Drabble/one-shot. SIN CONTINUACIÓN.
Esta idea se me vino a la cabeza hoy, a las cinco de la mañana. Gracias por leer.
Bajo ese estereotipo del bad boy, se escondía un chico bastante inseguro; no podía asegurar la compañía de nadie a su lado. No importaba cuántas veces lo intentara, ninguna chica que se mostraba interesada en él, lograba mantenerse a su lado, por la supuesta indiferencia que él demostraba.
Butch no entendía cómo es que, aun así, lograba sobrevivir una semana más en la escuela. Los rumores no se hacían esperar, sobre alguna supuesta infidelidad. Eso mismo desencadenaba una ola de inseguridades que a un chico de ya casi dieciocho años, afectaban cada día más.
En conclusión, este chico inseguro que se escondía tras la coraza de bad boy, era solo un chico que quería sentirse querido, no solo de apariencia, sino de verdad.
Solo una chica lo ha querido, de verdad.
Caminaba a casa, todos los días después de la escuela, y cuando ya se encontraba solo, dejaba que su rostro expresase su tristeza al respecto. Se decía a sí mismo que era muy joven para echarse a morir, pero aquel patrón de relaciones se repetía siempre.
No aguantaba sentirse así, pero no era algo que le demostraría a cualquier persona. Solo ella podría verlo así, porque ella era de quién él necesitaba ayuda. Solo ella iba a ser capaz de aliviar su inseguridad.
¿Por qué? Porque Buttercup Utonium no era como las otras chicas. No se acercó a él para tener una cita o para presumir su compañía con el resto de la gente de la escuela. No, ella se acercó a él por cuenta propia, para poder hablarle, conocerlo, entablar una amistad.
En ese momento, Butch se dio cuenta de que ella no era como las demás. Con el pasar del tiempo, se dio cuenta de que él anhelaba tocar la mano de la chica, aunque fuese un simple roce.
Aguanta hasta llegar a casa, se decía en el camino, evitando dejar caer sus lágrimas –sí, él llora.
Sus puños apretados en los bolsillos de su chaqueta, se distraía de las ganas de llorar enterrándose sus propias uñas. Semáforo, se detiene hasta que dé luz verde…
Sus ojos son verdes… Bueno… Eran verdes.
Sabía que solo Buttercup podría salvarlo de sus inseguridades, pero ella ya no estaba en el mundo terrenal. Desde que recibió aquella llamada, supo que ya no podría volver a dejar de ser tan inseguro, porque ella ya no estaba para hacerlo feliz, hacerlo sentir seguro, querido.
A Buttercup la asesinaron, y con ella, la única persona que le mostraba el mundo de una forma diferente, que lo hacía sentir diferente.
El chico indiferente seguía siendo él, pero eso no significaba que no tuviera emociones. Luego de aquel suceso, Butch solo puede sentir dos cosas: inseguridad y tristeza.
Sin Buttercup, ya no tenía ganas de sentirse amado. Al menos no por ahora.
FIN