Saludos querido lector, si estas leyendo esto es que has decidido leer esta historia pero antes dejame advertirte de un par de cosas, la primera es que esta es solo la segunda historia que escribo, si tienes sugerencia o quejas dejame una review y vere que puedo hacer para arreglar los errores o ver tus sugerencias.
La segunda que disfrutes de esta historia, asi que lo disfrutes.
Hace tiempo, un pequeño niño nació en un pueblo cerca de Amegakure, nadie pensaba que ese niño sé llegara a convertir en él lider de Akatsuki, una organización criminal muy temida.
Sin embargo, él joven de nombre Nagato acabo sacrificándose, fue gracias al joven Naruto qué pudo volver a encontrar en verdadero camino de la paz.
De eso hace diez años.
Fue entonces cuando Nagato empezó a sentir él aire en sus pulmones, algo qué le extraño, ¿cómo podía sentir él aire, estando muerto? abrio los ojos para encontrarse con una escena qué nunca imagino.
-Yahiko, Konan-dijo él joven mientras observaba a sus antiguos compañeros
-Hey Nagato-llamo Yahiko con una sonrisa-pareces más joven incluso después de tantos años.
Entonces observó su cuerpo un momento, llevaba su túnica de Akatsuki y tenía él mismo cuerpo antes de invocar por primera vez él Gedou Mazou, puso su mano sobre su pelo y arranco un pelo, observó qué este era de color rojo, también noto qué llevaba un bandana ninja en su frente, sé la quito y la observó, estaba perfecta, sin la raya qué atravesaba todo el protector.
-Mira quién hablo-dijo sonriendo- tu deberias estar más viejo
Él pelinaranja rio y le tendio la mano al pelirrojo, este la tomo y sé levanto, observó a su alrededor y sé dio cuenta de qué no había nada excepto oscuridad.
-¿Dónde estamos?-preguntó mirando a Konan.
-En él Limbo-una voz salio de su espalda y sé giró para encontrarse con otra sorpresa, ahí estaban todos sus antiguos compañeros de Akatsuki, pero entre ellos había una persona qué no conocía, era un joven de unos 27 años, tenía la parte derecha de su cara marcada además de llevar un extraño traje.
-¿Quién eres?-preguntó mirando fijamente al joven.
-Cierto, en ese entonces llevaba esto-dijo poniendo una mano en su espalda y saco una mascara con forma de espiral-En ese entonces me conocias cómo Madara, en realidad me llamo Uchiha Obito.
Nagato observó al Uchiha, sin duda alguna estaba sorprendido, no esperaba encontrarse con el en el limbo.
-Entonces porque nos has traído aquí-dijo Obito mirando hacía arriba-Rikudoo Sennin.
En cuanto él joven llamo al creador de los ninjas, este apareció delante del pelirojo y del Uchiha, observó a ambos un segundo y hablo.
-Supongo qué sé preguntaran porque estan aquí-dijo él Rikudoo a lo cual asintieron-les llame a todos para hablar con ustedes un momento, en especial contigo, Nagato
Él nombrado miró hacía él sabio y comprendió a lo qué sé referia-Supongo qué querra qué le de esto, ¿no?-preguntó señalando su Rinnegan
-En realidad, eso te lo puedes quedar-dijo con una sonrisa, dejando a un Nagato un poco confuso-Estoy aquí porque te voy a dar otra oportunidad, pero no en este mundo, en otro mundo dónde no hay chakra sino magia y dónde los ninjas casi ni existen al igual qué las aldeas.
-Con todos mis respetos, no me lo merezco-dijo mirando al sabio-quienes sé lo merecen son Yahiko y Konan, yo he cometido demasiados crímenes y no me merezco otra oportunidad.
-¡Oye, qué pasa conmigo!-gritó Deidara
-No arruines él momento, Deidara-dijo Itachi con un tono totalmente calmado
-En realidad, también les ofreci esa opcion a ellos dos-dijo él Rikudoo señalando a Konan y Yahiko-Pero tu amigo me dijo qué sí quería irse a otro mundo, tu vendrias con él-dijo con una sonrisa
Nagato miró al pelinaranja y le dedico una mirada confusa, pero este sólo alzo él pulgar de su mano derecha y sonrio, en ese momento sólo pudo suspirar por la actitud de su amigo.
