Padre por un día

(Al menos eso cree él…)

Buscando algo nuevo que publicar encontré este viejo fic de Inuyasha que no había publicado hasta ahora. En lo personal, me encanta maltratar a Sesshoumaru por ello, esta historia sobre los hermanitos perro. Espero que les guste.

Selkis

Resumen: un mal dia para Inuyasha se convierte en uno peor para su pobre hermano mayor quien deberá lidiar con su peor pesadilla ^^

NOTA: Los personajes de esta historia pertenecen a RUMIKO TAKAHASHI

Capitulo 01

— Maldito verano, maldito Naraku, maldito calor, ¡malditos sean todos! —Refunfuñaba un viejo hanyou a la vera de un arroyo en pleno verano del Sengoku, muerto de calor y de aburrimiento, lo que lo hacia mas que peligroso, mientras se acercaba al agua cristalina en busca de algún consuelo para su malestar.

— Kaede baba no esta, Sango se fue a su aldea a reparar su hirakotsu y por suerte se llevo al hentai de Miroku y a la peste de Shippou, Kagome no esta no se por qué !feh! que aburrido estoy… ni siquiera Naraku o alguno de sus engendros salen con este calor, ni siquiera mi hermano anda por ahí para poderle dar una buena paliza…. Perro estúpido— decía Inu Yasha mientras se quitaba su aori de rata de fuego y se sumergía en la refrescante corriente del arroyo.

— Ahora si… pero que aburrido estoy… sino pasa algo pronto, enloqueceré— volvió a decir en voz alta el chico bestia mientras la tranquila corriente de agua su blanca cabellera arrastraba debajo de él.

Por un buen rato estuvo descansando. Su blanca piel era acariciada por el fresco líquido mientras era quemada por el sol del mediodía hasta que, de repente, sin necesidad aparente, bruscamente se paro y su ropa habitual vistió. Su katana dentro de su obi acomodo y a caminar hacia el bosque, su rumbo tomo. La fresca sombra de los enormes árboles un respiro le daban, hasta que cerca de una pequeña cueva, un olor familiar detecto.

— Conejos— y una risa malévola, una sonrisa que dejaba ver sus colmillos, en su rostro se formo, y sin mas, a perseguir a su presa, a su almuerzo comenzó. Muy sigilosamente caminaba siguiendo el olor, tanto se descuido, que una roca, una advertencia escrita con sangre en ella no diviso y en territorio prohibido ingreso.

Cual perro de presa a su victima encontró sin advertir que estaba siendo observado por un gran kitsune de claro color y nueve hermosas colas. Y cuando estuvo a punto de atraparle, su observador, en su camino se cruzo. Y al hanyou, sin problemas, confronto.

— ¡Alto! — Grito un pequeño zorro de voz ambigua y varias colas.

— ¿Nani? — Inu Yasha inocentemente pregunto.

— ¿Por qué estas en mi territorio, hanyou? El otro mononoke pregunto subiéndose a lo más alto de un árbol caído.

— ¿Territorio? ¿Desde cuando los zorros pulgosos tienen "territorio"? siempre he andado por aquí u nunca sube que estas tierras tuvieran dueño alguno, y menos un zorro apestoso como tu, solo falta que aparezca ese lobo sarnoso — murmuro maldiciendo su mala suerte

— ¿Cómo te atreves a decirme eso, mocoso? — Alzo su voz denotando sin preocupación su enojo

— ¡Muévete rata de varias colas que se me escapa el almuerzo! —Fue lo único que por el cerebro de Inu Yasha se cruzo para decir en ese momento

— ¿Acaso no me escuchaste, bestia?

— Te escuche, pero tengo otras cosas mas importantes que tu — restándole importancia al asunto su mirada del zorro aporto.

— ¡No hay duda que eres un gran idiota!

— Nadie me insulta — Le grito el chico ya claramente enfadado y con ganas de pelear. Repite lo que has dicho, rata blanca…

— Quiero que te largues de mi territorio, hanyou despreciable…

— Eres tu el que se moverá, ¡maldito!

— Te comportas como un crío estúpido, chico bestia

— ¿Quieres pelear, desgraciado enano pulgoso? — Y harto de los insultos, el kitsune de nueve colas se transformo, su forma humana, humana y femenina tomo. E Inu Yasha, pasmado ante esa criatura, quedo.

— Había escuchado de ti, Inu Yasha, pero esperaba nunca tener la desagradable desgracia de conocerte…

— Pues no, al único kitsune que soporto es a Shippou y gracias,— dijo muy molesto y desenfundando a Tessaiga.

— No hay dudas que Sesshoumaru y tu son familia — dijo son cierta ironía y tomando su forma humana, revelo su verdadero aspecto, una Hermosa y agraciada hembra rubia con un muy atrevido kimono blanco ante el se presento

—Soy Rukia — menciono jugueteando con uno de los extremos de su obi, en el cual llevaba un gran cascabel..

— No tengo a quien llamar familia, ya no tengo ninguna — dijo entre aun mas molesto y triste ante tan molesta realidad

— Él dijo lo mismo hace tiempo.

