¿De qué me sirve la vida?

Miró al cielo mientras detenía sus lentos pasos hasta llegar a aquel lugar que conocía de memoria. Suspiró pesadamente, mentalizándose de lo que su mente ya sabía, pero su corazón, terco y orgulloso, se negaba a admitir. Avanzó por la aldea de la anciana Kaede, pensando en la decisión que su querida Kagome había tomado.

*Flashback*

-Kagome, yo…creo que deberías tomar en cuenta que él jamás te va a corresponder. ¿Por qué no te das una oportunidad conmigo?

Una noche fría y húmeda, Inuyasha había ido a ver a Kikyou nuevamente, y él, aprovechando la oportunidad de hablar a solas con su amada-la cuál se le había presentado por mera casualidad-se acercó al pequeño grupo que la acompañaba en su búsqueda de Naraku y los fragmentos de la Shikon no Tama.

-Koga, yo…

-Piénsalo, por favor. Vendré en tres días para escuchar tu respuesta.-la interrumpió, temiendo lo que ella quería decirle, huyendo antes de poder oírlo.

*Fin Flashback*

Y aquí estaba, tres días después tal cual lo había prometido. Y a pesar de intuir la respuesta, quería aferrarse a la vaga esperanza de que ella tal vez le quisiera como él a ella. De que ella, tal vez se hartó de no ser correspondida, y se daría la oportunidad, con él. Pero luego recordaba que él estaba en una situación similar y no desistía.

Avanzó hacia el saco de dormir de Kagome y lo movió ligeramente, esperando despertarla, pues no quería emplear demasiada fuerza y hacerle daño.

-Kagome…-susurró.

-¿Koga? ¿Qué haces aquí?-preguntó inocentemente, mientras se frotaba los ojos.

El tuvo que retener una suave risa al verla en ese estado, y además de su pregunta, un tanto estúpida. Tierna y adorable.

-¿No recuerdas? Te dije tres días.

-Hablemos en otro lugar.

Caminaron hasta llegar a un claro en medio del bosque. Se sentaron uno frente al otro, mirándose fijamente.

"Estoy a punto de emprender un viaje,

Con rumbo hacia lo desconocido,

No se si algún día vuelva a verte,

No es fácil aceptar haber perdido"

-Koga, yo…no quiero herir tus sentimientos, eres alguien muy importante para mí, pero… no te quiero de la manera que tu a mí-dijo con los ojos llorosos.

-Comprendo…-susurró mientras se levantaba lentamente.-pero… ¿estás dispuesta a soportar un amor no correspondido?

-Yo…a pesar de todo, lo quiero, como a nada en el mundo…

-Bien.

-Koga, espera.-lo detuvo, al notar sus intenciones de irse.

-Yo comprendo como te sientes, y quiero decirte que lo lamento. Perdóname...por amar a otra persona. Se que no ayuda de mucho…-dijo estallando en llanto-Koga, yo no quiero perderte.

-No te preocupes por eso-dijo dándole la espalda-seguiré siendo tu amigo.

-Koga…

-Oye, prométeme que siempre que necesites un hombro en el cual llorar y yo esté cerca…contarás conmigo.

-Siempre Koga, siempre.

Y entonces Koga se fue, en un gran remolino de aire, mientras dejaba caer por sus mejillas todas las lágrimas que estuvo reteniendo hace unos momentos.

"Por más que suplique no me abandones,

Dijiste, no soy yo, es el destino,

Y entonces entendí que aunque te amaba,

Tenía que elegir otro camino"

Corrió lo más rápido que sus piernas le permitieron, hasta llegar a lo más profundo del bosque. Se sentó, juntando sus rodillas con su pecho, llorando desconsoladamente.

Fin

Revisando mis antiguos archivos, encontré esto. Lo encontré un poco (mucho) emm, ¿Cómo lo digo? ¡Torpe! Pero no me pude resistir a la idea de compartirlo aquí.