Un relato que cuenta la historia de Neo, un chico de 18 años que tras un trauma es el unico de la ciudad que parece no interesarle el duelo de monstruos, el juego mas famoso que se ha convertido en deporte, en negocio y entreteniemiento en todo el mundo.

Pero tras azares del destino, el es obligado a entrar al Torneo mundial de los 4 años, donde los mejores duelistas son invitados, para convertirse en el REY.

Debera prepararse para salvar a una de las personas que mas ama en el mundo, pero, ¿como puede hacerlo? el jamas ha jugado nunca el juego, y el torneo empieza en 2 semanas.

1- NEO HERO.

El reloj despertador comienza a sonar con su molesto sonido, que taladra mi cabeza, el cual con facilidad pudiera despertar a todo el vecindario y lo que hace que sea de utilidad para mi hoy, que es un día tan importante. Aquí es donde bajo de mi cama y lo apago con velocidad, que ya no quiero oírlo. Me pongo mi uniforme, y anudo mi corbata, después miro al espejo y observo a la persona en frente. Un joven delgado de 18 años, de pelo largo y revuelto y de color negro azabache, el cual necesitaría peinarse al menos alguna vez, de piel color un tanto morena pero sin exagerar, y de unos orgullosos ojos verdes, el cual se prepara para el día de su graduación.

Salgo de mi cuarto y bajo hasta la cocina, no para recibir mi desayuno, sino para hacerlo, para mí y para mi abuelo que es mi única familia. Estoy entusiasmado por el día de hoy, ya he terminado mis estudios en la preparatoria y al fin podré seguir mi camino, mi sueño por ser doctor y alejarme al fin de todos aquellos locos, que lo único que desean y lo único que piensan y sueñan es en el duelo de monstruos. Que le ven siquiera a ese juego, ahí con sus cartitas y torneos por todos lados, es de lo que vive el mundo y uno de los mayores deportes y negocios por doquier. Estoy harto de ello y por tal a veces me miran como un fenómeno, el único chico de la ciudad que jamás ha tenido un duelo, pero no me preocupa, ya que al final me alejare de todo esto y seré un doctor, ayudare a los demás a mi manera y podré vivir de ello.

-Vaya, sí que te levantaste temprano- dice aquel hombre de barba y bigote y de cabello blanco como la nieve, mientras se encuentra sentado frente a la mesa en la cocina, leyendo un periódico, casi como si fuera un ninja mientras yo me sorprendo y me dispongo a darle el desayuno.

-Bueno, es un día especial- le contesto, mientras comienzo a devorar los huevos.

De pronto noto que la televisión se enciende, al parecer mi abuelo de nuevo la había dejado programada o algo por el estilo, y entonces comienza un programa:

-¡Santo ojos azules! Ya falta muy poco, solo 15 días para que el Torneo de los 4 años inicie, prepárate duelista, entrena, ponte listo y enciende tu juego-.

Lo había olvidado, el torneo que como su nombre lo deja ver claro, el de cada 4 años volvía a ocurrir, lo habría pasado por alto sino fuera porque el hombre blanco de cabello rubio y lentes con monturas en forma de carta me lo hacía saber en su programa. Uno muy famoso por cierto y visto en todo el país, a excepción de mí claro, a mí que me importa.

-Todos los preparativos están casi listos, los 16 duelistas más fuertes como se me ha informado recibirán su invitación justo mañana, así que estén listos, solo los mejores estarán aquí, y donde más, dado que la sede para los juegos será de nuevo aquí, en ciudad Bachi, donde reposa nuestro actual e invicto campeón por más de 50 años, ¡Night Wind!-.

Oh si, tal vez había olvidado mencionar que mi nombre es Neo Wind.

-¡TODA UNA LEYENDA! 16 duelistas peleando por el honor de enfrentar al rey, al rey de los juegos, en nuestro 30° Torneo de los 4 años, sí que se esperan unos grandes juegos y como no s…- el conductor Edward Lightsworn del Time Duel no pudo terminar su frase, para cuando mi abuelo ya había apagado la televisión.

-Ya están de nuevo con su relajo y propaganda- dice el abuelo con total desdén mientras toma café.