— No se de que demonios hablas, pero no me importa, ahora si estoy molesto —y la hoja del colmillo comenzó a pulsar

— Par de idiotas… hermanos tenían que ser — la hermosa kitsune de atrevida forma murmuro.

— ¡Cállate! ¡Pelea sino quieres morir zorra loca de la pradera! — Y sobre ella se abalanzo con desmedido control

— Como quieras, "cachorro" — y esta, el desafió tácito acepto, y a confrontar al chico bestia comenzó.

Varios árboles antiquísimos se vieron afectados por los ataques de los contrincantes, pero ninguno de ellos dos, con serias lesiones resultaron.

— Eres bueno, cachorro… decía la kitsune rubia esgrimiendo una técnica de viento parecida a la utilizada por la mal lograda Kagura.

— Aun no has visto lo mejor…

— ¿En serio? Y yo que creía haber visto tu mejor técnica — lo que más hizo enfadar aun a Inu Yasha. — ¡Fuego mágico! — Cual duplicado de Shippou exclamo, y de uno de sus abanicos, una llama azul broto, que las puntas de la larga cabellera del hanyou quemo.

— Maldita perra, me las vas a pagar todas — con rabia, con ira le grito.

— ¡jai! — La zorra no mucho mas grande de físico que Inu Yasha pero de exquisita figura grito, con su otro abanico, un movimiento en el aire realizo, y al hanyou, en el aire, cual mosca atrapada en una tela de araña, inmovilizo.

— No… no…no… hay Inu Yasha…. Que terco eres…

— Espera a que me suelte y te ponga las manos encima — grito mientras Tessaiga se escapaba del dominio de su amo y a tierra, caída sin control.

— No lo ves Inu Yasha… ¿Acaso no te has dado cuenta quien te venció?

— ¡deja de decir estupideces zorra loca!

— ¡BAKA! ¡Cierra tu la boca estúpido remejo de perro! — Sin mucha educación le contesto. Eres arrogante. Impulsivo, terco, egocéntrico, desconsiderado, infantil pero sobre todas las cosas, eres un verdadero IDIOTA!

— ¿Y tu quien te crees que eres para decirme esas cosas? Te aprovechas de… — decía mientras intentaba en vano de zafarse de su invisible prisión.

— ¿Por qué siempre termino educando a cachorros con problema de personalidad? No hay duda que fui mala en mi vida anterior y ni hablar, estos 2 son hijos del viejo gran perro… salieron al viejo comandante…— dijo algo desilusionada, lo que a Inu Yasha mas molesto

— ¿Qué diablos dices, kitsune loca?

— ¿Cómo me llamaste, "niñito"? — enfadada le respondió

— ¡LOCA! — Con claras intenciones de ofenderla le grito así te llame horrible animalejo con problemas de genero, suéltame y veras como se te aclara el problema!

— ¿en serio? — Dijo con tono sobrador y dispuesta a cobrarse por el insulto recibido

— En serio —gritaba sin dejar de tratar de liberarse

— Porque los hombres deben aprender de las perores lecciones… va… no importa la especie, todos son unos idiotas…. Como quieras Inu Yasha…. — Y la zorra de varias colas, las mismas detrás de si abrió cual si fuera uno mas de sus abanicos, mas importante, mas grande, mas peligrosa pareció, con el mismo abanico que había atrapado a Inu Yasha los hilos, tras un delicado movimiento corto, a la vez, que en voz baja, un conjuro repitió. El hanyou solo noto que aquellos hilos que lo sostenían, se deshacían como la bruma en el sol de la mañana y a caer comenzó. Unas vueltas, un baile la zorrita realizo y cuando termino, la ropa, el aori de rata de fuego sobre la verde grama estaba cual si su portador lo hubiera arrojado en ese preciso lugar, y por debajo, algo se movió. Algo de allí salió

— Ahora crece de verdad…

Y una pequeña mano por la inmensa manga del aori se deslizo, era una mano, pero la mano de un niño, de un hanyou pequeño, era de blanco cabello y orejas de perro…

— Ahora Inu Yasha… yo entrene a tu hermano mayor y son iguales de tercos…aprende la lección Inu Yasha, tu eres tu propio peor enemigo y cuando dejes de comportarte cual niño… cuando encuentres una razón, a tu verdadera forma regresaras… eso espero o él me matara — decía la zorrita que un olor familiar en el aire había detectado. Algo que le agradaba con suma maldad.

— Bueno, es hora de irme pequeño, pero no te preocupes, por que tu niñera esta llegando… quisiera quedarme a ver su cara, pero mas vale mi pellejo… se que comprenderás al fin que tus amigos dependen mucho de ti, no por tu fuerza, por algo que tu mismo debes descubrir… y sin mas, su forma animal una vez mas tomo, y por el bosque desapareció.

— Ven aquí pequeña peste humana… ay… se escucho decir cuando una niña vestida por un kimono a cuadros llegaba al lugar llevando las riendas de un dragón de dos cabezas, que asombrada y fascinada por el hallazgo, con prisa a su amo fue a buscar. Su amo, un poderoso inu tai jukai conocido como Sesshoumaru.

Continuara.

Si desean ver la imagen de Rukia, en la cual me base para descrirla, entren a mi Profile donde hallaran un enlace para verla.