-CAPÍTULO 1- ELECCIONES.

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De repente abro los ojos y me encuentro en mi habitación. Acababa de tener un sueño maravilloso, pero se había desvanecido en el aire como polvo. Me levanté de mala gana, no me apetecía estar en la cama pero tampoco me apetecía levantarme. Aunque si lo reconsideraba hoy era el dia de la cosecha. De pronto una felicidad abrumadora me invade. Podría elegirme a mí. Me acercó al armario despues de lavarme la cara, pero esa sonrisa triunfal no se había desvanecido de la cara.

Hoy no tengo que trabajar en la nuez y es un alivio. En realidad me encanta trabajar allí. Me encanta fabricar armas pero lo que más me gusta es prepararme para ser un futuro agente de la paz. Lo seré. Tengo dos hermanos más y uno de ellos es agente de la paz y trabaja en el distrito 11 que tiene bastante actividad por que según él hay muchos ladrones que intentan robar toda clase de hortalizas y cereales. Cuando termine mi preparación posiblemente vaya allí o al distrito 12. Prefiero el 11 pues el 12 es el haz me reir de todos. Mineros llenos de polvo, unos tributos que no duran ni el primer baño de sangre en los juegos y el hombre ese que creo que es el único superviviente vivo del vasallaje de los 25 de hace 24 años. Siempre esta borracho. Quiero verlo este año y reirme de él.

Me acerco al espejo y me peino el poco pelo rubio que tengo. Mi hermano menor, Taylor, lo tiene más largo que yo, con melenita y según todo el mundo es el más guapo y preparado de la familia. Lo veo cuando bajo a desayunar. Se está tomando unos cereales rancios que le dieron en la tesela. ¿Qué son las teselas? En cierto modo es una "ayuda" que reciben las familias que contienen cereales en mal estado y poco más. A nosotros no nos falta el dinero, solo pedimos las teselas por que eso significa que tu nombre entra más veces en la urna y es más fácil ser elegido. Taylor y yo estamos haciendo una competición desde que tuvimos la edad minima para participar en los juegos y era intentar que nos cogieran a alguno de los dos. Hasta ahora no ha habido suerte. Por la tarde se celebraran las elecciones y estoy ansioso. No he rezado nunca pero siempre lo hago antes de las cosechas para que me de suerte. Mi familia ha estado dos veces en la arena y las dos la ganaron. Por eso mi familia tiene prestigio y pedimos teselas en secreto para que nadie del distrito piense que somo pobres y tenemos que pedir esas ayudas.

- ¡Hey, Cato! ¿Puedes llevarle esto a la señora Gloss?- Me sobresaltó mi madre por detrás quitandome todos los pensamientos de la cabeza.

- ¿Desde cuando soy el niño de los recados?- Pregunté enfadado y miré a mi hermano que todavía estaba desayunando esos cereales.- ¿Por qué no va él?

- Por favor, Cato.- Me suplicó mi madre y al verla triste se me revolvió el estómago. No es que no la respete pero tampoco me gusta que me mande al quinto pino para llevarle nada a nadie.

- Sí, Cato ve y asi podras ver a esa chica que tanto te gusta.- Me respondió mi hermano entre risas sin que yo le preguntara. El rubor me llegó hasta las cejas o por lo menos eso creo por que estaba ardiendo, miré a mi hermano que estaba con una sonrisa en la cara y le dí con el codo en la cara tan fuerte que soltó un gritito de dolor. Se lo merecía. Cogí la bolsa que mi madre estupefacta tenía en la mano, me la eché al hombro y abri la puerta de la cocina para salir de allí.Creo que mi hermano no sabe quien es la chica que me gusta y confio en que no lo sepa o será mi ruina.

Mi distrito está dividido. El distrito 2 es un gran distrito situado en lo que antes llamaban Montañas Rocosas, o eso aprendí en el colegio. No esta muy lejos del Capitolio y se compone de pequeños pueblos, cada cual se basa en una mina. Yo vivo en la principal, por supuesto, el prestigio de mi familia me lo permite, pero en el centro del distrito se encuentra una montaña central a la que llamamos "la nuez" donde se encuentra el comando de control y de aparatos del capitolio, es decir donde trabajo, y está bastante lejos de casa.

La casa de la señora Gloss está en uno de los poblados más lejanos y es adonde me dirijo ahora. Tengo que ir con la cabeza alta y ponerme la gran bolsa que mi madre me ha dado al hombro deja realtar mis musculos y muchas chicas me lanzan miradas pícaras y me saludan. Mi ego aumenta cada momento pero ninguna me hace sentir nada. Estoy acostumbrado a esa clase de reacciones entre las chicas. Entonces la veo. Tiene el pelo liso y largo suelto e intenta colocarselo detrás de la oreja. Estoy seguro de que la han obligado a llevar el pelo suelto por que es el dia de la cosecha y tienen que vestir bien aunque ella prefiera llevar el pelo recogido por que siempre le molesta llevarlo delante de la cara. Me escondo detrás de una pared para que no vea que la espio. Esta leyendo un libro sentada en la barandilla del portal de su casa y está apoyada a una columna saliente. Normalmente esta con sus amigas pero hoy no. Supongo que sera por que es dia de cosecha y se estarán preparando. Me fijo en el libro y veo el título "Harry Potter y el principe mestizo". No me suena de nada. Despues de inspeccionar la cara de la chica me di cuenta de que aunque no tuviera los ojos rojos estaba llorando y cada dos por tres se pasaba la manga de su vestido blanco por la cara. No se de que va el libro pero supongo que no era por eso por lo que estaba tan triste. De pronto salio un hombre de la casa y ella se puso en pie de un salto y dejó el libro en la mesa. No se lo que aquel hombre le decía. ¿Era su padre? Creo que sí, pero si fuera su padre no tendría los nudillos apretados y preparados para asestarle un golpe a la cara de aquel ser grotesco y masculino.

