Advertencia: Después del capítulo 573 pasando la temporada de Marine Ford y la saga del pasado de Luffy. (Posibles spoilers si no vas al corriente con el anime)

Hola a todos hace mucho que no hago esto de querer subir fanfics y todo eso pero había ideado un nuevo proyecto y solo quería publicar por lo menos un capítulo para ver si les gustaba y continuar con esto.

Los personajes no me pertenecen, todo es propiedad de Oda-sama.

Conquistando al futuro Rey de los Piratas.

Capítulo 1.

Negación y Aceptación.

Era un día memorable en el Thousand Sunny, la tripulación de los mugiwara había salido por fin de la isla gyojin después de derrotar al malvado de Hody Jones Luffy había terminado como el héroe de aquella bella isla, ahora tenían la posibilidad de tener un nuevo nakama, y no cualquier nakama si no el fuerte ex-shichibukai Jimbei, aunque éste les había respondido que tenía que arreglar unos asuntos pendientes antes, a la vez habían formulado una nueva promesa con la princesa sirena Shirahoshi, había sido su primera aventura después de haber sido separados en el archipiélago Shabondy, sin duda estar juntos era lo mejor, la adrenalina que se soltaba entre batalla y batalla, las personas que conocían en su viaje, los recuerdos que juntos atesoraban, sin duda para cada uno de los Mugiwaras el haber conocido a su querido capitán había sido lo más maravilloso que pudo haberles pasado, todos esos años sin verle, preocupándose por cómo superó la muerte de su hermano, "Hiken no Ace" , ése suceso era algo que los tenía inquietos ya que, aquél chico de goma siempre estuvo con ellos cuando pasaron por momentos difíciles y el pensar que no estuvieron junto a él para apoyarle cuando éste lo necesito los carcomía por dentro, sin embargo por el momento nadie lo había mencionado, preferían dejar a Luffy sonriendo como siempre, sin duda alguien tenía que agradecérselo a Jimbei cuando volvieran a verlo, ya les habían comentado que fue aquél hombre quien salvo a su capitán de su propia obscuridad.

Por el momento cada uno de los mugiwaras se encontraba en su propio mundo, relajándose, algunos otros jugando, uno cocinando, otro durmiendo, como sea cada quien disfrutando de la tranquilidad que se podía sentir en aquél maravilloso barco.

- Por cierto - Dijo de pronto un chico del sombrero de paja - No tuvimos mucho tiempo para hablar debido a los problemas en la isla gyojin, shishishi – Rió a su singular manera - Cuéntenme, ¿A dónde fueron?, ¿Había buena comida? - Preguntó con un gran brillo en los ojos característico de él.

- Que bueno que lo preguntes Luffy, estaba esperando que lo hicieran, yo el gran capitán Usopp fui a parar al archipiélago Boin, un lugar repleto de animales y plantas salvajes. Ahí conocí al poderoso Heracles´n quien me enseño diferentes tipos de plantas exóticas, como pudieron notar, ahora soy más fuerte – Empezó a fanfarronear - ¿Y saben que es lo mejor?, ésa isla estaba repleta de comida, comida por doquier la cual era deliciosa… Engordé y me costó bastante bajar de peso – Rió por lo bajo – Lástima que no soy como tú Luffy, toda la comida se va a tus músculos, eso no es justo – Suspiro.

-¿Enserio, una isla con mucha comida?, ¡Geniaaal!, tenemos que visitarla algún día - Dijo babeando.

-Yo caí en una pequeña isla del cielo donde la comida era realmente buena también - Dijo la navegante del barco.

De ésa forma uno a uno fue contando su experiencia mientras Luffy escuchaba emocionado dedicándoles una gran sonrisa a sus queridos nakamas, algunas historias resultaban bastante divertidas para éste, como por ejemplo la de Sanji, quien diría que el mujeriego cocinero de la tripulación terminaría en una isla repleta de okamas que lo estarían acosando durante 2 años, sin duda eso fue lo que más lo hizo reír, el rubio sin embargo estaba que echaba chispas cada que escuchaba a su capitán soltarse a carcajadas, sin embargo se aguantaba, solo por ésa vez pasaría por alto sus insolencias; Una de las historias que más impacto a la tripulación exceptuando a Brook quien no conocía bien el tema debido a que estuvo aislado del mundo por tanto tiempo, fue la del espadachín y segundo al mando, Roronoa Zoro; Y es que al principio éste no quería contar gran cosa sobre el tema sin embargo debido a las molestas e insistentes demandas de sus amigos no tuvo de otra más que terminar hablando.

