Había una vez un rey y una reina que estaban tan tristes por no tener hijos, tan afligidos que no hay palabras para expresarlo. sin embargo, la reina dio a luz una hija.

Quienes llamaron "cindy". Una hermosa princesita de cabellos dorados y ojos muy verdes. Ese día dieron una fiesta en el castillo donde invitaron a todas las adas del reyno y….

Cindy: TT Veo que si publicaste tu historia

Sakurith: emm si.

Cindy: Me quejaría contigo por ponerme en esta historia pero no esta nada mal lo de hermosa princesita nn.

Jimmy: Debiste haber puesto a betty quinlan, porque a vortex no le queda el papel.

Cindy: CIERRA LA BOCA NERDTRON¡¡¡

Sakurith: (no otra vez) Por favor yo solo quiero escribir mi historia¡¡¡

Ejem como decía, invitaron a todas las adas y gente real del reino. Sus tres hadas madrinas carl , sheen y libby se acercaron a la cuna de la princesa para concederle sus tres deseos.

Sheen: ULTRA WOOW¡¡ SOY UN ADA¡¡

Carl: Me gusta las alas y la ropa, me ase ver lindo¡¡

Libby: Esta bien. No me quejo.

Sakurith: GRACIAS¡¡¡

La primera hada fue sheen

Sheen: Princesa yo te concederé el don de…emm..!!YA SE¡¡..Serás una justiciera de ultra lord y sabrás artes marciales¡¡

Jimmy: que clase de don es ese sheen?, deberías haber pedido el don de la belleza¡¡.

Cindy: que estas afirmando neutron ¿Qué soy fea?

Jimmy: no claro que no lo eres…

Cindy: Enserio O///O

Jimmy: si, pero seria bueno que mejor te de el don.

Cindy: TT Eres un tonto neutron¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ y que ahí con eso de una justiciera de ultralord? Eso es patético¡¡.

Sheen: Yo soy el Ada y yo digo el deseo¡¡

Sakurith: Mejor le dejamos en continuara antes de que salgan heridos aquí..nNu.

CONTINUARA……..

Moraleja

Esperar algún tiempo para hallar un esposo
rico, galante, apuesto y cariñoso
parece una cosa natural
pero aguardarlo cien años en calidad de durmiente
ya no hay doncella tal que duerma tan apaciblemente.
La fábula además parece querer enseñar
que a menudo del vínculo el atrayente lazo
no será menos dichoso por haberle dado un plazo
y que nada se pierde con esperar;
pero la mujer con tal ardor
aspira a la fe conyugal
que no tengo la fuerza ni el valor
de predicarle esta moral.