Dejé de mirar por que escuché unas voces detrás de mí y me alarmé. Solo eran unas muchachas, pero fuera quien fuera debía alejarme de allí así que seguí recto y giré en aquel callejón llegando a casa de la señora Gloss. Toqué a la puerta dos veces y la señora de unos cuarenta años a la que llamaban Graciela apareció delante de mi. Me dió las gracias, miró el contenido de la bolsa y me sonrió. Luego me cerró en la cara. ¡Qué malos modales!, pensé y volví a la calle donde ella debería estar sentada leyendo su libro, pero no lo estaba. La adrenalina y la emocion que hasta hacia unos segundos sentía se marcharon y desolado volví a casa.

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Tras varias horas pensando llegó el momento de la cosecha. Lo primero que hacen es hacernos un análisis de sangre para confirmar que somos quien decimos ser. Lo veo bastante absurdo, pero la ley es la ley y hay que cumplirla. Mi hermano Taylor va detrás de mí. Y lo miró de reojo con suficiencia y orgullo, sé que ganaré y si no lo hago por mala suerte, me presentaré voluntario como todos los años. Él me devuelve la mirada con las mismas sensaciones y pensamientos que yo. Le tiro del pelo y me acerco a mi grupo de amigos. Han venido todos y cada uno de ellos. Pero solo estan los chicos por que las chicas estan separadas en otro montón, esperando para saber quien tiene el honor de representar nuestro distrito. Ellas estan a mi izquierda, lo sé, pero no miraré, sé tambien con qué me voy a encontrar. Chicas que se les cae la baba cada vez que les hablo y ella. Me encuentro mirandola a mi izquierda insconcientemente y de pronto me viene un mal presentimiento. El sonido de nuestro acompañante del distrito 2 con su extravagante estilo golpeando el micrófono que se encuentra delante de él, me desconcentra y hace que mire hacia el centro de la plaza, hacia el podio mientras el sol me medio cegaba. El hombre con pintas de león-tigre-arácnido, es decir nuestro estupido y remilgado representante le concede la palabra al alcalde vestido de traje, como siempre.

- Es el momento de arrepentirse, y tambien de dar gracias.- recita el alcalde.

Despues lee la lista de habitantes del distrito 2 que han ganado los juegos en ediciones anteriores. En setenta y cuatro hemos tenido exactamente veintiseis ganadores entre ellos el último, el cual será el mentor de los tributos de este año.

- ¡Felices Juegos del Hambre!¡Y que la suerte esté siempre, siempre de vuestra parte!- Dice el extravagante señor del capitolio que todos los años suena como una mujer. Pone de los nervios a cualquiera. Tan vivaracho, tan feliz, tan alegre.- ¡Las damas primero!

Aquel extraño hombre medio animal se acerca a la urna y tantea con los dedos por encima de los papeles. El publico y yo guardamos la respiración y esperemos a que soltase el nombre de la chica elegida. Por fin coge un papel y nos lo enseña, como restregandonos que solo una puede ser la merecedora.

-¡Clove..,- Dirigí la mirada a ella antes de que el extravagante terminara de decir su nombre.

La reacción de la chica a la que amo desde los cinco años, fué, al principio de miedo, de pánico, ¿por qué? No lo sé pero creo que pocos se dieron cuenta ya que rapidamente cambió de expresion para dar lugar a una sonrisa de medio lado que infunde miedo, honor y orgullo, propia de nuestro distrito. Las chicas a su alrededor empiezan a clamar su nombre. "¡Clove! ¡Clove! ¡Clove!" Esa composición de palabras me hace que mi corazón se desgarre. Hay más de un cincuenta por ciento de que la maten en la arena. Ahora estoy mezclando la imagen que terrorificamente se forma en mi cabeza al verla imaginariamente muerta y la imagen de su vestido blanco con volantes avanzando hacia el escenario. Tan concentrado estoy en ella y en su sonrisa triunfal que cuando dijeron mi nombre en voz alta yo me quedé un segundo paralizado. ¿Yo? ¡Esto no podía estar pasandome! ¡Tendría que enfrentarme con la mujer a la que amo, tendre que matarla! Pero no dejo que ninguno de esos pensamientos se dejen reflejar fisicamente y sonrio de oreja a oreja mientras mis compañeros me vitorean y subo los escalones del podio de dos en dos y me acercó a nuestro acompañante con pinta animal, el cual nos coge a mi y a Clove de las manos y nos la levantan hacia el cielo. La miro intentando que la cabeza de aquel singular hombre no se interpusiera en mi campo de visión. Ella me miró a mi y me sonrió amablemente. Aquel simple acto sirvió para subirme la adrenalina, pero todo fué tan chocante, pues su sonrisa me decía que no tenía miedo pero sus ojos marrones oscuros me decían todo lo contrario.

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¿Qué tal el primer capítulo? ¿Os ha gustado? La verdad es que me encanta esta pareja, incluso cuando estaba leyendo el libro, solo que me los esperaba fisicamente diferentes.

Prometo escribir pronto el próximo capítulo y subirlo para que lo podais leer. Eso si, si te ha gustado o si no te ha gustado por algun motivo decidmelo por un review. ¡Que me motivan mucho para seguir escribiendo y para corregirme!

Besos. Fans deTHG!