- ¿¡Estuviste con Dracule Mihawk!?

- Mmmm si, estuve peleando contra él una y otra vez – Mintió un poco ya que por su orgullo no podía admitir que le había pedido a su mayor enemigo que lo entrenara.

- ¡Con razón tú y Luffy son tan poderosos, uno entreno con el mejor espadachín del mundo y el otro con el vice capitán del rey de los piratas!

- Eso no es gran cosa – Dijo Sanji haciendo puchero en una esquina al escuchar que el marimo estuvo con la hermosa chica de Thirller bark.

- ¡Ajajajajajajajajaja! – El chico de goma estalló a carcajadas - ¡Zoro, no mientas, le pediste a tú enemigo que te entrenara para después derrotarlo!, ¿Qué broma es esa?, Jajajajajaja

- "¡Lo hice por ti idiota!" – Pensó el peli verde con un salvaje sonrojo en sus mejillas, sin embargo, por su orgullo no dijo nada y sólo volteo la mirada hacia otro lado avergonzado.

- Veo que has madurado – Dijo por lo bajo de modo que sólo Zoro pudiera escucharlo.

¿Qué significaba eso?, ¿Cómo es que su capitán que era tan idiota a veces decía cosas que hasta hacían preguntarse a uno si realmente era estúpido o se hacía?, de vez en cuando le salían sus momentos de brillantez, tal vez, al ser una persona tan terriblemente sincera era capaz de leer a través de las personas, pero uno nunca sabe tratándose de Luffy.

-Ya veo, todos trabajaron duro, tal como lo esperaba de mi tripulación, Shishishi

-Aún no nos has platicado tu parte - Dijo Franky poniendo sus manos encima de su cabeza haciendo su típica pose. – Seguro fue Supeeeeeer, trabajar con Rayleigh.

-Es cierto, además también deberías explicarnos como es que conociste a esa shichibukai - Agrego Robin. – Si bien, nos dijiste que fuiste enviado a la isla de las mujeres, eso no nos quita la intriga, se dice que Boa Hancock es conocida por despreciar a todos los hombres, no me explico cómo es que lograron ser amigos.

-¿Hancock?, oh, es cierto que ella al principio era bastante pesada, incluso intento matarme shishishishi – Rio de nuevo restándole la importancia.

-¡Eso no es algo para reírse! – Le reclamaron todos.

- Pero ella resulto ser buena persona después de todo, me ayudo a entrar a Impel Down y me apoyó en la guerra.

Todos sus nakamas desviaron la mirada apenados, "Apoyarlo en la guerra" nuevamente esos secos sentimientos regresaban, pensar que en ése momento tan importante no estuvieran a su lado, pensar que el pobre tuvo que soportar ver morir a su hermano frente a sus ojos mientras ellos perdían el tiempo.

-Hancock quería que me casara con ella, ¿Pueden creerlo?, yo no tengo tiempo para casarme, ¡Tengo que encontrar el One Piece y convertirme en el rey de los piratas! - Dijo entusiasmado.

En ése momento sucedieron dos cosas a la vez, la tensión que se había ocasionado anteriormente al recordar el acontecimiento de la guerra se perdió por completo sin embargo una nueva se formó, en primer lugar por parte de Sanji quien comenzó a reclamarle mientras lloraba y lo maldecía por tener mejor suerte con él.

-¡No es justo!, ¡No es justo, ¡No es justo!, yo desperdicie parte de mi vida y alma en esos dos años viviendo en el infierno lleno de horribles okamas y tú…. ¡Tú pedazo de goma!, Estabas rodeado de bellezas, y por sí no fuera poco esa hermosa mujer shicibukai te pidió matrimonio - Llorando - Por suerte eres un idiota y no aceptaste, tal vez así yo pueda curar el corazón de una dama destrozado por el rechazo y me quiera a mí en lugar de a ti - Se dijo a sí mismo dándose ánimos mientras corazones se formaban en sus ojos comenzando con otro de sus extrañes bailes.

- Ni en tus sueños cocinero de tercera – Dijo Zoro haciendo que a Sanji se le formara una gran vena en la frente y comenzara una nueva pelea con él.