-Está bien, lo acepto-dijo con una sonrisa, pero sé recompuso y observó a sus antiguos compañeros-¿Pero qué hacen ellos aqui?
-Incluso con tus habilidades y conocimientos, necesitarás más que eso, les he convencido a todos para qué te den algo de su poder-dijo apartándose, dejando paso al grupo de Akatsuki
-Yo no pienso darte nada-dijo Deidara dándose la vuelta.
Sasori observó con una sonrisa la actitud de su compañero y sabía qué hacer-Nagato, ten-dijo extendiendo sus manos y saliendo de las mangas empezó a salir de ahi arena negra, está entró por las mangas de él pelirrojo-Esa es la arena metálica del Tercer Kazekage, al ser su marionetista puedo pasarte su capacidad de la arena metalica, pero tengo una peticion-dijo con una sonrisa-lo único qué te pido es qué hagas arte, y qué nunca sea olvidado, a diferencia de Deidara él cual no quiere ver su arte prevalecer-eso último hizo girar al rubio y mirar a Nagato.
-Oye-llamó él rubio lanzando una pequeña bolsa llena arcilla-¡asegurate de qué mí arte sé recuerde!-gritó haciendo sonreír al pelirrojo
-Gracias Deidara-san, Sasori-san-
Ambos desaparecieron y entonces Obito sé acerco-Bueno, en mí caso te dare algo en especial, dudo mucho qué lo necesite-dijo extendido su brazo y de este brotaron varias ramas las cuales sé arraigaron en él brazo de Nagato-te doy lo poco de mí elemento Mokuton, yo no creo qué lo utilice más.
-Gracias Obito-dijo mientras le miraba más detalladamente-¿Qué te dijo él sabio para qué vinieras?
-Sólo me dijo qué me permitiría encontrarme con Rin en él otro lado-susurro haciéndolo imposible de escuchar, al ver qué Nagato sé acercaba más solamente le respondió-Cosas mias.
Tras eso desapareció y entonces sé acercaron Kakuzu y Kisame-En mí caso te dare mí dominio del Raiton, Fuuton y Katon además de mí fuerza fisica-dijo golpeándolo en él pecho y desapareció-En mí caso te dare mis capacidades regenerativas gracias a Samehada además de mis habilidades de Suiton-dijo desenfundando su espada y colocándola encima de la cabeza de Nagato-Suerte Pain-sama-y tras eso desaparecio.
Entonces llego él turno de Itachi, sé acerco al pelirrojo y le sonrio-Al parecer soy él último, en mí caso te dare varias de mis tecnicas, desde las del Sharingan hasta las de nivel Jounin-dijo y su ojo izquierdo sé transformo en un Manguekyo Sharingan-Ya está, pero en este caso me gustaria darte un consejo Nagato, da igual qué orden te den, da igual qué te digan qué es lo qué debes hacer, haz siempre lo qué tu creas correcto-Tras aquello sé esfumo.
-Lo recordare, Itachi-san-dijo mirando dónde supuestamente estaba él portador del sharingan.
-Supongo qué ya estamos listos-dijo Nagato mirando de nuevo al sabio, él cual sólo asintió.
-Nagato-llamo él Rikudoo Sennin-tengo qué advertirte de algo, cuando llegueis a ese mundo, no sé qué efectos tendra en vuestros cuerpos y en vuestro poder, no puedo decirte cón qué edad acabareis o cuan poderoso sereis-él pelirrojo asintió mientras sé preparaba para lo qué venia.
-¡Kūkan Janpu!(Salto espacio-temporal)-y tras aquellas palabras él usuario del Rinnegan y sus amigos fueron absorbido por un vortice.
Cuando Nagato despertó, lo primero qué hizo fue mirar-sé a sí mismo, tenía él mismo cuerpo qué cuanto utilizo él Rinnegan por primera vez, él dia qué salvo a Yahiko de un ninja de Iwa, cerro los ojos y pudo sentir qué su poder había crecido, no sabía a qué punto y ahora no podía saberlo.
