Prologo.

Korra seguía mirando por la ventana a los nuevos maestros aires que habían llegado a ciudad república. Tenzin los miraba con una sonrisa y a su lado estaba Jinora, quien se encontraba seria, seguramente para no mostrar su timidez ante sus primeros alumnos.

La morocha bajo la mirada apenada y suspiro, cerró los ojos con fuerza intentando no llorar pero le era imposible. Se sentía apenada con todo lo que paso, no podía evitar no hacerlo. El avatar korra había pasado por malas situaciones, cuando Amón le quito sus poderes, que nadie crea en ella, que aun con los cuatro elementos no pueda defender a las personas que ama pero lo peor de todo lo que ocurrió en estos meses fue quedarse sin movilidad en las piernas… Había sido muy duro para ella, demasiado. Todavía no lograba superarlo aunque nadie podía pedirle más, solo habían transcurrido semanas desde su lucha con Zaheer.

-Korra –llamo una voz con miedo atrás suyo que la hizo reaccionar. No tardo en reconocer quien era, se trataba de Kya. Ella tenía una voz tan desilusionadora como el resto de las personas al verla, y Korra lo sabía, por eso que intentaba estar alejada de todos.

-¿Si? –contesto el joven Avatar como pudo y giro lentamente su silla para mirarla un poco de costado.

-Ya podrías ir a despedirte –indico con una falsa sonrisa- nos iremos en una hora.

-Si –fue la única contestación que obtuvo.

Kya se quedó mirando un poco más a la joven Avatar y sin esperar más salió de la habitación. Desde que se enteró del problema de Korra intento curarla o ayudarla pero le era imposible. Hacían distintas sesiones y, lo que más le costaba admitir a la hija de Aang era el simple hecho que se había rendido. No porque no se quería hacerlo más, sino porque ahora su madre, Katara, se encargaría de cuidar a la joven avatar después de todo ella era la mejor curandera y usaría lo que fuera necesario para ayudar a Korra, incluso una técnica prohibida por ella misma.

Cuando Korra escucho los pasos de Kya suspiro, no le gustaba que las personas que la querían o se preocupaban por ella la vean triste pero no podía fingir algo que claramente no era. Giro por completo su silla de rueda y se asusto al ver a alguien en su habitación. Claro que esa fue la primera reacción, porque luego solto el aire contenido, pero aun asi estaba perpleja por la presencia de él.

-No sabia que te irias.

-Lo comento Tenzin en la noche hace unos días, Mako –contesto la morocha- de hecho, hace unas semanas.

-¿Y Cómo es que lo sabes si no bajas a cenar? –cuestiono el maestro fuego aun apoyado contra la pared en la entrada del dormitorio de Korra.

-Pensé que no recordabas –murmuro Korra con la ceja levantada.

Ambos se quedaron callados y el silencio inundo la habitación. Mako, con sus ojos ambar, miraba fijamente a la joven mientras que ella solo dirigía su vista al techo o a cualquier punto de la habitación en donde él no estuviera.

-¿Qué quieres Mako? –pregunto ella de golpe.

-Ver como te encuentras antes de viajar y…

-¡De maravilla! –lo corto Korra moviendo los brazos exageradamente como ella siempre solía hacer.

-¿Estas bromeando? –grito Mako y cerro la puerta de golpe- No puedes andar tratando a todos asi, Korra.

-¿Asi, como? –pregunto con la voz elevada.

-Como lo estas haciendo, queremos ayudarte y tu solo… te enojas ¡Eres inmadura!

-¿Disculpa? –grito ella.

-Asami nos conto como la trataste ayer, Jinora no esta mejor, Kya no tiene la culpa de lo que te paso y tu… ¡Solo te desquitas con nosotros! ¡Nadie tiene la culpa de
que estes asi!

-Yo nunca dije lo contrario…

-Actuas de esa manera –la corto el pelinegro- ya se que estas pasando por un momento duro pero simplemente no puedes actuar como si te estuvieras muriendo.