Por otro lado, el ambiente había cambiado sorpresivamente para otra persona, era nada más ni nada menos que la navegante del grupo Nami, la cual por alguna extraña razón había sentido molestia al escuchar eso.

-Jajaja, que divertido eres Sanji - Decía Luffy mientras se llevaba un pedazo de carne a la boca (No se sabe de dónde la saco.)

- Eso le pasa al ero-cook por ser un mujeriego – Seguía molestando el ex cazador de piratas.

-¡Maldito marimo!, ¡Repítelo!

-¡Eso es Supeeer!, quien diría que éste pequeño asexual conseguiría a tal belleza - Decía Franky levantándole el pulgar en forma de buena señal.

-Tal como lo esperaba de nuestro capitán... Supongo – Continuó Ussop soltando una leve risa mientras Robin asentía con la cabeza.

-Luffy será el rey pirata después de todo – Siguió Zoro levantando su copa de sake.

-Yohohoho, que envidia le tengo Luffy-San, se me eriza la carne solo de pensarlo... Oh... Aunque yo no tengo carne, Yohohoho - Reía Brook.

- ¿Qué es asexual? – Preguntaron Luffy y Chopper al mismo tiempo.

- Ustedes dos – Respondió Sanji aún con lágrimas saliendo de sus ojos.

-Y... - Interrumpió Nami - ¿Que más paso en ésa isla? - Pregunto con un tono de voz serio.

Todos la miraron algo asustados y sorprendidos por su repentina reacción, tal parece que su querida navegante no estaba de humor en ese momento. Luffy por su parte siguió contando siendo demasiado despistado como para darse cuenta del ambiente que en ese momento había.

-Mmm - Se quedó pensando por un buen rato - Pues... Ellas nunca habían visto a un hombre al parecer, yo llegue a esa isla y comencé a comer algunas setas que encontré en el camino, después de eso creo que me desmaye... Desperté y había bastantes chicas a mí alrededor observándome... Luego me preguntaron por mis bolas de oro y fue cuando me di cuenta de que estaba desnudo, Shishishi, ¡Querían que se las diera, fue demasiado extraño!... Ah... Y no paraban de estirar mi piel y perseguirme por toda la isla, por suerte Margaret me ayudo a escapar.

-¡¿Margaret?! - Escupió ese nombre entre dientes con una voz llena de rabia - ¿Quién es ella?

-Sip, ella fue la que me salvo la vida tras comer esas extrañas setas. – Le dio un mordisco a su trozo de carne de nuevo.

Nami sacaba una extraña aura del cuerpo que ocasiono que sus nakamas dieran un paso hacia atrás alejándose

-Veo que como siempre, te la pasas metiéndote en problemas. - Dijo Zoro ignorando por completo el enojo de la navegante.

-Shishishi, Lo siento - Se disculpó para después voltear a ver a Nami que seguía actuando extraño - ¿Nami?, ¿Te ocurre algo?... Ah ya se, ¿Tienes hambre verdad?... - Se quedó un rato meditando - ¡Dile a Sanji que te de algo de comer, porque yo no te daré mi carne! - Dijo abrazando el trozo de carne de manera posesiva.

- ¡No tengo hambre! - Dijo con la voz ronca para después irse a encerrar a su cuarto.

-¡Estúpido de goma!, ¡Hiciste enojar a mi hermosa Nami-swaan!

-¿He?, ¿He?, ¿Qué hice? - Confundido.

-No solo cometes el pecado de caer en Amazon Lily, sino que molestas a nuestra hermosa navegante, ¡Dame eso! - Dijo molesto arrebatándole el pedazo de carne. - No te daré de comer carne por un tiempo.

-¿Heeeeeeeeeeeeeeeeeeee? - Grito a todo pulmón - Noooooo, Sanjiiiiiiiiiii, tú eres mi cocinero - Llorando - ¡Tienes que alimentarme!, ¡Sanjiiiiiiiiiiiiii!

-¡Cállate!

Luffy se fue a deprimir a una esquina mientras maldecía al rubio por lo bajo mientras el lindo renito Chopper fue a hacerle compañía tratando de animarle.

