¡Hola a todos!
Bueno, después de mucho tiempo, aquí está la historia de Jin, OC que aparece en los fics de Nobody Salient… Un poco corta xD, pero aquí la tienen.
Disfruten :3.

Estaba lloviendo en una ciudad destrozada, Jin estaba peleando con unas criaturas muy extrañas. -¿Cuando se rendirán?- pregunta para sí mismo. El crea bolas de fuego para acabar con aquellos seres con los que llevaba peleando un buen rato.

Al acabar con ellos, se puso a recordar como su vida había cambiado radicalmente...

En una casa de Tokio, Japón, se hallaba un chico de pelo castaño un poco largo y desordenado, delgado, con lentes redondos sentado en su cama leyendo un libro. El estaba metido en su lectura hasta que unos golpes en la puerta lo regresaron a la realidad.

- Pasa...- dijo el chico.
- ¡Hola Jin!
- Hola, Hikari...-
Hikari era su hermana que era un año menor, tenía el pelo castaño también pero le llegaba casi a la cintura, con buen cuerpo. Eran idénticos, solo que, uno era hombre y la otra mujer. Vivían con su padre y madre, pero ambos trabajaban, por lo que ahora estaban solos.
- ¿A qué se debe tu visita?- Pregunto Jin amablemente.
- Escuche que por fin estas de vacaciones, desde que entraste al colegio no hemos tenido mucho tiempo juntos así que vine a estar contigo un rato.- Esto tomó por sorpresa al chico, era verdad, llevaban mucho tiempo sin estar juntos, sin pasar un buen rato, desde que eran niños eran muy allegados, casi siempre se les veía juntos, tenían una gran relación hasta que Jin entró al colegio.
- Oh, bueno...- Y así empezaron una plática animada por un buen rato. Lo estaban pasando realmente genial. - Oye Hikari, ¿Qué es esa caja?- Pregunto interesado el mayor.
- Ven, vayamos a dar un paseo al parque y te digo.-
- Está bien...-
Cuando salieron de su casa, notaron que el cielo había cambiado de color, y que casi no había gente en las calles. Al llegar al parque, sentado en una banca se encontraba Ken, tenía pelo corto negro, era alto y robusto, ya que entrenaba Kick Boxing, amable, de buen corazón y amigo cercano de los hermanos.
- ¡Jin!- Corrió con el mencionado a saludarlo.
- Hola, Ken. Bueno, Hikari, ¿de qué se trata todo esto?-
En ese momento Hikari y Ken le dieron un abrazo a un extrañado Jin y dijeron al mismo tiempo:
-¡Feliz cumpleaños!- Hikari le dio la caja. Jin estaba sorprendido, con toda la carga que le deja el colegio había perdido la noción del tiempo y no sabía qué día era.
- Gracias- Dijo este abriendo la caja. Había un gorro dentro, un gorro negro. El siempre había querido uno, y ese por ser regalo de su hermana le tenía mucho cariño.

Pero todo esto fue interrumpido por un ruido muy extraño y muy fuerte parecido al de una bomba que acaba de caer. Al acercarse al sitio donde provenía el ruido para ver que estaba pasando se encontraron con que en el cielo habían portales grandes de los que salían muchas criaturas raras y muy feas. Escucharon unos gritos cerca del parque, y fueron a inspeccionar. Al llegar se dieron cuenta que una de esas criaturas estaba atacando a un ciudadano, y sin pensarlo dos veces, Jin agarro una piedra y se la tiro al monstruo. Esa piedra no hizo nada más que hacer voltear a esa cosa a donde estaban, dándole tiempo al hombre de escapar. Esa criatura se abalanzo contra ellos pero Ken los salvó.

