Mis ancestros nunca hubieran visto a esta ciudad como algo mas que una apestosa aldea, sin embargo, hace ya siglos que la gran Valyria fue hundida bajo las aguas para nunca volver. Hay días en los que me pregunto si mis ancestros llegaron a estas tierras. Sus mitos hablan de una gran tierra en lo que llaman el Mar Oceano, mas allá de los Pilares de Hercules, un gran imperio que en un dia y una noche fue sumergido, quizas nunca lo sabré.
Tampoco se como llegue a estas tierras. Lo ultimo que recuerdo de mi hogar, era ser la ultima de mi familia, salvo por mis hijos. Recuerdo un gran dolor, y luego desperté, años mas joven en una playa.
Alguna vez fui una Princesa, una Reina. Nunca habia conocido lo que era recibir ordenes, lo que era buscar comida y refugio, el no tener hogar...
No, lo que habia en Desembarco del Rey y en Rocadragón no era un hogar, solo un adornado techo.
Al llegar, me tomaron en cadenas, y por primera vez supe lo que era la esclavitud. Temí por mi vida, pero mis captores aparentemente fueron convencidos de no ser muy duros. Al poco tiempo me entregaron a una mujer. Una Antonia. Ella era gentil, y bastante triste. Habia pasado por mucho.
Por esa epoca fue que lo conocí, no era, fisicamente, el hombre mas atractivo, pero era todo lo que el hermano con el que me casé nunca fue.
No, aún lo es. Es generoso, honesto, paciente y rapido de mente. No tardé mucho en amarle, y, para mi fortuna, tampoco tardó mucho el en amarme a mi.
Por un tiempo, fuimos tan devotos el uno al otro como nunca imagine que sería yo con alguien mas. Pero, yo no era mas que una esclava. ¿El? El era un joven oficial que ascendía rapidamente.
El debía casarse, y eso hizo. la Joven era bastante bella, de largas pestañas, y liso cabello negro. Se que fueron felices, y debo admitir que eso me dolio.
El tiempo pasó, el hijo de mi señora, decidió darme la libertad, y como es costumbre en esta gente, adopte un nuevo nombre en honor de su madre.
No esperaba volverlo a ver, pero la fortuna nos reunió de nuevo, mi joven oficial ahora comandaba las legiones del Emperador, y se dirigía a Judea, a luchar contra una rebelión. Tan solo fue una noche que estuvimos juntos, pero supe que aun me amaba, y yo a el.
Por tres años nos escribimos fielmente, por tres años temí por su vida, pues estos Hebreos son bravos guerreros, especialmente al defender su tierra.
Luego, vino el caos. El Emperador, un hombre que me recordaba a mi hermano, finalmente encontro su final. Y varios generales intentaron tomar el titulo. Pronto le vi, de nuevo con su ejercito marchando hacia Italia.
¿Quien Soy? Ustedes me recordaran como Antonia Caenis, la esclava que encontró el amor con un hombre, que se convertiria en Tito Flavio Vespasiano César Augusto, Primer Ciudadano y Emperador de Roma.
Mi nombre, es Rhaella, hija de Jaeharys, de la Casa Targaryen.