-Pues sí, de cualquier forma iras y les patearas el trasero una vez mas ¿no?, haz que al menos sea memorable para los medios.

Aunque supongo que después de 50 años él ya lo habrá hecho todo para acabar a sus oponentes, pero en realidad no me interesa, nunca he visto el torneo, y mi abuelo no me obligaba a hacerlo, tal vez desde que murieron mis padres cuando tenía 7 años, el acepto mi decisión de no jugar el juego, aunque cada día desde los 15 me pregunta si quiero tener una partida amistosa con él, la cual rechazo por supuesto.

-JAJA, obviamente les pateare el trasero hijo, aunque cada vez se hace más interesante cuando vienen con decks justamente hechos para acabar con el mío, un ANTI-N como le dicen en televisión, pero para mí, un anciano de 80 años, hace que sea más divertido mandarlos a casa- me dice, haciéndome pensar que su arrogancia no tiene limites, aunque creo que en verdad si es muy bueno.

-A veces me pregunto qué es lo que hacen los abuelos normales cuando te veo- le dije mientras reía.

-Ahora… ¿no tenías que ir a tu graduación?, porque ya es tarde, chico.

Tenía razón, voltee a ver el reloj de la cocina, y solo faltaban 10 minutos para el inicio de la graduación, me devore todo lo que tenía en la boca, lave los platos a la velocidad de la luz y me dispuse a irme.

-Espera, Neo-.

Su tono era raro, casi melancólico.

-¿Qué pasa, abuelo?-.

-Me gustaría que para tu graduación llevaras esta carta, es una de mis cartas favoritas, es casi mi guardián y me gustaría que lo tuvieras tú- dijo mientras sacaba una carta de la bolsa superior de su camisa, pero solo podía observar la parte posterior.

-Abuelo, sabes lo que pienso acerca del duelo de monstruos y su relación a mis padres, así que debes saber que mi respuesta será no-.

-Supongo que eso también va para un pequeño enfrentamiento amistoso por el día de hoy- dijo con una enorme sonrisa.

-Tienes razón, además no necesito un guardián, tú ya lo eres para mí- le conteste mientras seguía sonriendo pero cabizbajo- Bueno, tengo que irme, al menos luego me muestras la carta-.

-Así será, regresa temprano para celebrar tu graduación, tal vez compre un pastel, si quieres invita a Star, adoro a esa niña, y lo sabes, te quiero, hijo.

-igual yo abuelo- me despedí mientras salía de la puerta a toda velocidad y entonces la encontré. Allí vestida con el uniforme femenino habitual de nuestra escuela, con la típica bufanda en el cuello de color azul como sus ojos, con adornos de estrellas como su nombre, su cabello pelirrojo cayendo por su espalda y la sonrisa que volvería loco a cualquier hombre. Si, esa era mi novia, Star Akaroku.

-Te ves bien-dice.

-Igual tú, pero ya es tarde, pensé que ya te habías ido.

-Bueno, después de estar juntos 2 años, podría decirte que sé que la puntualidad no es tu fuerte, por eso te espere- me dice mientras no dejaba de sonreírme. Además era cierto, por alguna razón siempre, pero siempre he llegado tarde a todos lados, sea el compromiso que fuera, en las primeras citas con Star ella se enojaba mucho, pero después empezó parecerle divertido verme corriendo por llegar a nuestro punto de encuentro.

-Bueno que le vamos a hacer, eres un amor- le dije para luego darle un beso en los labios que contesto- ahora, vamos.

Ella asintió y luego empezamos a caminar por la calle agarrados de la mano, no tomamos ningún transporte porque gracias al cielo la escuela quedaba muy cerca, y siempre disfrutaba de esta caminata con Star por las mañanas, lo cual me gustaba mucho. Además no corrimos, porque si de algo estoy seguro es que mis compañeros deben estar acostumbrados a que llegue tarde y no les hare quedar mal.