- ¡Ken!- Gritaron ambos hermanos. En ese momento llegaron más criaturas de los portales para atacarlos, ellos a duras penas se podían defender ya que el único que sabía pelear era Ken, y cuando ya los tenían acorralados, Jin sintió que el tiempo se detuvo...
- Hey niño, ¿Quieres salvarlos?- Apareció un anciano con una capa negra cubriéndole todo el cuerpo.
- ¿Quién eres tú?- Pregunto desconfiado y un poco interesado.
- Soy alguien que te puede dar el poder para derrotar a estos monstruos...-
- ¿Y por qué no los derrotas tu, si tan poderoso eres?
- Vaya como son los jóvenes ahora, estos seres vienen de una dimensión que tiene el poder de anular mis capacidades, solo esta técnica puedo usar y durante un breve periodo de tiempo, además de que todavía puedo pasar poderes. Y bien, ¿Me crees?- Jin no sabía que pensar, su hermana y su mejor amigo estaban siendo atacados, y él no tenía el poder para defenderlos...
- ¿Como es ese poder del que hablas?-
- Al parecer te interesó, te daré estos guantes que sirven para crear y manipular un elemento, fuego, tierra, agua, hielo o aire, pero a cambio de eso, tendrás que experimentar algo...-
- ¿Qué tendré que experimentar?- El anciano se había cansado de las preguntas del joven, parecía que él no se dejaba llevar por la situación, pero era todo lo contrario. Jin se sentía desesperado por sus amigos pero tampoco podía confiar en alguien que acababa de conocer...
- Lo sabrás en su momento, así que responde, ¿Quieres protegerlos? El tiempo parecía regresar a la normalidad así que se apresuró a responder...
- ¡Si!- Y de pronto sintió un dolor insoportable, parecían como si sus energías fueran drenadas y antes de que vuelva el tiempo a la normalidad el viejo dijo:
-Al parecer tienes un gran potencial, te permitiré crear fuego con cualquier parte de tu cuerpo.- El dolor continuó un poco más, pero cuando lo dejo de sentir, se dio cuenta que el tiempo había regresado a la normalidad, y el sin pensarlo, junta sus manos esperando crear fuego para defenderse, pero notó que sus manos estaban quemadas. Se distrajo por esto y recibió un buen golpe de ese monstruo que lo mandó volando unos metros. Se levanto con algo de dificultad y al ver que Hikari y Ken estaban a punto de ser atacados se concentró y creó una llamarada potente que acabo con esos seres.

-Increíble...- Exclamo Jin al ver lo que acababa de hacer.
-¿Qué fue eso?- Preguntó Ken con algo de dificultad.
-No tengo idea...-
-¡Jin, tus manos! ¿Qué les ocurrió?- Jin buscó rápidamente los guantes pero no los encontró y se sintió engañado. Pero antes de que pudiera contestar una bomba gigante salió de un portal, estaba en cuenta regresiva y aparte de eso, mas monstruos salieron de los portales.
-¡Tenemos que huir de aquí!- Dijo Jin, y empezaron a correr lejos de la ciudad, también quería encontrar a aquel extraño viejo para hacerle unas preguntas...
-Jin, ¿Por qué tienes las manos así? ¿Y cómo hiciste esa llamarada?- Preguntó Hikari.
-Cuando nos atacaron esos monstruos, un anciano detuvo el tiempo y me dio esta habilidad a un precio, esa es la razón.
-Hmm...- Algo no la convencía completamente pero no pudo protestar porque las criaturas los habían alcanzado. Jin ya más confiado empezó a pelear con esas cosas junto a Ken, mientras cuidaban a Hikari.

-Son infinitos- Gritó furioso Ken. Parecía que no se acababan y en ese momento una ventisca atacó a los monstruos.
-Chicos, pierden el tiempo, deben escapar, lamento decirles que su hogar ya no tiene salvación ni los ciudadanos en ella, pero ustedes si, aún pueden escapar de esa bomba, y por cierto, ten.- Dijo el misterioso anciano entregándole a Jin los guantes, pero antes de que pudiera preguntar algo el anciano finaliza diciendo: - ¡Escapen, no caigan en las garras de los seres del subespacio!- Y desapareció. Ellos se miraron confundidos pero decidieron correr y alejarse de esa bomba, para su mala fortuna, la siguiente ciudad estaba muy lejos de donde estaban ellos.

-Bien, agárrenme fuerte, utilizaré estos nuevos poderes para movernos más rápido.- Jin decidió llevarlos volando usando el impulso del fuego hacia el suelo junto con el hielo. Pero fueron interceptados por un ave muy extraña y cayeron en un bosque. La explosión se escuchó a lo lejos y un portal apareció enfrente de ellos. Sin pensarlo dos veces se metieron en el, pero al salir cada quien había quedado en un lugar completamente diferente...

Desde ese momento, Jin estuvo vagando de ciudad en ciudad viendo en cada una los destrozos de las criaturas del subespacio, se sentía muy triste porque se había separado de su hermana y su mejor amigo. Él había encontrado pistas sobre esos seres y las estaba reuniendo, pero al parecer, mientras más pistas tenía, más peligro corría. Se detuvo un poco a pensar, pero fue atacado por más criaturas... _

Siguió merodeando de ciudad en ciudad, recolectando pistas, agarró su gorro y juró para sí mismo nunca separarse de él, porque era el último recuerdo que tenía de su hermana, además de que encontraría al causante de esto...

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