MILAGRO DE NAVIDAD by BlueMoon
PROLOGO
Esta historia se sitúa luego de las peleas contra Buu, en las cuales, Goku y Vegeta habían peleado sin cesar para salvar a la Tierra y al Universo entero de la maldad de Buu.
Luego de la pelea con Buu, Vegeta había tenido un cambio en su personalidad, pues se había dado cuenta de lo mucho que le importaba sus seres queridos, Bulma y Trunks, y aunque no era muy demostrativo en sus sentimientos con ellos, había tenido un cambio de actitud muy radical, pues ya no era indiferente respecto a la crianza de Trunks, ahora compartía con Bulma los deberes de padre, se preocupaba - a su manera - si su hijo se sentía triste o meditabundo, y si Bulma se lo pedía, se preocupaba en ayudar a Trunks en los deberes del colegio.
Todo este cambio de actitud, había traído mucha alegría en Bulma y Trunks.
Bulma había pensado siempre que Vegeta no se veia comprometido en la crianza de Trunks, y la única preocupación de él, sería que su hijo se convirtiera en un guerrero tan o más poderoso que él, dejando de lado otros aspectos importantes en la crianza de su pequeño hijo.
Trunks por su parte, había visto que su padre ya no era la persona tan distante que le había parecido hasta entonces. Y si bien, Vegeta nunca iba a ser un padre bonachón y alegre, feliz de jugar con él, como sí lo era Son Goku con el pequeño Son Goten, pues él conocía y entendía lo orgulloso que era su padre, por lo que no podría nunca llegar a ser como Son Goku.
Sin embargo, Vegeta desde las peleas con Buu, había demostrado mayor interés en acompañar a Trunks a las actuaciones escolares, también lo había acompañado al torneo de fútbol donde el pequeño Trunks destacaba como un gran delantero, sintiéndose Vegeta muchas veces orgulloso, al celebrar los goles que el pequeño Trunks anotaba y con el que su equipo ganaba.
Pasados algunos meses desde entonces, las navidades se acercaban y esta época siempre traía algo de tristeza en el pequeño Trunks y en Bulma, ya que Vegeta odiaba esa época y durante todo el mes de diciembre y hasta la quincena de enero, se retiraba a entrenar a las montañas, ya que odiaba todo el bullicio y desorden que se vivía en la Capital del Oeste.
Por un lado, Bulma siempre había tratado de hacerle entender a Vegeta que esa era una costumbre de los terrícolas por celebrar el nacimiento del niño Jesús, donde uno reflexionaba sobre ello y por costumbre, se solía pasar esas fechas con sus seres queridos, abrazándose y deseándose buenos deseos los unos a los otros, e intercambiándose regalos como una muestra de cariño.
A pesar de ello, a Vegeta siempre le pareció una tortura todo el bullicio que se vivía en el centro de la ciudad, miles de arbolitos encendidos hasta largas horas de la noche, villancicos navideños escuchándose por las esquinas, niños jugando a hacer bolitas de nieves, personas desesperadas en los centros comerciales para tratar de encontrar un regalo a sus seres queridos.
Por otro lado, Trunks siempre había añorado pasar esas fiestas con su papá, y aunque sabía que su papá por fin había demostrado lo mucho que lo quería al abrazarlo y despedirse de él antes de inmolarse ante Majin Buu, quería tener a su lado a su padre como Son Goten y otros amigos de su escuela durante las navidades.
Sin embargo, sabía que eso era imposible y que su papá, por más cambio de actitud que hubiera tenido, odiaba todo el estrés y bullicio que se vivía producto de las navidades.
Hundido en sus pensamientos y tristeza, Trunks decidió conversar de ello con su compañero de aventuras, Son Goten, y pensar si estas navidades podrían ser distintas a la de años anteriores.
Continuará...