De pronto pude apreciar como por las calles ya habían puesto espectaculares y todo tipo de anuncios haciendo alusión al Torneo próximo, pero que rápido trabaja esta ciudad dedicada a la miel, del por lo cual su nombre, ya que Bachi quiere decir abeja, algo que enseñan muy temprano en la escuela. De cómo el país ama el manjar dulce del todo tipo de abejas que habitan aquí y por lo cual nuestra mascota y diferentes monumentos con esos colores brotan por toda la ciudad.

-Si sabes que es verano ¿verdad?, ya lo he dicho antes pero, ¿no te da calor con la bufanda puesta?- le dije mientras me volteaba a ver distraída por unas flores.

-Solo un poco, pero no me la voy a quitar- dijo.

-Pero, no es como si tuvieras algo debajo ¿o sí? A veces deberías quitártela.

-No, y ya sabes que si intentaras quitármela ¡nunca te lo perdonaría! – dijo con el ceño fruncido.

-Ok, ok tienes razón, lo lamento- le dije mientras la abrazaba. Pero era cierto lo que decía, no importa que época del año fuera, o cual fuera el lugar, ella siempre la usaba, tanta fue mi curiosidad que una vez quise husmear pero se dio cuenta y termino no hablándome por más de una semana, no fue hasta que le implore que me perdonara que acepto, pero jamás la deja, la ama. Creo recordar que le uso en una piscina cuando fuimos juntos, algunos de mis compañeros piensan que está loca por ese hecho y porque a veces dice cosas sin sentido, pero no me interesa que piensen, yo la amo.

-Hace unos minutos me encontré a Sun, ella te estaba esperando, pero le dije que no se preocupara, que mejor fuera a la escuela, de tal manera solo harías que una de las dos llegara tarde- me dijo sorpresivamente.

-Oh vaya, tendré que darle las gracias de todos modos al llegar, quizá deberíamos apresurarnos, no vayan a cerrarnos las puertas-le dije apresuradamente y de manera cuidadosa, porque sé que a veces Star puede sentirse algo celosa de mi vecina de toda la vida, Sun Yellow, la cual es una apreciada amiga que siempre me acompaño y que fue muy importante después de la muerte de mis padres. Jamás podré pagarle lo valioso que fue su compañía.

-Bien, misión #1 llegar a la escuela, completa. Misión #2 encontrar el gran salón de la graduación en progreso- dijo la pequeña chica pelirroja de mi lado mientras corríamos.

-Así es, soldado Akaroku- le dije con un tono serio y luego termine riéndome.

De pronto estábamos ahí, en el edificio donde estaban ya casi a la mitad de la graduación todos sentados y en sus lugares por grupo, así que de manera sigilosa encontramos nuestros lugares, salude y le agradecí a Sun cuando la encontré y nos dispusimos a escuchar el aburrido discurso del director. Lo siguiente fue decir unas palabras por parte del alumno más destacado, el cual era yo, no muchos estaban alegres de que yo fuera el que dijera el discurso final y lo entiendo, yo no era muy divertido, no solo rehusaba firmemente jugar duelo de monstruos sino que solo me la pasaba estudiando para los exámenes, podría decir que mis únicos amigos en toda la escuela era Sun y mi novia Star, las únicas con las que podía estar alegre. Así pues trate de hacer el discurso lo más corto y breve posible, y así fue, después todos gritaron de la emoción y empezaron a despedirse unos a otros, yo quería pasar de ello y llegar a casa a comer el pastel del abuelo por lo que me dirigí a la salida, mi misión #3 como diría Star había acabado aquí.

Pero a veces las cosas no salen como esperas, Joey Stonehead nos había detenido a mí y a Star que caminábamos juntos.

-Chicos, ¿a dónde van? Tenemos que celebrar y pasárnosla en grande hoy, se van con todos los del grupo ¿verdad? Y no aceptaré un "no" como respuesta.

Ese era Joey, no importa que, él amaba y apreciaba a todos a su alrededor.

Suspire- Esta bien, Joey- le dije y este sonrío, y que más podía decirle, estaba atrapado hasta la tarde.

