Rosette desviaron la mirada, para ver como el Padre Preminger sostenía a un herido Ewan Remington.
–Usted…usted ¿lo hizo?...por favor…por lo que más quiera no lastime a Chrno…– Rosette se levanto con las pocas fuerzas que le quedaban, pero sus piernas fallaron y cayó, por suerte los brazos de Chrno la esperaban. El demonio cobijó a la joven sin mirar a Preminger.
–No quiero que la lastime…ella…no tiene nada que ver..yo fui el que hizo todas esas cosas que mencionó…si debe ejecutarme…por favor…que Rosette quede fuera de esto…– el decir esto último Chrno le dedicó una mirada desafiante al viejo sacerdote, pero se sorprendió el encontrar una cálida sonrisa en su rostro.
–¿Todas esas acusaciones dices? Mmmm…la verdad es que…yo no las recuerdo…– el Padre Preminger tomo la carta de delitos que Chrno había cometido y la partió en muchos pedazos el tiempo que Remington recobrara suficiente fuerza como para ponerse de pie.
–N..no entiendo..¿que hace?..usted….venia a matarme ¿no es así?…– Chrno estaba visiblemente confundido.
–Chrno…hoy he aprendido mucho de ti…me mostraste que un corazón, sea de un humano o un demonio, puede ser tan fuerte como para vencerlo todo, para sortear cualquier obstáculo con tal de proteger a quienes verdaderamente quiere….esos cargos con tu pasado Chrno…..tienes que aprender a vivir con tu pasado, a lidiar con el y madurar por el…pero nunca dejes que el pasado te ate…– El padre Preminger sonrió y se acercó a Chrno, poniendo su mano e su hombro.
–Usted…usted nunca quiso matarme de verdad…¿cierto? – Chrno trataba de digerir lo sucedido mientras miraba al sacerdote.
–Será mejor que lleves a tu amiga a la camioneta que está allí…hay medicinas y algo de chocolate caliente…han tenido una noche dura…– Chrno se dio cuenta que el cansancio había abatido a Rosette, que yacía dormida en sus brazos, eso lo hizo olvidar que el sacerdote no le respondió, simplemente se limito a tomar a Rosette con el cuidado que merecía el mayor tesoro del mundo, pues en realidad, para él, ella lo era.
–Ja…sabes…en todos estos años…las cosas casi no han cambiado…no tenías la menor intención de matarlo ¿cierto?...y no me salgas con evasivas… – Remington sonrió y miró inquisitivamente a Preminger.
–Jejeje…claro que no…no soy un asesino Ewan…yo no vine a matar a Chrno el demonio…vine a conocerlo, quería ver que había en su corazón, y fue demasiado evidente…¿sabes que dicen los informes Ewan? Que Chrno es un demonio y que Rosette es su contractora…..¿sabes que vi yo al conocerlos?...vi algo que es tan escaso en estos días…un sentimiento puro…de entrega total por el ser querido…más allá de cualquier pecado cometido, lo que ellos dos tienen es un verdadero milagro –Preminger ayudó a Remington a caminar.
–Entonces…¿No los separarás? Tienes ordenes del Vaticano… – Remington sonaba preocupado.
–Ewan…somos soldados en una guerra sin principio ni final…pero el soldado no esta hecho para seguir órdenes….el soldado esta hecho para cumplir con su deber….y preservar el sentimiento de entrega que tienen Chrno y Rosette…ese es nuestro deber…más allá de cualquier orden….ese…es nuestro deber… – Remington sonrió y Preminger también lo hizo. Ambos sabían que probablemente duras pruebas esperaban a Chrno y a Rosette, pero más allá de cualquier desafío, ellos tenían lo necesario para sortear cualquier obstáculo. Se tenían el uno al otro.
Chrno deposito a Rosette en brazos de un quipo médico que venía siempre con Preminger cuando tenía misiones en áreas urbanas, cuando los doctores tomaron a Rosette ella abrió un poco los ojos y miro a Chrno.
–Chrno…me..alegra que estés bien… – Rosette intentó levantarse pero Chrno la detuvo.
–Shhh se una buena niña y descansa jeje..estoy bien…todo esta bien… –Chrno sonrió alegremente y se rió tranquilo.
–Oyee…no me mandes a dormir…no soy ninguna niña… – gruñó Rosette haciendo un gesto de puchero que le casual a Chrno una notoria risa.
–Claro jajaja mejor descansa…yo estoy bien…sano rápido… – era cierto, las heridas menores que había recibido estaban casi curadas, y extrañamente aquellos que Preminger le había causado estaban totalmente curadas, Rosette no pudo evitar pensar que el viejo sacerdote lo había hecho a propósito para no lastimar a Chrno de gravedad.
–Estas muy risueño…¿eh?...oye..Chrno…quiero que me digas una cosa…tu…antes de que el Padre Preminger nos rescatará ibas a decirme algo..¿o no? No recuerdo muy bien que decías… – Chrno se paralizó ante el comentario y el rubor se hizo notar en sus mejillas, y la visión de los bellos ojos azules de la joven no ayudaba en nada a ocultar su nerviosismo.
–Estee…yo…es que…verás…no me acuerdo..quizá…nada …la verdad es que… – Chrno movía la cabeza de un lado a otro para ocultar su nerviosismo y lograr que su sangre dejara su rostro.
–Chrno..disculpa…estas algo herido y creo que puedo ayudarte con eso…te lo debo… – El Padre Preminger interrumpió la escena, Chrno agradeció en su mente y camino junto al viejo sacerdote, mientras Rosette comenzó a ser examinada por los doctores. Chrno no se lo dijo, pero era la segunda vez en la noche que el Padre Preminger le salvaba la vida, aunque el ver la sonrisa del sacerdote, algo le dijo que el anciano lo sabía muy bien.
Una figura oscura en la esquina de un callejón cercano observaba la escena atentamente.
–Chrno el Pecador y Rosette Christopher…..sí… tal vez..Ustedes puedan lograrlo… – la figura se desvaneció en la oscuridad de la noche antes de que nadie pudiese notar su presencia.
Fin del Capítulo 1
Se
ha terminado el capitulo 1 jajaaj quizá me extendí
mucho perdón si fue así v.v, es que quería dejar
en claro varias cosas. Espero que les haya gustado, cualquier critica
es bienvenida ya que recién empiezo en esto, el capitulo 2
será publicado en dentro de 10 días, así que
espérenlo y nos veremos entonces. En nuestro próximo
capítulo:
El Padre Preminger ha rehusado cumplir la orden del Vaticano de ejecutar a Chrno, y decide interceder a su favor cuando vuelva a la Santa Sede, pero antes quiere que Chrno aprenda a defenderse aún en su forma infantil, así que lo entrenará arduamente, Rosette comienza a mirar el entrenamiento de Chrno, pero quizá el entrenamiento en si no es lo que en verdad le interesa mirar, aunque ella no lo admita XD. Preminger tiene una charla con Chrno y Rosette y menciona que quizá, exista una forma en que ambos sobrevivan sin la necesidad de gastar la energía de Rosette. Y comienzan las preguntas, ¿Cómo logró Aion derrotar a la reina Pandaemonium? La respuesta dará un giro que ni Chrno ni Rosette esperaban. El Padre Preminger recibe una misteriosa llamada, millones de dólares involucrados y quizá un misterio que cambiará las vidas de nuestros protagonistas.
