Segundas oportunidades

Capítulo uno: Retribución

Regina estaba sentada en una mesa en la esquina; el restaurante no tenía mucha gente en el momento y no había mucho ruido, lo cual era adecuado para su humor. Granny´s solía tener poca iluminación en la esquina; en ese momento le agradó mucho eso, aunque muchas veces le había parecido molesto.

Para ser sincera, no quería que nadie la viera, no quería hablar con nadie, todavía se sentía sensible por lo que había pasado con Robin; después de eso, decidió evitar a las personas (sobre todo a Emma), ya que no quería tener una conversación con nadie al respecto. Necesitaba tiempo para poder aceptar el hecho de haber perdido su segunda oportunidad para el amor.

Como si no fuera poco, tenía que soportar a Emma y a Hook que estaban sentados en la butaca del centro. Estaban en una cita; ella estaba usando una falda negra hasta la rodilla, una camisa blanca, su chaqueta roja, unos botines y medias oscuras; él estaba usando unos pantalones oscuros (casuales), camiseta negra, una chaqueta del mismo color y unos zapatos que combinaban con el resto de su atuendo. Se veían tan felices, sonriendo de varias tonterías:

-¿Es en serio? ¿De verdad quieres que crea que esta es la peor comida que has probado?-dijo Emma riendo.

- Bueno, esto y la gelatina que me querían dar en el hospital.-respondió Killian, con una sonrisa burlona.

-Ok, comprendo que la comida del hospital no es muy buena, pero no entiendo cómo no te puede gustar la comida de Granny´s.

-¿Qué puedo decirte? Es la comida más extraña que he probado, toda la comida de este mundo es rara.

-Entonces, tengo que llevarte a probar comida decente.

-Suena como un buen plan.-respondió él con un tono provocativo. Ambos sonrieron tímidamente.

"Idiotas" pensó Regina. Le molestaba ver que ellos fueran tan felices, de cierta forma sentía como si alguien le hubiera quitado su felicidad y se la hubiera entregado a ellos; la vida es muy injusta a veces. De pronto, algo la sacó de sus pensamientos:

Emma se levantó de repente. -¿Esa es la hora? Ya debo irme, Henry me estará esperando. Buenas noches, Killian.- Dicho esto, se agachó para darle un beso de despedida a Hook.

-Hasta mañana, Swan.

Emma se fue y Hook se mantuvo sentado en la mesa, terminando su cocoa caliente con canela; quedó con una gran sonrisa en el rostro. Regina deseaba tanto no darle importancia a eso. En realidad quería ser la persona buena que aprendió que podía ser, la que su hijo quería que fuera y la que sentía que merecía una nueva oportunidad para la felicidad; pero se sentía demasiado frustrada como para contener los pensamientos negativos.

Regina se levantó para irse, se dirigió hacia la puerta; en ese momento, Hook notó su presencia y le comentó:

-Regina, no te había visto allí.

La reina se volteó para verlo.

-¿Cómo podrías? Después de todo, estabas tan ocupado.

Killian se limitó a exhalar y se abstuvo de hacer comentarios.

-Escucha, con respecto a lo que Emma hizo…

-No tienes porqué justificar sus acciones. Comprendo que es lo que ella consideró correcto en el momento, pero eso no cambia el hecho de que me causara daño.

- Sé que estás molesta, pero ella de verdad se siente mal por eso y le gustaría poder disculparse; ¿no le podrías dar una oportunidad para hacerlo?

Regina no comprendía por qué estaba teniendo esa conversación con el pirata, no era algo que a él le concerniera; pero claro como se trataba de su novia, era obvio que haría lo que fuera para defenderla. "Patético. Pensar que hasta hace poco ella ni siquiera quería demostrar sus sentimientos hacia él; me pregunto cómo se sentiría ahora si alguien viniera y se lo arrebatara" y ahí se le ocurrió la idea perfecta de cómo hacer que Emma pagara por lo que había hecho, sin tener que volver a ser la reina mala (completamente).

-Nunca he sido muy buena con todo eso de perdonar.-Dicho esto, tomó asiento.

- Una vez me preguntaste si creía que los villanos podían tener un final feliz. En el momento no sabía qué responderte, pero ahora sí: si de verdad quieres ser feliz, debes dejar ir toda tu ira, de lo contrario no serás capaz de ver las cosas buenas, aun si las tienes en frente.