Fuimos al centro comercial en donde compramos comida y luego fuimos por helados, todos se veían tan felices y llenos de vida, entre ellos de los que más o menos me agradaban y a veces me saludaban estaban Charlie Hallwhite, un chico algo robusto pero muy agradable, Jack Ice, un tipo grande y musculoso, algo serio pero bueno de cualquier manera, obviamente estaba Joey , por supuesto Sun a unos dos asientos en el círculo que habíamos formado y mi amor a un lado de mi mirando a todos de manera curiosa y alegre, quizá no fue un error haber venido después de todo pensé.

De pronto todos comenzaron a hablar del futuro, de lo que iban a hacer ahora terminada la preparatoria, oh rayos, el peor tema de conversación que pudieron elegir, era fácil averiguar lo que iban a decir todos y no me equivoque, todos estaban preparándose para el examen en la academia de duelos encontrada en el centro de la ciudad, lo decían uno por uno y entonces llegó el turno de Sun para hablar.

-Yo también hare el examen para la academia de duelos – lo sabía, ella me lo había dicho- pero no pienso ser una duelista a nivel profesional ni competir mundialmente, yo preferiría ser una maestra y enseñar a los demás- bueno, eso sí era una sorpresa, como odio hablar de esos temas eso sí que jamás me lo había comentado mi pequeña amiga de cabello castaño ondulado y ojos grises.

Todos estaban sorprendidos pero luego cayeron en la cuenta de que eso era perfecto para ella y era verdad, alguien tan cálida y generosa como ella encajaba muy bien en el papel que quería efectuar. Me vio de reojo y lo note por lo cual le sonreí y le levante el pulgar y entonces solo así me mostro una sonrisa.

Luego, era mi turno de hablar, les dije lo que ya sabían, al igual que Star quien pensaba seguir mi destino, otra de las razones por la cual no íbamos a separarnos, era mi ilusión, mi alma gemela y jamás la dejaría ir. Algunos sonrieron y otros solo estaban serios cuchicheándose entre sí, pero como lo he dicho antes, no me interesa, yo ya he elegido mi destino.

Después todos tuvimos que irnos yo solo me despedí con la mano diciéndoles adiós, y enseguida, Star, Sun y yo tomamos nuestro camino. Luego Sun se detuvo.

-Bueno, chicos, aquí me separo yo, tengo que ir con una tía que vive cerca porque mañana parto por unos días con ella por la graduación, además así puedo dejarlos ser todo lo cursi que quieran- dijo Sun.

-Sabes, aun teniéndote aquí podemos ser cursis, pero nos arriesgamos a que nos vomites- le dije mientras sacaba una ligera y pequeña sonrisa, se despidió de nosotros dos y se perdió como el sol al atardecer.

-Yo también tengo que irme amor, es una lástima que no pueda acompañarte a comer pastel, pero tengo una misión que ejecutar en casa, perdóname- me dijo la tierna pelirroja a quien nunca podrías decirle que no.

-No te preocupes mi amor, será noche de hombres entonces, ve y cuídate- le dije mientras me daba un enorme beso, luego se sonrojo y se fue de mi vista, como una estrella fugaz.

Y ahí estaba yo, solo en el camino, imaginándome de que sabor será el pastel, de que sorpresa me tendrá preparada el abuelo o que locura querrá hacer, oh y tratando de pensar que forma tenía la carta que tanto insistía el abuelo en que tuviera. Pero lo único que llego a observar al acercarme a casa es a un chico como de mi edad, de chaqueta gris larga, con cabello castaño un poco desordenado hacia un lado, de vaqueros negros y un disco de duelo colocado y activo en su brazo derecho, quizá sea zurdo.

Pero, ¿Qué hacia allí? Será que, ¿quiere un duelo contra el abuelo? No sería la primera vez, desde niño suelo recordar como personas aparecían exigiéndole un duelo al rey, hasta que este aparecía y aceptaba su pedido o bien les lanzaba chorros de agua con la manguera del jardín, pero esta vez, ¿Qué iba a hacer el abuelo? ¿Cuál de las dos opciones iba a elegir? La respuesta es ninguna, porque era difícil que las efectuara cuando se encontraba tirado en el suelo encima de un charco de sangre sin decir nada.

