Estrella de Navidad
Resumen
"El invierno en Berk dura casi todo el año, se aferra con ambas manos y no se suelta y el único consuelo en contra del frío son a los que llevas en tu corazón. Resultó que esa fue la mejor Snoggletog de todas. Ese año le dí a mi mejor amigo un obsequio increíble y él me dio uno mejor".
Capitulo único.
Una de tantas Snoggletog.
Hiccup sintió el frio calarle hasta el tuétano de sus huesos, el invierno en Berk era el peor de todos. Dio un suspiro se arrebujo mejor en la piel que llevaba encima y se apresuró a llevar la leña dentro, el fuego no debía extinguirse por nada.
Los dragones se habían marchado como lo hacían cada año por su temporada de apareo y desove, volverían dentro de algunas semanas con sus crías y ellos estarían contentos de volver a tenerlos entre ellos. Incluso hubo quien propuso posponer su fiesta de Snoggletog para que coincidiera con su regreso, pero la mayoría había entendido que cada raza debía continuar con sus tradiciones porque eso no significaba una ruptura, sino una muestra de confianza.
Ellos volverían.
Un resoplido cálido le hizo estremecerse en deleite. En la oscuridad distinguió dos gemas verdes que lo observaban con adoración, Hiccup rio feliz y abrazo correctamente los leños para con paso ligero dirigirse hacia aquellas atemorizantes dagas y que anteriormente eran consideradas una sentencia de muerte.
—Te dije que esperaras dentro. —Reclamo sin perder aquella jovialidad acariciando la escamosa cabeza de su mejor amigo.
El dragón necroso ronroneo menospreciando el comentario, luego extendió una de sus alas para proteger del viento helado el cuerpo de su humano.
Mientras caminaban a la cabaña Hiccup no podía evitar sentirse afortunado, todos los dragones se iban y su ausencia dejaba detrás de ellos una estela más fría que la del invierno. Contrario a eso, Toothless estaba a su lado. Y ese era el mejor regalo que podía pedir.
—Sabes amigo. Cada año miraba a la misma estrella en el cielo. Y…
Toothless lo observo ansioso a como concluiría aquella frase.
—Y siempre pedía lo mismo.
El Furia nocturna elevo las orejas para hacerle saber que esas palabras no esclarecían su duda. ¿Qué era lo que quería?
— En ese entonces no tenías ni nombre ni forma en mi pensamiento. Hoy cuando veo la estrella solo le ruego que jamás te aleje de mi lado. Porque tú eres mi deseo. Toothless eres lo más quiero.
Toothless sintió el corazón bombearle con fuerza, Hiccup siempre lograba hacerlo sentir especial, no del modo en que todos le enaltecían el ego, no. Era mucho más, lo llenaba de poder y seguridad. Lo hacía sentirse único e irremplazable
Con una rapidez se abalanzó sobre Hiccup, por suerte ya estaban en la puerta de la casa y la leña solo termino desperdigada por el suelo mientras el dragón negro restregaba con cariño su cabeza contra el pecho y estomago un castaño que reía a carcajadas e intentaba de la mejor forma regresar el afecto.
"Siempre estaré a tu lado. Porque tú también eres mi deseo." Gruño Toothless e Hiccup pareció entender.
Jinete y dragón esa noche de Snoggletog durmieron abrazados. El frio a fuera rugía convirtiéndose en una terrible tormenta. La nieve cubría todo con su gélido manto blanco. En el gran salón todos celebraban entre risas, música y comida pero, para ese Vikingo no tan vikingo y cierto Furia Nocturna todo lo que requería estaba a su lado. Mientras se tuvieran el uno al otro el resto del mundo salía sobrando.
Fin.
Feliz navidad y un próspero año nuevo les desea su amigo Ciel Phantomhive. ¡Uy! Eso se escuchó como tarjeta de felicitación. Ni modo. Nos leemos.
