esto esta hecho solo basado en el final del libro 7, no con la informacion q se dio despues...
son con las parejas q no aparecen y q a mi m gustarian q aprecieran!!
espero q les guste!!
Capítulo 1
Reuniones y casas
Albus vio desaparecer a su padre junto con el andén, se dio vuelta y miró hacia delante, con una mezcla de ansiedad y nervios. Su padre le había dicho que no pero y si era así. Quiso quitar ese tema de su cabeza, para cuando para su suerte(o quizá no tanto) la puerta del compartimiento se abrió.
-¡Hola, chicos!-dijo una chica rubia, de ojos café y cara redonda.
-Hola, Snycia-saludó Albus alegre.
Snycia era la hija de los amigos de su padre, Luna Lovegood y Neville Longbottom. De personalidad excéntrica, segura y alegre. Casi nada la ponía mal, pero cuando se enojaba más valía alejarse. Albus se llevaba bien con ella, aunque a veces se sentía un poco intimidado. Snycia siempre lo trataba bien y generalmente lo defendía de James. A veces, cuando sus padres se reunían y ellos se quedaban juntos, Albus solía irse a jugar con ella y con su hermana, con la cual Snycia se llevaba bien.
-Bueno, yo me voy-dijo James.
-Pero le prometiste a papá que te quedarías a cuidarme-dijo Albus asustado.
-Sí, pero no tiene porque enterarse de que me voy-le dijo amenazándolo James-Aparte le prometí a Patrick de que me juntaría con él.
Y al mismo tiempo de que él se iba, Snycia se sentaba en el lugar que James había estado ocupando. Con una sonrisa saludó a Rose, quien le devolvió la sonrisa. LA puerta del compartimiento se abrió una segunda vez, y entró un chico rubio y de ojos grises.
-¿Me puede sentar con ustedes?-preguntó tímidamente –Los demás compartimientos están llenos o hay chicos muy grandes.
-¡Sí, como no!-dijo Snycia.
-Gracias-respondió el nuevo aliviado sentándose-. Me llamo Scorpius Malfoy, ¿y ustedes?
Albus se dio cuenta de quién era hijo, Scorpius, pero a pesar de lo que había escuchado de sus padres y, especialmente, de Ron, prefirió no ser prejuicioso y darle una oportunidad.
-Yo me llamo, Rose Weasley.-dijo la que se llamaba así.
-Yo Albus Potter.
-Y yo Snycia Longbottom-dijo alegremente-¿y a qué casa quieres ir?
-No sé-dijo Scorpius bajando la vista y mirándose los pies-. Mis padres los dos pertenecieron a Slytherin, pero la verdad me siento atraído por Gryffindor. No sé, me gusta lo de la valentía.
-A mí me gustaría o Ravenclaw o Gryffindor-dijo Snycia-. Mis padres pertenecieron a esa casa. A mí también me gusta la inteligencia pero la verdad que lo de la inteligencia no me disgusta.
-A mí me encantaría ir a Gryffindor, la verdad que Slytherin no me gustaría pero mi papá dice que el sombrero seleccionador respeta tu decisión.
-¿En serio?-preguntó Scorpius alegre.
-Sí-respondió Albus.
-¿Y tú?-preguntó Scorpius a Rose.
-A mí me encantaría ir a Ravenclaw, donde la inteligencia es lo más importante.
-Tengo hambre-dijo Snycia de golpe.
-Yo tengo algunas ranas de chocolate, que me dio mi padre hasta que pase el carrito con las golosinas-dijo Scorpius y abriendo su mochila sacó una bolsa repleta de ranas de chocolate-. Sírvete-ofreció.
Y así pasó el viaje, entre charlas, ranas de chocolate, calabazas y risas. Y así los cuatro chicos comenzaron a formar lo que sería una gran amistad, que perduraría a través del tiempo y las dificultades, aunque en esa inocente edad, en ese tranquilo viaje no sospechaban nada de las oscuras intenciones que tenía preparado el futuro para ellos.
Finalmente llegaron a la estación, dónde los cuatro niños bajaron juntos, estrenando sus nuevas capas y los sombreros sin gastar. No sabían bien para dónde ir hasta que una potente voz dijo:
-¡Los de primero por aquí! ¡Los de primero por aquí!
Los chicos se dirigieron hacia la gran cabeza barbuda q sobresalía de entre la multitud de alumnos. Se estaban subiendo a los botes, cuando Albus vio a su hermano, quien le dirigió una sonrisa tranquilizadora. A pesar de todo, James quería a Albus.
Durante el paseo en bote, los chicos admiraron la vista de Hogwarts, por fin les había llegado el turno. Las puertas se acercaron hasta ellos, o al menos eso le pareció a Albus desde su perspectiva. Al abrirse los chicos no cabían en su asombro. Por fin, pasaron al gran salón dónde el Sombrero Seleccionador los estaba esperando, y empezó a cantar:
Bienvenidos, nueva camada
He de ponerlos en la casas
Donde muchos de sus padres han estado
Grandes eran, yo lo sé
Los he visto a todos
En Gryffindor estaba el gran Harry Potter
Quien al señor de las tinieblas
Pudo derrotar
Con gran uso de coraje
Con la ayuda de sus amigos
Que hasta el fin estuvieron juntos
En Hufflepuff, algunos de los caídos
Quienes con grandeza han luchado
Como Nymphadora Tonos
Y Cedric Digorry entre otros
En Ravenclaw, la valiente Luna Lovegood
Quien también se enfrentó
A Lord Voldemort
Y a sus crueles mortífagos
Y en Slytherin también
No vamos a desmerecerlos
A personas como Severus Snape
Quien siempre estuvo del lado de los buenos
Ahora paso a ponerlos
En la casa de estos grandes personajes
Sus pasos han de seguir seguidos
Por lo de los mas jóvenes, ustedes
El Sombrero Seleccionador terminó su canción y la directora McGonogall se acercó a leer los nombres.
-¡Abbot, Amelia Susan!
Una chica de pelo colorado se colocó el sombrero.
-¡Hufflepuff!-gritó este al cabo de un rato.
Luego de un rato largo la directora gritó:
-¡Longbottom, Snycia Alice!
-¡Gryffindor!
Otros nombres más:
-¡Malfoy, Scorpius Lucius!
-¡Gryffindor!
Algunos nombres más:
-¡Potter, Albus Severus!
Murmullos recorrieron el gran salón.
-¡Gryffindor!
Aplausos muy elevados a comparación de los recibidos con los otros estudiantes recibieron a Albus. Finalmente quedaba sólo una estudiante.
-¡Weasley, Rose Ginevra!
-¡Ravenclaw!
La chica se dirigió hacia la mesa correspondiente y el acto de selección concluyó, comenzó. James devoraba todo lo que le quedaba al alcance de la mano ferozmente, mientras que los demás comían normalmente. Luego la profesora McGonogall hizo el discurso de bienvenida, señalo las cosas que la celadora Augusta Filch, una chica que aunque no lo parecía era joven.
