Disclaimer: Los personajes no me pertenecen.


Prólogo.

Es difícil contener las lágrimas cuando sientes que te han roto el corazón. Kiyoshi Sakura nunca había imaginado que esto podría pasarle a ella. A los demás sí, pero no a ella. Estaba apretando los dientes, al igual que sus manos con el fin de aguantar las estúpidas lágrimas.

Nunca creyó que su "mejor amiga" se la jugara con su "novio", pero si eran tal para cual; un par de hipócritas.

Ella no podía dejar de ser quien era por esto. Con todo su orgullo, Aplaudió muy fuerte. Los dos muchachos, que minutos antes se estaban besando, saltaron sorprendidos. El muchacho huyó rápidamente del lugar.

―Siempre supe que harían una linda pareja. ―Sakura escupió las palabras con rencor.

―Sakura chan, puedo expli… ―antes de que la chica terminara, La de cabello rosa estalló en risa.

―¿Explicarme? ¿Qué cosa? no soy estúpida como para no darme cuenta que las víboras deben juntarse.

―Por favor….es solo que Kesei y yo….

―Kesei y tu son unos malditos bastardos. Bueno, de todas formas, ya me había aburrido de él. Dile que le mando a decir que terminamos. Y que ni se le ocurra buscarme porque le parto los dientes ¿comprendes?

La niña, incapaz de aceptar la situación, salió corriendo pero al pasar la calle, no se había percatado de que un camión se aproximaba.

―¡Mira -chan! ―gritó Sakura, al ver que su amiga había sido arrollada.

Ese día, Ahori Mira fue hospitalizada en estado de coma. Al son del día de hoy, no se ha despertado.

Hay algunos que creen que fue un accidente. Hay otros, que dicen que Sakura, en medio de su ira sin control, empujó a la chica a la calle para que la arrollara un camión. Ella nunca prestaba atención a sus compañeros de clase. Bueno, no era como que se acercaran a ella de todas formas. Le tenían miedo.

Ese primer año en la preparatoria Kirisaki Dai Ichi, fue completamente agotador. Su padre ya no toleraba los sin número de llamados de atención que su hija recibía por meterse en una pelea que según ella, era por defenderse. Y luego llegó la gota que derramó el vaso.

Fue a principios de su segundo año. Sus compañeros de clase pensaron que sería divertido jugarle una pequeña broma a "La princesa del desastre".

Cuando Sakura llegó a su salón, todo estaba muy callado. Se limitó a ir a su asiento, pero lo que encontró allí la llenó de ira. No tanto por lo que había escrito en su pupitre, sino más bien con lo que lo habían hecho.

Escrito allí, con la sangre de un pájaro que yacía muerto en su asiento, decía en letras mayúsculas: ASESINA.

―¿Qué sucede, Kiyoshi-san? no recuerdas haber matado al paja…. ―el niño no terminó su discurso porque Sakura le había dado un golpe en la mandíbula, fracturándolo. Los demás chicos se estremecieron y se alejaron de ella.

Esta gran hazaña, le costó la expulsión de la escuela.

Caminó por largas horas, hasta que se encontró en un parque completamente sola. Del cielo empezaron a caer gotas de lluvia, que pronto la dejaron mojada. Pero no le importó. Solo se disponía a pensar qué demonios estaba mal con ella. Si, tal vez era un poco ruda pero ella jamás tiró a Mira a la calle. De lo contrario, ya la habrían metido a la cárcel ¿no? Ni siquiera se percató del paraguas que se había situado con el fin de impedir que se mojara más.

―Si no vas a casa, te resfriaras. ―una voz suave la sacó de su proceso de pensamiento. Levantó el rostro para registrar un par de ojos color azul al igual que el cabello. Solo había algo que se preguntó en ese momento.

¿Cómo fue que ella no se percató de su presencia?

―Estás llorando…

Esas palabras sacudieron su espalda y la trajeron a la realidad. Luego se dio cuenta de que había liquido rodando por sus mejillas, que no era la lluvia. Sakura levantó sus dedos temblorosos para darle un toque a sus ojos.

―Esto es extraño…. ¿por qué de repente yo…? ―el niño solo la estaba mirando con una expresión vacía. ―¡No es lo que piensas! o bueno si, pero tengo una razón para estar llorando. ¡Una muy buena razón! ¡No es tonta en lo absoluto!

―No pienso que la razón sea tonta. ―sus ojos se apartaron brevemente mientras cavó en su bolsillo para conseguir un pañuelo. Luego se lo entregó.

Sakura lo miró con recelo pero de igual forma aceptó. ―Gracias.

―Bueno.

Hizo una pausa para mirarlo. ¿Era algún tipo de robot? la forma en la que respondía de manera automática sin ningún rastro de emoción en su voz lo hacía parecer uno. Bueno, él fue lo suficientemente amable como para darle un pañuelo.

―Ve a casa. Dicen que la lluvia va a empeorar.

―Sí, claro. Lo haré. ―ella dio una pequeña inclinación y en el momento en que subió la cabeza, el chico ya no estaba. Casi como el humo, se esfumó.

Quizá había sido producto de su imaginación.

De todas formas, ella no tiene la intención de encontrarse con ese fantasma nunca más. Sin saber que…..tendría que verlo todos los días.


Kiryhara, Kotomi Kagamine, Akira Matsuoka... ¡Aquí está mi parte!

Y hola a los lectores! ;3

De verdad espero que la historia sea de su agrado. Ella tiene lugar en el segundo año de los chicos de Seirin por lo que todo lo que pasó en el anime pues ya fue.

Estaré actualizando seguido, supongo.