Disclaimer: los personajes le pertenecen a Stephenie Meyer, yo sólo me divierto con ellos. Este oneshot participa en el reto "La Coctelera" del foro La Caída del Crepúsculo. Blue June, aquí tienes el oneshot tras un mes de espera XD.
Nunca se conoció amor tan grande como el que sentía el rey Jasper por la pequeña María. Tan grande era que cuando murió el rey no quiso que enterrasen el cádaver, sino que lo hizo guardar en una sala de palacio próxima a su habitación. Y, cuando salía de viaje por el reino, hacía que condujesen los restos mortales de María en su compañía. Los cortesanos estaban cansados del capricho del rey y se esforzaban en adivinar la causa de tan extraño comportamiento.
Uno de ellos descubrió al fin que a la pequeña María su madre le había entregado un anillo encantado para asegurarle el amor del rey aun después de su muerte. Este cortesano fue una noche al catafalco* donde yacía María y le quitó el anillo encantado.
A la mañana siguiente el rey preguntó:
-¿Por qué no se ha dado aún sepultura a la pequeña María? No podemos tener en nuestra compañía a un cadáver. Hay que dar a la tierra lo que es de la tierra.
Y ordenó a sus cortesanos que enterrasen el cadáver antes tan amado y del que no se quería separar.
Aquella misma mañana, el rey notó que uno de los cortesanos le era mucho más simpático que antes. Y concibió por él una afición tan grande que le llevó a elevarlo a los cargos más importantes del reino, e hizo que comiese en un sillón de la misma altura y dignidad que el suyo.
Pero este cortesano se sentía atormentado por los remordimientos, pues sabía que si contaba con el favor real no se debía a sus méritos, sino a la virtud del anillo encantado. Al mismo tiempo, sufría por la crítica y comentarios de los demás cortesanos, que ignoraban a qué se debía una carrera tan brillante.
Al fin, el cortesano salió una noche de palacio y arrojó el anillo en medio de un lago que estaba en el bosque de Denali. Desde entonces, el rey sintió tanto agrado por este lugar que no quiso habitar en otra parte. Mandó construir en medio de las aguas un castillo que se comunicaba con tierra por medio de un puente maravilloso de cobre batido. Tanto le gustaba vivir allí que con frecuencia decía que Dios podía guardarse su Paraíso, si no le privaba de la posesión de su castillo de Denali.
Pero estas palabras irreverentes tuvieron su castigo y, después de su muerte, Dios privó a su alma del descanso y lo condenó a vivir siempre allí, errando en las tinieblas de la noche y cazando por los bosques. Aún hoy se le oye pasar muchas noches en medio de un griterío infernal, seguido por un tropel de demonios.
Espero que os guste. ¿Reviews? ¿Follows? ¿Favourites? Lucy, espero que dejes un review, hermana pottérica :) Me aburro.