Nami en su habitación se tumbó en su cama molesta, mientras sumergía su rostro en su almohada y soltaba un grito frustrado. No era justo, esos dos años ella había estado sumamente preocupada por Luffy y él había estado rodeado de chicas tontas y empalagosas, por si fuera poco lo habían visto desnudo, ¡Qué descaradas! Ella estudio arduamente por él para poder llevarlo a cualquier lugar que deseara, para no tener excusas cuando se le ocurriera otra de sus tantas tonterías suicidas, para poder apoyarlo, para serle de mayor utilidad, tal vez de ésa forma él le agradecería y...

¿Y qué?, se preguntó de pronto, ¿Qué esperaba de su despistado capitán?, ella sólo quería verlo feliz con ésa sonrisa de oreja a oreja que lo caracterizaba siempre, con esos ojos llenos de ternura, ambición y emoción, con ése leve sonrojo en las mejillas causado por la excitación de una nueva aventura.

Cuando se convirtiera en el rey pirata él estaría lleno de sudor, respiraría agitado después de haber derrotado a un enemigo formidable, el más fuerte con el que había tenido que luchar hasta ahora, y, mirando hacia su tripulación sonreiría iluminando el ancho mar que ahora le pertenecía, festejarían toda la noche, ¡No!, Toda la semana.

Nami suavemente cerró los ojos para después perderse en sus pensamientos.

*Imaginación de Nami*

-Nami, gracias a tus grandes habilidades en navegación pudimos llegar hasta Raftel y descubrir el One Piece, eres la mejor - Decía el rey de los piratas con un tono de voz profundo y seductor.

-Lu... Luffy, ¿Pero qué dices? - Decía ella desviando la mirada totalmente roja del rostro.

-En verdad... Eres la mejor... - Decía acariciando la suave mejilla de la chica mientras se acercaba lentamente a su rostro y sus alientos se juntaban en uno solo - Tú tienes que ser mi reina pirata - Susurraba suavemente para después pronunciar el nombre de la chica de una manera cálida y afectuosa provocando que la chica suspirara extasiada - Nami - Repetía él - Yo te...

*Fin de los pensamientos de Nami*

-Qué... Qué... Qué... ¡Qué demonios fue eso! - Repetía, su rostro estaba rojo cual tomate - ¿Qué demonios estaba pensando?, ¡Maldición!, ya enloquecí... Digo, ¿Qué podría atraerme de...

Sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando vio a su capitán observarle recargado en una de las ventanas de su habitación.

-Lu... ¡Luffy!, ¿Qué haces aquí?

-Namiiii - Decía en tono de reproche - Ven a decirle a Sanji que no te hice nada malo, no me quiere dar de comer porque dice que yo te hice enojar.

Ah... Así que por eso había venido solamente, ella por un momento se había emocionado, no sabía ni porque se había emocionado después de todo es como Franky había dicho anteriormente, aquél chico de hermosos ojos estaba enfocado en una sola cosa, en cumplir sus sueños y el de sus compañeros, todo en la cabeza de ése chico estaba repleto de aventuras, era un niño en el cuerpo de un hombre después de todo.

-Además - Agrego - Deberías estar con nosotros, hace mucho que no nos vemos y quiero estar más tiempo con todos, en realidad estar lejos de mis nakamas fue una verdadera molestia, quería verlos cuanto antes y ahora que estamos juntos, no deberías de estar escondida y de mal humor, estar sin uno de mis nakamas es triste, no es lo mismo si no estamos todos juntos, así que regresemos.

Nami no pudo evitar que su corazón se acelerara a mil por hora al escucharlo decir cosas tan hermosas, se dedicó a observarlo fijamente. Él tenía las cejas arqueadas, las mejillas levemente infladas a manera de puchero, su boca estaba semiabierta, sus ojos eran tan cálidos y afectuosos, tenían un pequeño tono de tristeza ya que éste estaba preocupado no le gustaba pensar que por su culpa ella estaba así. Él... Él estaba... ¡Increíblemente hermoso!, parecía un cachorrito triste pidiéndole a su dueña un poco de atención.

-S... Sí - Se apresuró a decir - E... Enseguida salgo.

