7 de Abril de 1999, tiembla Saltadilla. Nacen los Rowdyruff Boys.

Tres niños de no más de, aparentemente, seis años. Bastante bonitos, y rebeldes por sobre todo. Ellos solo querían eliminar a las Powerpuff Girls, ese era su objetivo, para eso habían sido creados en el putrefacto baño de una prisión. Estaban determinantes a lograrlo.

Pero fueron derrotados.

Un beso, solo un beso hizo falta para que aquellas pequeñas y destructivas criaturas explotaran como una bomba. Los rivales más difíciles y peligrosos de las superheroínas, derrotados por un simple beso en la mejilla. Saltadilla quedó en paz, pero no por mucho.

6 de Noviembre de 2003, volvieron.

Y estaban jodidos hasta la médula.

Him había tomado la decisión de revivirlos para que puedan retomar su antiguo objetivo, pero nunca pensó que ellos cambiarían. No solo tendrían la apariencia de unos pubertos de diez años, si no que serían unos anarquistas de mierda; ellos se cagarían en la decisión de su creador y empezarían a destruir toda la ciudad sin fijarse en las heroínas a las cuales se les estaba dificultando como derrotarlos, pero encontraron la manera, porque ellos se habían confiado.

Aunque ésta vez no explotaron.

Y así fue como el trío se convirtió en uno de los villanos clásicos de Saltadilla.

Pero la cámara enfocaba lo que quería.

Al tener la presencia de Him en sus cuerpos, los Rowdy se habían desequilibrado mentalmente. La cordura que habían tenido en su momento se había escapado cual aire y con ella sus ganas de acatar ordenes de su creador. Aunque, a diferencia de Mojo Jojo, ellos jamás podrían romper lazos con el demonio, ni aunque piensen que sí. Jamás. No desde que esa odiosa marca había sido tatuada en su piel.

Los seguidores de el diablo la llamaban "la marca de la realeza". Muy pocos la tenían o llegaban a ver, por eso había sido un mito por mucho tiempo, pero con la reaparición de los jóvenes. aquellas sectas turbias surgirían de las cenizas para idolatrarlos. Aunque a ellos, bueno, se les pasaba de largo.

Ellos solamente querían destruir todo, ¡les parecía divertido! ¡Nada más! Después de todo seguían siendo niños, unos crueles y despiadados.

Y crecieron, obviamente, y la presencia de ese tribal en su cuerpo se acentuó.

Porque, como dije, ellos jamás podrían romper lazos con el demonio.

Him era un titiritero, y los Rowdyruff Boys no eran más que sus malditas marionetas, sus malditas armas, sus muñecos voodoo.

Jamás podrían sentir algo, ni amor, ni odio, nada, porque sus almas les pertenecían a él, y solo sentirían lo que él dijera. Aunque ellos trataran y trataran de ahogar sus pesadillas, sus pensamientos, sus visiones, y sus acciones, él siempre iba a estar ahí. Si decidía que morirían, sucedería; si decidía que se les parta el cuello, sucedería; si decidía que ellos pierdan el control y asesinen a toda la población de la ciudad, sucedería.

Y sucedió.

Pero no se dieron cuenta hasta que vieron la sangre en sus manos, los edificios destruidos, el fuego tragándose lo que quedaba, los rayos iluminando el cielo, y el cuerpo innerte y frío de las superheroínas en el escombro.

Fue ahí cuando escucharon una última cosa.

A diecinueve años de su nacimiento, y a catorce de su resurrección.

"Larga vida a la realeza".

Y todo se volvió negro.


Cause I'm a voodoo child

Lord knows I'm a voodoo child