El chico volteo su rostro hacia mí y sus ojos me encontraron, sus ojos negros y profundos clamando victoria. Fue entonces cuando lo entendí, estaba viendo a la persona que le había hecho daño y corrí en busca de auxilio para mi abuelo.

Lo tome en mis brazos, con sus ojos cerrados, sus manos frías y trate de escuchar su corazón, el cual latía débilmente, pero, ¡latía!

-Déjalo chico, está hecho pedazos, el rey ha perdido su corona- dijo.

-¡Cállate!- no iba a escuchar lo que este tipo dijera, simplemente no quería.

-Vaya, es que no lo entiendes, el vejestorio se va a morir, no le queda nada, esta fuera, la luz del signo se va a apagar y ni siquiera me fue de ayuda, ni en su deck ni en él estaba su guardián, ¡que desperdicio!- dice el tipo mientras arroja el deck del abuelo a un lado de mí.

No, no iba a aceptar lo que decía, menos de su casi ases… ¡no! Mi mente ni lo va a pensar, eso no va a pasar.

-Vamos abuelo, despierta, quédate conmigo ¿sí?, te necesito, tu eres el único guardián que quiero, tenemos que comer pastel, ¿recuerdas?

Entonces, el parece haber notado mi presencia, y con su mirada cansada hacia mí, levanta la mano y me toca la mejilla.

-Brilla- me dice en su agonía, mientras que sus ojos comienzan a hacer lo contrario a lo que dijo, su mano cae y su mirada se pierde, ¿Qué era esto? Si era una actuación, era digna de un Oscar, y si eso quería se lo daría, pero por favor que no sea real, que vuelva a mí y me sonría, pero no te vayas y me quites toda el alma. Entonces mi antebrazo derecho comienza a brillar, una cabeza de dragón grabada en rojo puede apreciarse y luego desaparece, pero no podría importarme menos.

-JAJAJAJAJAJA- el repugnante chico parado afuera de mi casa inesperadamente comienza a reír- Así que el viejo lo tenía todo planeado, después de todo era el rey supongo, entonces, tú y yo vamos a tener un duelo, chico, te guste o no.

-Pues resulta que no me gusta, voy a llamar a la policía, ¡solo eres un demente! ¡Eres un maldito asesino!- dije mientras pequeñas lagrimas caían por mis mejillas.

-Wow wow, estas siendo muy rudo conmigo- dice claramente burlándose- lo único que decidió la muerte del anciano fue cuando se interpuso en mis planes.

-¡Ahhh! – fue un grito ahogado, de la última persona que quería ver aquí y ahora. De la pelirroja con la bufanda azul.

-¡Star, corre!- grite con todas mis fuerzas.

Pero era tarde, el tipo la había tomado del brazo.

-Así que tenemos a tu novia aquí, bueno, pues es preciosa ¿sabes? Te sacaste la lotería – después con su mano libre desgarra el aire y una especie de agujero oscuro aparece y empuja a Star hacia el para luego verla desaparecer junto al agujero- Lamentablemente, luego te encontraste conmigo.

-¡STAAAAAAAAAAAAAAR! ¿Dónde está? ¡Tráela aquí, ella no tiene nada que ver en esto!- exclame con todas mis fuerzas, no podía permitirle arrancarme la vida en un día.

-Bueno, creo que ya pueden haber negociaciones aquí. Veamos, que tal si tenemos un duelo aquí y ahora, si logras derrotarme ella vuelve, si no, tú te mueres, así es como funcionan mis duelos, ¿hecho? – dijo mientras sacaba la lengua.

Muerto, ¿esto era una broma? Después de haber observado ese agujero sabía que esta persona en frente no era normal, tenía algún tipo de poderes extraños y casi pidiéndole perdón y desgarrándome el corazón tome el disco de duelo de mi abuelo, tome su deck y lo coloque en él, luego con todo el dolor del mundo lo tome en mis brazos, solo pesaba un poco y lo coloque en el jardín a un lado de las flores, donde parecía que dormía, en donde ya era de noche, y si, esto por supuesto era una broma, porque yo ya estaba muerto en el momento en que me quito a las personas que me hacían vivir. Ya no tenía nada que perder.

Tengamos el duelo!-.