Luffy sonrió ampliamente, al mismo tiempo que cerraba los ojos, dedicándole una vista angelical, era un chico puro que mostraba sus sentimientos abiertamente, sus facciones eran suaves lo que le daban un toque que combinado con su actitud le daban ésa apariencia de niño, y, como bien se sabe los niños son las criaturas más limpias, ¿Qué cosa o persona podría ser más pura que los niños en éste mundo?, no juzgan de malas a la primera, son sinceros, sólo buscan algo de atención, cariño, afecto, suelen ser tercos, inocentes, despistados, algo desastrosos a veces y no pensaban dos veces antes de hacer las cosas, es por eso que se debía estar pendiente de ellos.

-¿Nami? - Repitió él - ¿Ya vienes?

-Ah... Sí.

-Y no se te olvide decirle a Sanji que yo no te hice nada, tengo hambre - Reclamó volviendo a llenar su boca de aire inflando sus cachetes de manera infantil.

-Sí... Yo le digo - Respondió viéndole con unos ojos llenos de ternura y afecto.

-Yeiii, eres la mejor.

Se dirigieron nuevamente a la cubierta donde el cocinero la recibió con brazos abiertos, claro que ésta lo rechazo rotundamente, nuevamente empezó la rutina, continuaron con su plática, más calmados, rieron, armaron un banquete como era de esperarse, mientras tanto la peli naranja pensaba de nuevo.

-En ése momento pensé que se veía hermoso...

Luffy la había estado cuidando desde que la conoció, la ayudo a sonreír de nuevo, la salvo de las garras del malvado de Arlong, siempre arriesga su vida para proteger a sus queridos amigos y compañeros, era amable, justo, fuerte, cariñoso, fiel, además de que no negaba que tenía un buen físico y en esos dos años se había formado mucho más, tenía un abdomen y brazos bien marcados, tonificados, también tiene musculatura en los brazos y la espalda, además de que ésa cicatriz en el pecho lo hacía ver más atractivo. Mientras pensaba en todo eso se dedicaba a observar a su capitán fijamente, él se la pasaba riendo y bailando en el centro de la cubierta, cantaba, comía, simplemente, disfrutaba de su vida.

- No puede ser - Habló de nuevo en su cabeza - Tanto tiempo y apenas me doy cuenta... Qué me he enamorado completamente de Luffy - Pensó la hermosa navegante teniendo nuevamente un hermoso sonrojo en las mejillas.

El festín termino hasta altas horas de la noche, dejaron todo en su lugar ya tendrían tiempo para limpiar al día siguiente por el momento lo único que querían era dormir, aunque claro algunos ya estaban tumbados en el piso, tal como lo estaban Zoro, Brook, Usopp, Chopper y Luffy.

A la mañana siguiente…

Nami por fin había aceptado los sentimientos que tenía por su inútil y despistado capitán, ahora se preguntaba desde cuando fue que empezó a quererlo, ¿Cuándo fue que ese afecto de amigos paso a otro nivel?, lo más probable es que desde un inicio cuando Luffy salvo a la isla cocoyashi derrotando a Arlong el causante de todo su sufrimiento, ella nunca había tenido tiempo para el romance así que no había sabido diferenciarlo hasta esa escena de celos hace dos días, ¿Cómo pudo ella, tan inteligente y hermosa, no darse cuenta de que estaba enamorada?, la verdad hasta ahora sus sentimientos habían estado durmiendo, ella lo quería mucho y era hasta ahora que sus emociones habían alcanzado un nuevo nivel. La pregunta era ahora, ¿Qué debía hacer?, ¿Debía seguir ignorando sus sentimientos por Luffy y seguir navegando a través de ese barco como siempre?, o tal vez, ¿Debía tratar de conquistarlo?, su vida como piratas era incierta, uno no sabía cuándo llegaría un oponente fuerte tratando de atacarlos, ella tenía mucha confianza en Luffy y sus amigos, en que saldrían de los problemas y continuarían su viaje pero; ¿Quién podía estar seguro de lo que depara el futuro?, ¿Qué pasaría si ella en un descuido, alejada de sus nakamas por alguna razón le pasara algo?, se habría ido sin aclarar su mente y sacar a flote el cariño que sentía por el pelinegro, ella no era muy fuerte, era inteligente y se basaba en eso en sus continuas batallas y estaba completamente segura de que Sanji siempre estaría acosándola para protegerla pero ella no se basaba solo en eso, por eso se había entrenado esos dos años, aunque tal vez debía de ser fuerte y suprimir sus sentimientos para no cambiar el ambiente, esa tripulación era como su familia, un lugar donde ella podía sonreír ampliamente, sentirse en su hogar, pensar en romper eso por otra parte también la intrigaba de sobre manera.

