Primero que nada... Zoids no me pertenece. Si así fuera, nunca acabaría la serie UXD, y no estarían la dizque secuela... ¡apesta!
-Van... no me dejes.- murmuraba una triste Fine. Los cabellos de ella caían con gracia sobre el pálido rostro de él. Esos ojos siempre alegres y dispuestos a todo, estaban idos, estaban en otro lugar. La chica sollozaba en voz baja; las lágrimas llegaban a las mejillas del muchacho. Ambos se encontraban en un oscuro callejón a media noche, donde todo podía pasar. Y en este caso, un asalto fallido.

-Por favor...- murmuraba con voz cortada. Contempló esa herida en el pecho, esa terrible herida provocada por un arma blanca. La sangre brotaba sin control, haciendo que Van perdiera fuerzas y vida.

A veces ella se preguntaba, "¿Por qué mata la gente? ¿por qué?". Pero nunca hallaba respuesta.

-Fine...- musitó débilmente el piloto. Ella sonrió tristemente, y le tomó la mano derecha, apretándola, como si eso lo ayudara. El chico se encontraba a en el suelo, apoyado sobre las piernas de ella, quien estaba arrodillada. Era una hermosa escena... hermosa y terrible, pues Van estaba agonizando.

-Sabes...- intentó decir Van, pero fue interrumpido cuando Fine colocó el dedo índice en la boca de él, callándolo. Ella apretó con más fuerza la mano, todavía soltando lágrimas.

No quería que se fuera, que se marchara, que le abandonara, que se retirara. Nada. Fine quería a Van ahí, a su lado. Que la amara, cuidara, protegiera, apoyara y demás cosas que hacen los novios.

-Te amo.- dijo Van mientras cerraba los ojos. Y luego, abandonó este mundo.

Ella no quería asimilar lo ocurrido. Pero era inevitable. Van se había marchado. A ella no le quedaba vida para seguir, no le quedaban fuerzas. Simplemente derramó más lágrimas sobre el frío cuerpo del muchacho para luego darle un último beso a esos inmóviles labios. Y desde entonces, sólo respiraba dolor, comía melancolía, tomaba tristeza, y vivía sin sentido.