Una prueba de que sigo viva, por favor, paciencia con Damn it :'D tengo problemas de motivación(?)
Acerca de este drabble es una cosita que quise hacer inspirada en una tira que me encontré por pivix (para que vean que corta ando de imaginación)
Disfruten!
Estaba sentado en el borde de la cama cerrando los últimos botones de su camisa. El silencio se hacía más y más insoportable mientras se iba alargando. Era más desesperante que cualquier ruido que hubiera escuchado en su larga vida.
Antonio tomó sus sábanas y se cubrió un poco mas con ellas, queriendo cubrir un poco más su cuerpo desnudo. Las sábanas acariciaban lugares de su piel que habían sido decorados con pequeñas manchas de colores carmín y púrpura siendo como una caricia que el rubio no le había dado.
El silencio se alargaba cada vez más, resonando en los oídos del inglés, quien perdió la paciencia y habló al fin diciendo lo único que pudo encontrar sin tomar algún tema que provocara un silencio aun más incómodo.
-¿te molesta si fumo?
-no
Arthur sabía que le respondería. Estaba seguro de que estaría despierto aunque ambos se estuvieran dando la espalda, lo conocía así de bien.
Tomó una cajetilla que tenía en un bolsillo y sacó un solo cigarro junto con el encendedor desechable que guardaba en la misma caja. Se detuvo a pensar solo un momento en cómo serían las cosas con el español, de tener un poco mas de cojones.
Un par de brazos aparecieron desde atrás de su cuerpo y le rodearon con algo de pereza. Miró de reojo algo confundido a lo que parecía una maraña de cabello castaño.
-¿Antonio?
Solo se quedó en silencio. Le abrazaba esperando ver alguna respuesta, pero al notar su rostro sorprendido, decidió ir a su refugio entre las sábanas y de espaldas al inglés.
El rubio lo siguió con la mirada y dejó la cajetilla a un lado. Se acercó a gatas por la cama y se metió por debajo de las sábanas llamando un poco la atención del ibérico. Ahora era Arthur el que le rodeaba con sus brazos. Se acurrucó contra su cuerpo y dejó un ligero pero tierno beso en su nuca. Antonio solo se quedó pasmado. No se podía mover solo tratando de imaginar qué era lo que pasaba por la cabeza de Arthur en ese momento.
Él solo esperaba una respuesta de Antonio. Un gesto, un movimiento. Si quiera un insulto que le dijera que le soltara, pero en cambio solo se quedaba ahí entre sus brazos, dándole la espalda.
La cabeza castaña se movió un poco como haciendo un esfuerzo de vez a quien le abrazaba. Arthur se quedó petrificado al ver lo que parecía una tímida sonrisa en los labios del español. La sonrisa creció un poco mas al poder verle bien siendo dulce y cariñosa. No pudo hacer otra cosa que imitar esa sonrisa tan linda. Por alguna extraña razón, ambos compartieron una pequeña risa.
Antonio giró el cuerpo sobre la cama buscando los labios de Arthur y este se inclinó un poco mas facilitando esa búsqueda. Esa cama nunca se había sentido tan cálida y cómoda.
Arthur parpadeó saliendo de su ensoñación. Encendió el cigarro y dio una larga calada. Del otro lado de la cama, Antonio miraba directo a la oscuridad, pensando en lo mismo que el rubio.
"Si tan solo…"
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