Sólo Tú
By Ireth Isilra
Kiku tenía muchos amigos. Había formado alianzas con muchos países de Occidente y podía decir que conocía casi todas las facetas de sus naciones compañeras: desde el lado sentimentalista de Arthur hasta el lado oscuro y cruel de Alfred. Pero ¿Quién lo conocía a él?
Italia y Alemania debían de ser los más cercanos a él y está seguro de que sólo conocen la faceta que mostró durante La Segunda Guerra, mente fría y calculadora de una nación en guerra. Es verdad. Ni Feliciano ni Ludwig lo conocen del todo, entonces ¿Quién?
La respuesta está frente a sus ojos, sentado al lado opuesto de la mesa, junto a Ivan, abrazando el peluche de un panda y con la mente a miles de kilómetros de la aburrida conferencia mundial.
"Yao" susurra con la misma sutileza que tienen los pétalos de cerezo al caer. Y espera que, al igual que las pequeñas flores de Sakura, aquel nombre sea arrastrado por la delicada brisa que llega desde la ventana, hasta el fin del mundo y más allá.
Lejos, lejos de él, de la historia que los separa y de todo daño que pudo llegar a causarle.
Muy lejos.
Y la más antigua de las naciones le sonríe de manera honesta y alegre al notar los ojos -inexpresivos, para todos los demás- del japonés posados sobre él. Yao le sonríe, siempre le sonríe, y le dice, entre una y mil cosas, que no importa lo que pase en el futuro: Todo estará bien.
Japón baja la vista con los sentimientos mezclados y el agridulce sabor de aquella sonrisa en la boca. Por que primero debe pedirse perdón a si mismo, primero debe confesarse con el corazón abierto y dejar de lado toda culpa antes de ver a su antiguo hermano a los ojos para devolverle la sonrisa.
Por que es China quien más lo conoce. El único que entiende sus silencios, él único que conoce sus secretos, el único que comprende cada gesto.
"Anata dake ga" vuelve a susurrar, para que sólo China lo entienda; y aunque aún no puede mirarlo a los ojos -no aún-, sabe que Yao le sonríe.
***
Yay! Esto es algo que se me acaba de ocurrir, no está beteado ni nada, así que puede estar lleno de errores. Yo sólo quería hacer algo bonito con estos dos luego de escuchar la canción "Apareces tú" de La Oreja de Van Gogh y aquí está!
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