-¡Pues asi me siento! –chillo Korra con lagrimas en los ojos- ¿Sabes lo que sentí cuando no podía mover mis piernas? –pregunto- ¿Entiendes mi dolor, Mako? ¡No, nadie
lo hace! ¡Soy el avatar! ¿Cómo puedo ser útil si simplemente no puedo moverme?

-No sabemos si es para siempre.

-¿Y si lo es?

-No seas negativa.

-¡No pueden seguir escondiéndome y esperar que el mundo piense que podre ayudarlos siempre porque… -dudo- ¡no es asi!

-¡Encontraremos una salida! –grito Mako- ¿Qué piensas que hubiera sido mejor? ¿Morir?

-¡Si! –grito Korra- no puedo estar sentada cuando se que tengo que proteger a los demás, es mi trabajo, soy el avatar y ahora… -miro para abajo- simplemente soy
nadie.

Mako se acercó hasta ella y se agacho para quedar a la misma altura.

-Todos sufrimos por lo que te paso, Korra –indico mirándola fijamente a los ojos- tu… no estas sola, tienes a tus padres, a tenzin, pemma, a mi…

Y sin decir mas la beso en la frente, para luego salir de la habitación.

Cuando Korra escucho el portazo que dio Mako comenzó a llorar con todas sus fuerzas. Odiaba que él la vea triste o simplemente débil, aguanto todo lo que pudo para
que las lágrimas no cayeran e incluso esas ganas incontrolables de arrojarse a el y besarlo.

Solto un grito y golpeo con ambas manos la silla. Su respiración era cortada y se mordia el labio de los nervios que tenia. Le dolia, le dolia saber que capaz nunca seria
hacer la misma. Pero Korra podía cambiar, ella hizo que el mundo sea diferente y tendría que hacer lo mismo con si misma.

Se tomo fuertemente de la silla para levantar un poco el cuerpo y al hacer el minimo de altura se cayo, golpeándose contra el frio piso.

-¡Ah! –chillo- ¡Mako! –grito llorando- ¡Kya! ¡Asami! ¡Alguien, por favor!

Korra cubrió su rostro con ambas manos para que no la escucharan sufrir mas de lo que ya lo hacia.


-Madre –hablo Tenzin- ¿Crees correcto que Korra se vaya contigo?

Katara asintió.

-Si –contesto- en la tribu agua del norte tendre a muchos curanderos para ayudarme y… probaremos distintas técnicas con ella.

El maestro aire suspiro.

-No quiero que la ilusiones si no estas segura.

-Nunca le dare la espalda a alguien que me necesita –dijo firmamente Katara y luego sonrio débilmente- ¿Por qué te preocupa tanto el hecho de que me lleve a Korra? No has dejado ese tema desde que llegue hace unas horas y quiero hablar con Jinora, ver a…

-Estoy preocupado –la corto de pronto su hijo- Se que muchos pertenecen al Loto Rojo y no quiero que le pase nada a Korra.

Katara coloco su mano en el hombro de el.

-Eso no pasara –indico- pensaran bien su ataque, no se arriesgaran y nosotros tampoco.

-Nosotros cuidaremos de ella –intervino una voz potente en la habitación y al girarse madre e hijo pudieron ver que se trataba nada mas que el nieto de Zuko.

-General Iroh –saludo Tenzin- me sorprende verlo por aquí ¿vino a acompañar a Korra?

-Si –contesto educadamente- ire con tu hermano, Bumi. Pero esa no es mi principal razón por la que vine.

-¿Y cual es?

-Necesito hablar contigo sobre el Loto Rojo, como sabe mi madre es el señor del fuego y con mi familia no queremos que tenga el mismo destino que la reina tierra.

-Eso no pasara –intervino Katara- Korra, como el Avatar, encontrara el balance necesario para devolverle el equilibro al mundo.

* Meses después *


¿Que les parece? Termine de ver el 3 libro de Korra y tenia una idea para seguir con la historia. Si les gusto o algo subire mas capitulos.

Espero que les guste y si es o no asi, por favor comenten. Me gusta saber que opinan de lo que escribo.

PD: ¿que les parecio el final?