Muero por ti
Natsu POV
Aún recuerdo el día que nos conocimos, recuerdo bien que Happy y yo buscábamos a Igneel al haber escuchado sobre un supuesto Salamander que se encontraba en cierto sitio, teníamos esperanzas de que fuera él y a fin de cuentas resultó no serlo pero una cosa llevo a la otra y terminamos por conocerte, nos invitaste a comer ese mismo día en que te conocimos, fue algo raro para Happy y para mí ¿y como no iba a serlo si ni siquiera nos conocíamos?; eres la persona más extraña que hemos conocido, pero tu rareza se convirtió en algo con el paso del tiempo que se volvió agradable, ya que el gremio está lleno de gente así, pero sin duda ninguna como tú.
Nos volvimos amigos el día que nos conocimos, estaba mas que de acuerdo con ello pero el tiempo se encargó de hacerme ver que ser tu amigo ya no era suficiente para mí ya que te fui queriendo al pasar de los días, simplemente un día como cualquier otro me di cuenta de ello, ya no solo te quería como un compañero sino que te veía diferente, te notaba más linda cada que sonreías o reías, incluso tus sonrojos repentinos me parecían de lo mas adorables o cualquiera de todas tus expresiones y facetas me fascinaban; no sé como explicarlo pero los demás si se daban cuenta que te volvías cada vez en alguien muy especial para mí, habían ocasiones en las que me preguntaba como es que era posible de que no te dieras cuenta de lo que provocabas en mí, si cerraba los ojos estabas tu allí como si te tuviera grabada en mis parpados, era como un castigo para mí el cerrar los ojos y encontrarte solo a tí Luce, en mis pensamientos eres omnipresente, cualquier cosa que cruzara por mi mente estaba relacionado contigo y era fatal para mí saber que quizás no me verías de la misma que forma que yo a ti si.
Aunque era agradable seguir actuando como tu amigo, protegiéndote de cualquier peligro caí en cuenta de que no solo quería eso, necesitaba más de ti, ya no soportaba solo soñar un futuro contigo, ahora deseaba volverlo realidad y que no fuera solo ficción; eso no era nada a comparación de mi deseo de poder ser quien este a tu lado siempre, velar por tu bienestar y ser recompensado por una sonrisa tuya en agradecimiento, compartir momentos especiales solo para nosotros dos y al igual que tu para mí, ocupar un lugar importante en tu vida y aunque suene un poco egoísta te quería solo para mí, no permitiría que nadie mas se atreviera a posar su mirada en ti, no solo por celos también porque serías exclusivamente mía.
El día que decidí confesar mis sentimientos lo recuerdo y no como algo agradable como hubiera querido sino como la tarde en la que todos mis anhelos pasaron de ser algo alegre, ante la posibilidad de que me correspondieras, a convertirse en algo doloroso, las esperanzas que había albergado habían sido completamente en vano. Ese día entraste por las puertas del gremio y saludaste a los demás como tu rutina diaria y al acercarte a un lado mío te dije que teníamos algo importante de que hablar, tu aun sin darme respuesta solo sentiste como te tome sorpresivamente de la mano emprendiendo camino a un lugar un poco mas privado, me alegro de haber hecho aquello en ese entonces o no sabría como hubiera reaccionado a aquella situación frente a nuestros compañeros del gremio, te lleve al lago donde suelo pescar con Happy de vez en cuando, durante el trayecto no voltee ni un segundo a verte pero estoy seguro que tu cara expresaba la confusión del no entender porque te saqué de ahí tan apresurado. Al llegar te mire a los ojos, que reflejaban la puesta de sol que había en ese momento, me atreví a confesarte todos los sentimientos que experimentaba por ti, con acopio de valor te dije que te quería, te exprese lo que sentía por ti, una vez que di el importante paso ya no podía dar marcha atrás, ahora solo me quedaba esperar a por tu respuesta, si había algo que pasaba por mi mente en ese momento era el si me corresponderías; no debí hacerme tantas ilusiones porque dirigiste tu mirada al piso y note que cambiaste tu expresión de confusión a uno ¿triste?, creo que era obvio lo que dirías, no necesitaba escuchar lo que vendría a continuación, creo que de una forma u otra ya lo había visto venir.
-Perdón, pero yo no puedo-te callaste un instante-… no siento lo mismo que tú. Lo siento, en verdad yo…-tu cara reflejaba pena por no ser capaz de decirme esto sin evitar herirme.
Te detuve, no quería escuchar cómo me rechazabas con ese deje de tristeza, no quería que siguieras con esto, verte así me dolía no sé si por que fui rechazado o por provocarte esta incomoda situación, siendo tu como eres sé que no te sentías nada bien al tener que hacer esto. Hasta en la actualidad no entiendo porque querías llorar si él que sufría era yo, pero eres tan buena amiga que no es de sorprender tu reacción de ese entonces. Te miré a los ojos y te dije que estaba bien que nos olvidáramos de esto y continuáramos como siempre como si nunca hubiera ocurrido, quise decirte que evitáramos cruzar miradas durante mas de un segundo pero termine callándomelo. Aceptaste, dijiste preocupada, que nunca harías algo que me lastimará sin saber que ya lo habías hecho.
Ahora que ha pasado un tiempo desde aquel día temo decir que sigo sintiendo lo mismo por ti, mis sentimientos hacia ti siguen intactos, he intentado olvidar lo que siento por ti pero es imposible, tu cumpliste la promesa de olvidar lo acontecido aquella vez y tu trató hacia mí no ha cambiado en nada, haces que parezca tan fácil olvidar pero para mi obviamente no lo es.
Pienso en irme para no seguir sufriendo por algo así, no sé si alejarme o decírtelo ya que no aguanto tener que cargar con esto yo solo. Me pregunto cuándo es que me enamore si de inicio nunca te vi como lo hago ahora, de seguro si me hubieran dicho que me enamoraría de ti me hubiera reído como idiota por tal tontería que ahora es la que me tiene así en estos momentos. Juraba que nada me lastimaba pero ahora siento que muero por ti; cada que te veo tengo que fingir él ya no sufrir por esto y sonrió con la esperanza de que mis sentimientos te puedan alcanzar algún día.