Yahiko y Konan sé encontraban igual qué él, eran los mismos niños qué fueron hacía muchos años, a Konan la invadio la nostalgia al recordar su tiempo juntos.
No sé habían fijado pero habían acabado cerca de un pueblo, él cual estaba siendo atacado mientras un grupo de hombres con extrañas capas secuestraban niños, en aquel momento dos hombres sé acercaron a los tres con una sonrisa sadica.
-Perfecto, otros tres más-dijo uno de los hombres mientras golpeaba a Nagato en él estómago, él otro hombre golpeo a Konan en la cara.
-¡Maldito!-gritó Yahiko intentando golpear al hombre qué hirio a Konan, pero lo unico qué consiguio fue llevarse un golpe en todo él estómago.
Los dos hombres, agarraron a los huerfanos y los metieron en jaulas diferentes, Konan intentaba mantener la calma en esa situacion, había visto cosas peores qué esto. Yahiko observaba a todos los niños qué sé encontraban en las celdas. Nagato analizaba todo a su alrededor y intentaba encontrar una salida, tantos años de pensamientos frios tenían sus ventajas.
Pero su mirada sé fijo en una niña, tenía él pelo rojo, algo qué le llamo la atencion al usuario del ía un pequeño vestido de color rojo, empezó a llorar y de alguna manera Nagato sintio una punzada en él corazón. Sé acerco a ella y la abrazo mientras qué susuraba ''Todo va a estar bien'' una y otra vez.
Al cabo de unos momentos él llanto de la niña sé detuvo, miró hacía quién la estaba abrazando para ver a un joven de pelo rojo él cual le llegaba hasta los ojos, tapandolos por completo.
-¿Estas mejor?-preguntó Nagato con una sonrisa.
-Sí-dijo timidamente la niña
-Soy Uzumaki Nagato, ¿cómo te llamas?-preguntó él pelirrojo.
-Erza-
-Erza…-repitio Nagato-Es un bonito nombre.
Ella sólo sé sonrojo cómo un tomate, nunca antes le habían dicho algo por él estilo, entonces empezaron a mover las jaulas y las transportaron a un par de barcos, los cuales después de estar totalmente preparados marcharon hacía su destino.
Un dia de camino después todos los niños vieron una increible torre qué sé alzaba hacía él
cielo, nadie sabía nada de ello, ni siquiera Erza sabía algo de esa torre.
Sacaron a los niños de las celdas y los metieron dentro de la torre, una parte de los niños fueron enviados a una celda dónde sé encontraban un par de personas y un abuelo.
Cuando los niños entraron cerraron la puerta de golpe, él anciano hablo.
-Venid por favor, no tengais miedo-dijo mientras qué todos sé acercaban-Yo soy Rob ¿Cuales son sus nombres?
-Soy Jellal-dijo un chico de pelo azul y un tatuaje en él ojo derecho
-Soy Sho-dijo timidamente un niño rubio
-Soy Miliana- dijo una niña de pelo marron
-Yo soy Wally-dijo un pelinegro muy animadamente
-Yo soy Simon-dijo otro pelinegro
Nagato escuchaba y intentaba recordar todos los nombres, pero gran parte de su atencion era para encontrar a sus dos amigos, fue entonces cuando los vio.
-Yo soy Yahiko-dijo él compañero de Nagato
-Konan-respondio secamente la peliazul
-Yo soy Nagato-dijo él pelirrojo
-Soy Erza-dijo timidamente la niña.
-Oye Nagato, dónde estabas-preguntó Yahiko ganandose la mirada de todos los de alrededor.
-Estaba en las jaulas, igual qué tu y Konan-dijo acercándose.
-¿Sé conocen?-preguntó Rob
-Sí, nos conocemos desde hace mucho tiempo, somos amigos desde hace mucho tiempo-respondió Konan.
Los tres empezaron a hablar tranquilamente sobre distintas cosas, poco a poco más gente sé unia a ellos y charlaban tranquilamente, los presos qué llevaban más tiempo aquí sintieron qué sus preocupaciones desaparecieron durante un tiempo.
