Lejos de ti
La había dejado ir y se lo merecía por ser un completo idiota, uno que no la podía valorar lo suficiente, uno que había apreciado mas el recuerdo de alguien a ella y eso nunca se lo perdonaría ni ella a él, ni el mismo. ¿Qué esperaba? ¿Qué Kikyo reviviera? ¿Qué Ahome aguantara su estupidez por el resto de su vida? ¿Qué ambas estuvieran con él?
Al final, luego de que los fragmentos fueron recolectados y Naraku destruido el había decidido que iba pasar lo que quedara de su vida con Ahome pero cuando apareció Kikyo… es como si hubiera hecho algo que lo hubiera puesto a su merced (No le sorprendería que si lo hubiera hecho porque no lo sentía tan de corazón como las veces pasadas) y Ahome no era ninguna tonta para quedarse viéndolo a él con un antiguo amor, así que deseo que la perla desapareciera y se fue a su época… y ya no volvería. No la volvería a ver. No volvería a sentir su aroma. Su voz. Sus peleas. Ni sus abajos… ciertamente eso sería una de las cosas que más extrañaría, otra de ellas sería su sonrisa… esa hermosa sonrisa perfecta que iluminaba su día, su mundo, su todo.
La extrañaba, ya era un año de eso, y el estaba completamente solo, sin su Ahome que en ese momento estaba a 500 años de él. Todavía conservaba una pequeña esperanza de que la volvería a ver, todas las noches soñaba con ella, ella diciéndole que lo perdonaba y que siempre estaría con el por siempre… pero estaba lejos, y sabía que no volvería. Pero aunque el recuerdo de ella le hacía añicos el alma el recuerdo de su sonrisa y los momentos que había pasado a su lado habían evitado que fuera hasta donde Sesshomaru y dejar que le rebanara la cabeza sin oposición alguna.
Fue a comer donde la anciana Kaede… esa era otra de las cosas que extrañaba de ella, su comida. Aunque dijera que prefería mil veces la comida ninja era una vil mentira, la comida de Ahome era su elixir, el mejor regalo que Buda le había dado, a veces oía hermosas voces mientras la comía a escondidas de los demás aun así… ya no volvería a hacerlo de todas formas.
Ahora que pensaba en eso, era nada sin Ahome, su mundo simplemente se veía gris y solo… volvía a ser gris y solo más bien. Porque antes de que ella llegara era así, solo que sin la culpa y la sensación de que su corazón se desgarraba lentamente era simplemente un infierno, la necesitaba, sino la podía volver a ver acabaría muriendo pronto solo esperaba que llegara rápido ese día, tal vez podría reencarnar en alguien de la época de Ahome, y la conocería… y no la recordaría. Imposible. El TENIA que recordarla, el la AMABA con su vida no la olvidaría por una simple reencarnación, y por sobre todas las cosas debía recordar no lastimarla como lo había hecho por que ella no lo merecía, y el no merecía todas esas lagrimas que había derramado por el.
Aun así todavía lo esperaba… esperaba que volviera junto a el, y si no lo hacía, al menos esperaba que fuera muy, muy feliz y que estuviera junto a alguien que si supiera valorarla como lo merecía el seguiría en la aldea, protegiendo a los aldeanos de ocasionales demonios que se aparecían y soñando con el día que la vería de nuevo. A Ahome. Su querida Ahome.
~°I&A°~
Estoy algo emo hoy, me estaba leyendo el fic de una amiga aparecí Inuyasha metiendo la pata de nuevo dejando que Ahome se fuera a su época y la bomba estallo cuando empecé a oír Far Away de Nickelback así que… aquí esta. Espero que les guste y si son buenos me mataran por hacer un fic que solo tiene angst y nada, NADA de risa. Bueno… Matta ne.