-Solo estoy pensando en tonterías – Dijo en voz alta.

Era cierto, ahora que había aceptado sus sentimientos tenía unas ganas incontrolables de gritarlo al mundo, de estar al lado del chico de goma, pero eso no era para nada sencillo.

Monkey D. Luffy, era un completo asexual en todos los sentidos, nunca en su vida se había fijado en una sola chica, y había rechazado a una completa belleza como lo era Boa Hancock, si bien eso la había puesto feliz también le intrigaba, ¿Y si el único amor de Luffy era su sombrero, el One Piece y convertirse en el rey de los piratas?, siempre se la pasaba hablando de lo mismo.

Cansada de dar vueltas a lo mismo salió de la habitación, se puso a revisar la dirección del barco, todo parecía ir bien por el momento.

Ella por instinto volteo a ver a su capitán sentado en la cabeza de león de Sunny. Él se encontraba sumamente concentrado observando el mar esperando el momento de encontrar una isla, tal vez estaba teniendo pensamientos donde se veía a un paso de cumplir su sueño.

En todo caso, ¿Cómo sería ella capaz de estar con él?, el único amor de Luffy era el gran ancho mar cubierto de sus sueños. Al pensar en eso, Nami bajo la mirada un tanto triste, tal vez su corazón había escogido enamorarse de la persona equivocada, pasara lo que pasara Luffy no se fijaría en una chica, por lo menos hasta cumplir con su sueño, y aún si se fijara en alguien no tenía que ser en ella, teniendo a tal belleza como aquella shichibukai tal vez él terminaría por aceptarla.

-¿Qué ocurre, Nami? – Preguntó Robin apareciendo de la nada.

-Uh – Sorprendida – Nada… ¿Por qué lo preguntas?

-Andas muy distraída, ¿Ocurrió algo?

-… No – Dijo ella con un tono de voz triste lo qué hizo que la arqueóloga se preocupara.

- ¿Te duele algo?

El resto de la tripulación volteo a verla preocupados por que ocurriera lo mismo que paso anteriormente cuando su vida corría peligro por una extraña enfermedad.

-N… No, no se preocupen… Sólo estoy un poco cansada – Mintió.

-Nami-swaaan, deberías dormir un poco.

-No puedo hacer eso, tengo que vigilar que todo éste bien, estamos en el Nuevo mundo y el clima puede cambiar en cualquier momento.

-Pero…

-¡Oh!, una isla – Anunció Zoro.

-¿Ahora no hay problema, navegante-san? – Dijo Robin tomándola de los hombros y llevándola a la habitación para que pudiera descansar.

Una vez dentro Robin la soltó y se recargo en la puerta mientras le sonreía de una manera divertida y coqueta, cosa que confundió a la chica.

-Ahora di la verdad, ¿Qué es lo que te ocurre?

-Ro… ¿Robin?

-¿En verdad creíste que podrías engañarme?, Tal vez al resto de la tripulación sí, pero sabes muy bien que yo no soy así.

-Pero… No hay nada que ocultar yo…

-¿Es por el capitán? – Dijo aumentando su sonrisa al ver que la chica rápidamente cambiaba de color a uno rojizo. – No trataras de ocultarlo después de ese ataque de celos, ¿Verdad?

Nami la observo por un momento desviando rápidamente la mirada totalmente avergonzada, se fue a acostar a su cama y se cubrió rápidamente con la cobija.

-¡Vete!, tengo sueño.

-Nami…

-Déjame sola – Dijo regresando a ese tono de voz triste y angustiado.

-Nami – Repitió para después sentarse a su lado en la cama. – Quieres mucho a nuestro capitán ¿No es así? – Dijo cálidamente pero no hubo respuesta por lo que ella cambió un poco la estrategia para hacerla hablar – Yo entiendo perfectamente lo que sientes.

-¡No es cierto!, no sabes lo que es enamorarse de un completo asexual, ¡Nunca se fijara en mí!

- Lo entiendo – Dijo ella hablando de manera más seria – Yo también me enamore de alguien así.

Nami bajo la cobija rápidamente y volteo a verla con unos ojos desorbitados por la impresión. ¿A Robin le gustaba alguien así?, ¡No puede ser!, ella nunca había notado nada en su querida amiga que pudiera demostrarlo.