-No necesito lecciones de vida de un pirata reformado. Yo sé lo que necesito, es lo único que he necesitado por mucho tiempo: mi hijo, otra cosa que me quitó Emma.-Al decir eso sonaba muy irritada.

- Eso no es verdad, tu hijo te ama y tú lo sabes.

-Sí, pero si no fuera por Emma, lo tendría conmigo todo el tiempo; ya me harté de que ella me quite todo lo bueno que tengo, es hora de que yo haga lo mismo.

-¿De qué hablas?- preguntó Hook con voz extrañada y a la vez preocupada.

Regina no respondió, se limitó a hacer un movimiento de muñeca y Hook cayó desmayado sobre la mesa; para la suerte de Regina, habían muchas personas para ver lo que había hecho (y los pocos que estaban, ya se encontraban ebrios), los meseros ya se habían ido, Ruby se había ido a acostar y Granny estaba en la cocina.

Después de un rato, Hook despertó, vio a Regina y le preguntó:

-Su majestad, ¿dónde estamos?-Dijo mientras veía su ropa; se veía extremadamente confundido.- ¿Funcionó la maldición?

-Funcionó justo como lo esperaba. Respondió con una sonrisa de satisfacción.


Emma regresó a casa de sus padres (donde había dejado a Henry). Abrió un poco la puerta del apartamento, su familia no se dio cuenta de esto. Sus padres estaban jugando con Henry en la sala, estaban armando un castillo con cartas en la mesa; se veía que se divertían mucho. Ella decidió guardar silencio y observarlos un momento. Todavía no podía creer cuánto habían cambiado las cosas desde que regresó a Storybrooke; tenía a sus padres, Henry estaba emocionado por estar de regreso en su hogar, estaban con sus amigos, ella tenía a Hook… Al pensar esto, no pudo evitar sonrojarse un poco y sonreír tímidamente (se sentía tan agradecida de que nadie la viera en ese momento), por más que le agradara esa idea, aún no se podía acostumbrar completamente; pero eso no le preocupaba, era cuestión de tiempo.

Jamás se había sentido tan feliz en su vida; solo había una cosa que le molestaba: haber traído a Marian al presente. Sabía lo mucho que eso había afectado a Regina y se sentía tan arrepentida, le hubiera gustado poder hacer las cosas de otra forma; sin embargo, por más que lo pensaba, no hubiera podido dejarla encerrada para que muriera, sabía que eso también la haría sentir mal. Entonces, ¿qué era lo correcto?, ¿por qué, sin importar las acciones que hubiera tomado, alguien debía sufrir? Para su suerte, ese pensamiento fue interrumpido por Henry:

-¿Cómo te fue?- preguntó el niño con una gran sonrisa ilusionada.

Emma decidió evadir esa pregunta y se dirigió a sus padres:

-¿No se suponía que harían que Henry se durmiera temprano?

-Tratamos, pero no tenía sueño; así que decidimos pasar un poco más de tiempo con él.- Indicó Mary Margaret inocentemente.

-Regresando a la pregunta, ¿cómo te fue?-Insistió David.

Emma se limitó a sonreír.-Vamos, niño. Es hora de ir a casa.

Henry obedeció, agarró sus cosas rápidamente y salió corriendo, probablemente esperaba que su madre le contara algo en el camino. Emma se volvió a sus padres, un poco ruborizada, y les dijo:

-Estuvo bien, podrían dejar de hacer un gran escándalo al respecto. Y cerró la puerta, dejando a sus padres con tantas preguntas.

-Me alegra ver que está feliz.-dijo Snow.

-A mí también, pero hay algo que me preocupa: ¿estás segura de que deberíamos dejar que salga con Hook?

-¡David!

-Lo sé, lo sé. Lo importante es que hace a Emma feliz, mas no puedo evitar preocuparme.

-Debes tener cuidado; te estás convirtiendo en un padre sobreprotector. –Bromeó ella.

-Tienes razón. Además, él ya demostró que merece nuestra confianza.

-Exacto. Y no debes olvidar, él se convirtió en parte de su historia.

-No me lo recuerdes.

Snow comenzó a reír. En ese momento el pequeño Neal comenzó a llorar. Mary Margaret se pensaba levantar, pero David la detuvo.

-Yo me encargo.

-Gracias.

Charming le dio un beso en la frente a su esposa y fue a atender a su hijo. Snow quedó sentada en la sala, sonriendo, pensando en lo agradable que era para ella ver a Emma sonriendo con mayor frecuencia.