Disclaimer: Nada me pertenece, sólo la trama. Todo lo demás pertenece a otros entes, empresas, autores mucho más ricos que yo.
Summary: Tiene el pelo largo, rojo fuego, demasiado espeso. A veces flota por encima de su cabeza como si tuviera vida propia y ella sonríe, lamiéndose los labios de puro gusto mientras hace rechinar sus dientes, intentando enseñar unos colmillos que no tiene.
N/a: ¡Felicidades neyade! ESTO es para ti XD, aunque ni esté beteado ni nada, lulz.
Sola
Es una asesina.
Tiene el pelo largo, rojo fuego, demasiado espeso. A veces flota por encima de su cabeza como si tuviera vida propia y ella sonríe, lamiéndose los labios de puro gusto mientras hace rechinar sus dientes, intentando enseñar unos colmillos que no tiene.
Trabajan en equipo desde que se conocieron.
Ella engatusaba a sus víctimas y él hacía el trabajo sucio. Se usaban mutuamente, como en cualquier juego mortal, yendo de un lado a otro sin recordar las caras de quienes mataban, ya fuera por diversión o por sed. Se llama Victoria, tenía veinte años cuando murió, dos gatos y unas piernas que le hicieron lograr la inmortalidad por el capricho de James.
Se besaban, se mordían, se lamían.
Una, dos, tres veces después de apurar hasta la última gota de sangre para que no se enfriara y se echara a perder. Lo hacían delante del cadáver desprovisto de vida que aún seguía delante de ellos, en el suelo, rugoso y lleno de tierra, lo hacían, también, contra la pared, de pie, sin ningún miramiento o carantoña.
Era rápido, fuerte, inhumano.
Era como si la ahogara, echando su cabeza atrás y mordiéndole el cuello en lo que sería una perfecta parodia de Drácula. Como si la ahogara, su boca resbalando, lamiendo, succionando su piel mientras sus manos se desnudaban mutuamente, los pantalones de James en sus tobillos y la falda de Victoria rota, olvidada en algún rincón del suelo que ninguno de los dos recordaba entonces.
Era un vaivén continuo y discontinuo a la vez, ambos yendo al compás cuando entraba en ella y luego cada uno marcando su propio ritmo, ella jadeando y él gruñendo, cada vez más adentro. Sus piernas se enredaban y desenredaban con una rapidez pasmosa, traspasando la difusa línea del amor y del placer que una vez trazaron entre ambos.
Suspirando ella, gimiendo él, a veces llegaban al final y a veces no. Eran amantes, compañeros, pareja según ella, un equipo según él. Eran amigos, conocidos, casi parientes, ancianos, eran un todo y un nada, unidos y desligados a la vez. Eran Victoria y James. Eran Victoria, James y Laurent. Eran ellos, sólo ellos dos.
Pero ahora ya no está.
Y ella clava los pies en el suelo, sus ojos rojos moviéndose por toda la escena a la vez que recoge detalles, bailando al filo de la línea entre los Cullen y los Quileutes, huyendo, volviendo, mareando y planeando algo que no tiene sentido porque el final que ha tenido James sólo le recuerda que tarde o temprano ella también habría tenido un final similar en el que se quedaría sola también, solo que él seguiría vivo. Y Laurent también.
Sola.
Sola, más sola que nunca. Pero le vengará, aunque sabe que morirá en el intento.
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Hee. Dadle al Go, plis : D