-¿Ah sí? – Preguntó con un brillo de curiosidad y esperanza por tener a alguien que pudiera comprenderla - ¿Quién es?

-No te lo diré hasta que me digas que es lo que te angustia.

- ¡Eso no es justo!

- Jujuju, después de todo soy mala.

- Bueno… Lo que pasa es que me angustia lo que siento por Luffy, no sé qué es lo que debería de hacer, una parte de mí tiene ganas de gritarlo, obviamente no me molesta demostrar lo que siento ahora que lo he descubierto… Sin embargo no me gustaría romper los lazos de amistad que hemos formado hasta ahora y todo por comenzar a sentir algo como esto… Además, tú sabes cómo es él, solo se preocupa en sus sueños, incluso rechazó a una hermosura como lo es esa… Esa Hancock.

- ¿Te preocupa que más adelante Luffy pueda fijarse en Hancock?

- ¡Yo no dije eso!

- Tal vez no directamente, pero yo puedo saberlo por la manera en que lo dices – Hizo una pausa antes de proseguir – Es cierto que fijarse en alguien como Luffy bien podría resultar ser caliginoso, sin embargo yo creo que deberías arriesgarte, poco a poco irle demostrando tus sentimientos y no deberías preocuparte por los demás, ¿Enserio crees que ellos no te apoyarían?, desde que hemos estado juntos por tanto tiempo, ¿Cuándo haz visto algo como eso?, ellos son magníficos. He escuchado algunas cosas sobre tu pasado y creo que tú y yo nos parecemos, no solo nosotras, creo que la tripulación en la que nos encontramos tiene algo en común, a todos nos privaron de algo, sin embargo al estar en éste barco todos nos hemos hecho como una gran familia, deberías confiar más en ellos, incluso Sanji siendo como es, dudo mucho que se quejara si ustedes dos decidieran estar juntos.

- Robin… Creo, creo que tienes razón pero aun así Luffy…

- ¿Si él te rechazara dejarías de estar a su lado?

- … ¡Por supuesto que no!

-¿Lo ves?... Luffy pase lo que pase no va a permitir que sus nakamas se alejen de él, puede ser doloroso si eso ocurre sin embargo, tenerlo a tú lado es lo mejor que te puede pasar, ¿No es así?, la diferencia es que si no intentas nada te estas rindiendo antes de empezar, y si hay posibilidad de estar juntos entonces nunca podrás aprovecharla, la desperdiciaras y personas como Boa Hancock podrán quitártelo fácilmente.

Nami se quedó callada con lo que su amiga dijo, después de todo ella era mayor, se notaba a leguas que tenía más experiencia en bastantes aspectos, lo que decía estaba totalmente en lo correcto y ahora que lo pensaba ¿Cómo era que tenía miedo a intentarlo?, Ella ya había peleado incontables veces en batallas peligrosas como para que algo tan sencillo la estuviera aterrando de ésa manera.

Robin, al ver que ella no reaccionaba decidió dejarla un momento a solas para que pudiera despejar su mente, sin embargo, antes de que pudiera tomar la manija de la puerta escucho a la chica hablarle nuevamente.

- ¿Quién te gusta?

La arqueóloga se quedó quieta unos instantes, pensó que con todo eso podría haber la posibilidad de que se le olvidara que había dicho eso sin embargo había sido imposible el librarse de aquella pregunta, lo bueno es que estaba dándole la espalda de ésta forma ella no pudo notar cuando sus mejillas se colorearon de un tono rojizo y su respiración se agitaba.

- Zoro…

Dijo para después salir de la habitación rápidamente antes de que ésta pudiera hacer algún comentario, dejando a la peli naranja totalmente boqui abierta, petrificada en su lugar, en realidad no se esperaba que la persona a la que Robin quería fuera alguien de la tripulación estaba completamente segura que había sido alguna persona que había conocido en alguna otra isla antes de conocerse, pero ahora que lo sabía se sentía un poco más tranquila, era cierto tanto capitán como vice capitán eran igual de despistados y solo se fijaban en sus respectivos sueños.

-Parece que nos tocó difícil… - Fue lo último que pudo decir antes de escuchar el grito de su querido chico de goma por todo el barco llamándola para pedirle dinero debido a que habían llegado a la isla donde sería su próxima aventura.

Continuara…